Olviden todo lo que saben sobre Neji y Shikamaru en esta historia...
La mafia ha tomado el control de la antigua Konoha, Shikamaru, ahora cazarrecompensas recibe una petición un tanto peculiar de su jefe, que involucra al asesino más peligroso de Ko...
Shikamaru suspiro al sentir la sensación del agua caliente rociar sobre su cabello. De veras quería esa ducha, no, la necesitaba, mientras pasaba su mano sobre su cabello húmedo, recordó lo que le había dicho Asuma – Tienes que darme una respuesta antes de las nueve. – Aún no sabía que decir, su cabeza solo daba vueltas y vueltas sin ningún rumbo, ¿o, lo hacía?, no había dejado de pensar en su encuentro con el Hyuga, no lo conocía, al menos no cercanamente, pero algo a cerca de él le resultaba vagamente familiar.
Eran personas un tanto interesantes, no todas las personas se parecen a ángeles, de pelo castaño y ojos lila, pero tan peligrosos e inteligentes que hasta el asesino más experimentado les tenía miedo. En especial... él. Neji Hyuga, el arma secreta del clan, o así le decían los que no lo conocían. Ahora los pensamientos de Shikamaru se dirigen a otro sitio, más específicamente, lo que pasó hace tres veranos. No es algo en lo que el azabache piense mucho, prefiere vivir en el presente y dejar el pasado atrás, pero esta vez, viéndose en su privacidad y la necesidad de sacar eso de su cabeza, dejó que sus pensamientos navegaran hacia la tormenta.
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-Adiós mamá. – Dijo el azabache mientras agarraba el abrigo que estaba en el perchero.
- ¿Ya te vas? – Respondió una voz grave y gruesa, a la que se le sentía el peso de los años.
-Si pa, o voy a tener que tomar el autobús de las nueve.
-Ten mucho cuidado mi niño. – Replicó otra voz, desde una habitación diferente, probablemente la cocina, Shikamaru no lo recuerda muy bien. Luego de una pausa, la mujer dueña de la voz, salió de la cocina para despedirse propiamente de Shikamaru, vuelve a hablar, ahora con lágrimas asomando sus ojos, negros como la noche. – Te extrañaremos hijo.
-Y yo a ustedes.
La familia se acercó en un cálido y melancólico abrazo, sin saberlo, el último.
Shikamaru abandonó la casa y se encaminó a la parada de autobús, iba a llegar quince minutos antes. El azabache era un manojo de nervios, apenas pudo desayunar esta mañana y eso que casi lo había vomitado. Su madre se rio de él
Le dijo que los nervios eran normales y en caso de que vomitara en el camino le había empacado una bolsa de papel en la lonchera, a lo que Shikamaru había respondido que ya era un universitario y no necesitaba que le siguieran empacando el almuerzo y que el podía hacerlo solo, su mamá le suplico que lo dejara hacerlo porque era su primer día y pensaba consentirlo, Shikamaru no se opuso y hoy en día se agradece por no haberlo hecho.
Mientras llegaba el autobús se puso a pensar en qué haría cuando llegara. La universidad quedaba a cuarenta minutos de su casa, en los suburbios de un pueblo en la frontera con Sunagakure, por lo que había optado alquilar un apartamento del instituto. Su madre lo había persuadido de quedarse, con la idea de que solo podrían verse casi que una vez por semana, los domingos, porque Shikamaru tenía clases los sábados también.
Sin embargo, su padre le había dicho que hiciera su vida y no se preocupara por ellos, que eran viejos y ya habían tenido la experiencia de la mudanza y "volar del nido". Después de eso, su madre había comenzado con problemas de alcoholismo, nada grave, pero Shikamaru siempre se culpó por ello.
El instituto en el que había sido aceptado era uno de los mejores que existían en el momento, había mejores, pero en épocas de crisis había que conformarse con lo había. Desde que Sunagakure había comenzado con problemas y conflictos hacia Konoha, amenazándolos con hacer una rebelión si no les daban el poder que querían, a lo que Konoha les había contestado que podían ir a comer polvo.
De eso hace tres años y medio, y parece que la situación empeora, ahora los ricos viven como ricos y los pobres son pobres, son pocos los que ahora hay en clase media. La mafia era quien había empezado a hacer negocio, porque eran varias personas que querían a varios políticos muertos, entonces fue donde comenzaron a surgir las compañías y los clanes, personas contratistas de cazadores, como los llamaban, o familias que decidieron dedicarse a el oficio.
Shikamaru se encontraba ojeando su celular cuando llegó el bus, se subió a el y buscó un asiento en la parte trasera de este. No era lujoso ni nada por el estilo, pero por lo menos andaba.
Una ola de tristeza se abalanzó sobre él, extrañaría a sus padres, mucho, demasiado como para parar de pensar en ellos, sintió como las lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas, no hizo ningún intento por retenerlas. Estaba dando un gran paso en su vida: dejar su casa, sus padres, su niñez y alquilar un apartamento, lejos, muy lejos.
Miro por la ventana, el día estaba despejado, una que otra nube amenazaba lluvia, pero era un día agradable. Shikamaru miró las nubes, que siempre le han fascinado desde niño, y con ese pensamiento se quedó dormido.
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Lo prometido es deuda, acá está el otro cap, espero actualizar este sábado, si no, quedará para el lunes. Bueno bye <3
