Rosas & Sangre (Shikaneji/Nejishika Mafia AU)

Capítulo XXII

SHIKAMARU

No podría creer lo que veían mis ojos. De todas las cosas que podrían salir mal, ¿por qué esta?, maldita sea, de verdad que la suerte estaba en mi contra. Detrás de la puerta lo que había era una habitación con el mismo concepto lujoso de la casa, solo que, dentro de ella, solo había una cama... En los años que he trabajado como cazarrecompensas para Asuma, nunca, en mi vida, me había pasado el cliché de la única cama en una habitación, vaya, de verdad que estar con Neji Hyuga implicaba experimentar cosas que nunca antes pensé que me pasarían... que fastidio.

Con un suspiro entré a la habitación, cuya puerta Neji me sostenía, según él pensando que era caballeroso pero yo creía que era un completo ridículo. Neji cargaba el maletín con las cosas y yo parecía un payaso con mi camiseta de turista.

- Hoy seré bueno contigo y te dejaré escoger de que lado quieres dormir. - Dijo guiñando un ojo y sonriendo como si supiera que ya había ganado.

Yo no contesté, solo rodé los ojos y me dirigí al baño, quería lavarme la cara y olvidar que Neji existía por un rato. Francamente no extrañaba a nadie, o a nada, ya estaba acostumbrado a irme por meses cuando de un trabajo se tratara, así que todavía conservaba mi cordura respecto a eso. Estar encerrado no me atemorizaba en lo absoluto, a veces tenía que esconderme en espacios estrechos si tenía que disparar desde un ángulo que pudiese comprometer mi identidad.

Asuma siempre admiró mi fuerza de voluntad, aunque yo nunca creí que eso fuera una cosa, para mí era algo que simplemente existía y que algunas personas poseían y otras no. Pero ahora sí que me doy cuenta de lo que hablaba, y vaya que ese viejo desgraciado tenía toda la razón. 

Enjuagué mi rostro con el agua del grifo, estaba helada. Me sequé con la toalla que estaba en la barandilla y después de hacer un respiro profundo salí del baño. Neji ya estaba en la cama, sentado en ella y viendo algo en la pantalla que se encontraba colgando de una pared en frente de la cama, no le presté atención en lo absoluto, simplemente me recosté a su lado.

Ninguno habló. Neji parecía bastante interesado en lo que estaba viendo y yo seguía sin entender qué era porque mis pensamientos solo se dirigían hacia cierto castaño de ojos lila a los que si me quedaba viendo por mucho tiempo, amenazaban con robar cada centímetro cuadrado de mi alma. 

Como lo maldecía en mis adentros, como lo odiaba, como deseaba que algún día alguien le pegara un tiro en la cabeza para por fin deshacerme de él, pero mierda... no podía negar que no era atractivo, no podía negar como me encantaba la manera en la que podía mirar hacia mis adentros y sacar todo lo que quisiera de mí.

¿Pero en qué estoy pensando? ¿Cómo puedo pensar en Neji Hyuga de esa manera? ¿Habré perdido la cabeza?, de verdad que todo esto me estaba volviendo loco. Aunque no quisiera aceptarlo y pretendía que todo estaba bien, en realidad no, todo está mal. 

Estaba perdiendo jodidamente la cabeza. Lentamente pero ya podía sentirlo, como la vez que esa mañana fría salí a correr para luego manejar hasta la casa de mis padres y encontrarlos en un charco seco de sangre justo en el vestíbulo de la casa. Era ese mismo sentimiento. En cualquier momento sin embargo, la sangre que se derramaría esta vez sería o la mía o la de Neji.

Todo estaba mal, este plan estaba ridículamente sacado del infierno y yo no podía hacer nada más que seguir las órdenes de mi captor.

- ¿Qué andará por tu cabeza? - Preguntó un castaño insoportable del que trataba de olvidarme que, justamente estaba recostado a mi lado. - Te noto preocupado niño bonito. - Dijo con una sonrisa juguetona que odié.

- No es de su incumbencia. - Zanjé volteando mi cabeza.

- Mmmh... Me parece que es todo lo contrario, cada vez que estás preocupado tu respiración se vuelve más agitada que de costumbre, tu ritmo cardíaco está tan rápido que desde aquí lo escucho, además de que dices cosas como "No es de su incumbencia". - Dijo como si estuviera leyéndome la mente.

- Usted no sabe nada de mi vida... - Respondí con un claro tono de molestia.

- Dime... Tal vez es porque... ¿no puedes sacarme de tu cabeza? - Mis ojos se abrieron en sorpresa, pero mi expresión se relajó cuando pensé que probablemente lo que decía era solo para molestarme. - Entonces es eso ¿eh?

En un impulso de rabia lo tomé del cuello de su camiseta atrayéndolo hacia mí, nuestros rostros quedando a milímetros de distancia. Mientras que mi expresión no era más que solo pura rabia, el rostro de Neji solo reflejaba tranquilidad y arrogancia.

- Así es... más fuerte. - Dijo el castaño, lo que hizo que mis mejillas se encendieran un poco, apreté más el agarre a su camiseta, no porque quisiera obedecerlo, sino porque tal vez así lo ahorcaría y me desharía de él de una vez por todas.

- Déjeme en paz y solo vea un "nosotros" cuando tengamos que trabajar para lo que sea que su sínico cerebro esté planeando. - Lancé tajante.

- Amo cuando me dominas así... - Dijo el ojiperla guiñando un ojo y sonriendo altanero.

- ¡Qué tengo que hacer para que se calle! - Grité frustrado, soltando su camiseta sin apartar nuestros rostros demasiado. Cubrí mi rostro con mis manos, estaba harto del Hyuga.

- Mmmhh... - Ronroneó al tiempo que actuaba como si estuviera pensando en una respuesta. - Tal vez con un beso...

Mi piel se erizó al instante, mis mejillas se encendieron más. Odiaba como mi cuerpo reaccionaba a él.

- Ni en sueños... - Dije casi en un susurro inaudible.

- ¿Quieres que me calle? ¿O no? - Respondió el maldito.

Y en un arrebato impulsivo... lo besé...

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Holaaa!! Espero que no me odien por haber dejado el capítulo así JAJAJAJA, el lunes volveré con un nuevo capítulo para ustedes.

Espero que les haya gustado y MUCHAS GRACIAS POR LAS 600 LECTURAS!! QUÉ??? Jamás pensé que llegaríamos a tanto honestamente, mil gracias a todos los que apoyan esta historia, de verdad, cuídenseeee!!