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SEBASTIÁN
Una vez todos se fueron de casa, incluido Tomas ya que su vuelo salía en una horas, nos quedamos solos. Me refiero de Clara, Martin, Aitana y yo.
Estuvimos ambos nerviosos porque no sabíamos como se tomarían esta noticia Martin y Clara pero tarde o temprano se enterarían y habría que contarles.
Cuando por fin nos armamos de valor, llamamos a los chicos al salón para poder hablar todo.
— ¿Nos van a decir que pasa o...? — pregunto Clara.
— Con vuestro padre hemos estado hablando y bueno... — dijo Aitana cogiendo mi mano y luego mirándome.
— Vamos a darnos otra oportunidad. — dije yo lleno de ilusión perdido en su mirada.
— ¡Que guay! — chillo Clara entusiasmada.
— Yo flipo. — dijo ahora enfadado Martin.
El hizo el amague de levantarse pero Aitana le freno antes de que se fuese.
— ¿Por que tanto enfado con nosotros Tin?. — dijo Aitana preocupada.
— Porque no puedo entenderte, ¿No recuerdas lo mal que lo pasaste con el? — dijo el muy enfadado.
— Pero eso ya paso Tin, lo hemos superado y ahora nos hemos vuelto a querer...
— ¿Ya paso? ¿Que te hace pensar que el cambio? — dijo esta vez apuntándome a mi.
— Mira Martin lo que sucedió en el divorcio yo ya lo he acabado, no duro nada luego de que nos separamos ¿Vale? — dije un tanto nervioso.
— ¿De que hablas Sebastian? — dijo Martín esta vez muy confundido.
— ¿De que hablas tu? — dijo esta vez Aitana.
Y de pronto el me quedo mirando con furia y de a poco sus ojos se cristalizaron, dejándonos a todos los que estábamos en la habitación completamente preocupados.
— Tin hijo, ¿Que pasa? — dijo Aitana sentándose a su lado y acariciando su espalda.
— Un día que estuviste muy mal, tuviste una pesadilla y solo pedias que dejaran de golpearte, te lleve a tu cuarto a que te recostaras y cuando te ayude a ponerte la pijama te vi las cicatrices y entendí que este de aquí te golpeo y por eso se separaron. Ya no hace falta ocultarlo mas. — dijo el mirándome con aun mas furia.
Pero eso no había sido así, yo en mi vida había golpeado a Aitana y ayer cuando estuvimos a punto de follar le note esas cicatrices de las que habla Tin y supe que algo andaba mal.
