NEJI
Continué caminando por la carretera con el brazo de Shikamaru rodeando mi hombro, debía estarse sintiendo horrible, espantoso, como si todo el mundo le diera vueltas, pero como buen psicópata que soy, decidí ignorar sus sentimientos y concentrarme en mi, en encontrar algún lugar que diera señales de vida.
El camino me pareció eterno hasta que a lo lejos divisé una estación de gasolina, Shikamaru, quién parecía haber resucitado del infierno me seguía sin decir una palabra, pero tampoco huía. Yo actuaba como si todo lo que pasó anteriormente estaba planeado y no un impulso hormonal por salvarnos a Shikamaru y a mi de una muerte segura.
Nos aproximamos al local, entramos y nos dimos un paseo por los pasillos, yo buscando algo con qué limpiar y vendar los raspones y moretones que nos llevamos al caer de esa maldita colina y Shikamaru paseándose la vida como si no fuera un asco. Compré más cosas útiles, cigarrillos, cepillos y pasta de dientes, jabón y bla, bla, bla; no soy un salvage, solo fue que la maleta con mis cosas se estrelló junto con ese maldito Audi.
Pagué lógicamente en efectivo porque era lo único que andábamos, aunque estuve tentado de pagárselo con un tiro en la cabeza al tipo que nos atendió, ahora no era buen momento y quería matar a todos de una vez y acabar con esta pesadilla llamada vida.
Maldición, maldición, maldición...
Salimos de la tienda de la depresión y Shikamaru me preguntó qué íbamos a hacer ahora, casi no le escuché, y tuve que pedirle dos veces que me repitiera lo que dijo porque no le entendía nada, tal vez la caída me aturdió un poco... o tal vez era cierto pelinegro de ojos oscuros que no me dejaba respirar el que me aturdía, en fin, nunca lo sabré.
Yo le respondí que no tenía ni una puta idea, y que dejara de hacerme esa clase de preguntas si no quería una bala en el cráneo, pero en eso un auto se acercó, yo tomé a Shikamaru y nos escondimos detrás de una camioneta, el dueño del auto se bajó y le pagó gasolina al vehículo, pero cuando se aseguró que la pistola estaba conectada y funcionando, se metió a la tienda, dejando el auto encendido, seguro pensó que no había nadie más que él... pobrecito.
Yo miré a Shikamaru y él me rodó los ojos al mismo tiempo que ambos nos acercábamos al auto, obviamente con la intención de robárnoslo. Yo me monté en el asiento del piloto y dejé que Shikamaru se quedara en el de acompañante, cerré las puertas y arranqué el auto con las llaves que tenía pegadas, arranqué a toda velocidad sin importar que la pistola de gasolina aún estuviera conectada, esta se rompió.
Escuchamos los gritos del hombre al que originalmente le pertenecía al auto, pero ya saben, me valió lo mismo que me valen los sentimientos de Shikamaru. Ambos nos reímos y yo continué manejando, a lo que Shikamaru tomó la suficiente valentía como para dirigirme la palabra.
- ¿A dónde vamos? - Me preguntó, y yo hice lo posible para no meterle un puñetazo en la cara, su mera presencia me ponía nervioso, pero cuando hablaba ese nerviosismo se duplicaba, obviamente nosotros los Hyugas somos expertos ocultando nuestras emociones.
- No te importa. - Dije tuteándolo por accidente, a lo que maldije en mi interior.
El viaje permaneció callado, faltaban veinte para las diez, el tiempo volaba, yo me moría de sueño, pero jamás lo diría en voz alta ni lo manifestaría, en cambio Shikamaru parecía estar más alerta que nunca, a pesar de todo lo que le hice, no me atacaba, no me insultaba, solo hacía preguntas que cualquier persona en su situación haría, eso me tenía inquieto... lo calmado que estaba.
Manejé hasta que encontré un motel en el que decidí, (obviamente no le iba a preguntar a Nara si estaba de acuerdo o no), quedarnos porque si yo manejaba un solo minuto más me dormiría en ese puto auto.
Nos dieron una habitación cuya calefacción no funcionaba, con dos camas, un baño y una alfombra horrible, pero, a estas alturas he visto cosas peores. Tiré mis cosas sobre una de las camas, la que estuviera más cerca de la ventana (única, ventana por cierto). Le lancé una mirada asesina al pelinegro después de eso.
No hablamos, cada quién estaba en lo suyo. Yo estaba lavándome los dientes y Shikamaru estaba mirando por la ventana mientras fumaba un cigarrillo. Terminé de lavar mis dientes y me acerqué a Shikamaru, mirando por la ventana abierta, me encontraba perdido en la vista en la lejanía, no había nada más que campos y campos de césped, de verdad que este motel estaba en el medio de la nada.
- Pudo haber hecho las cosas más fáciles ¿sabe? - Me dijo el pelinegro, en un tono frío y preocupado. - No era necesario tanto teatro, matar a Asuma, envenenar a Ino, ¿de verdad?
- En mi defensa, todo hasta lo de asesinar a Asuma fue parte de mi clan, y se supone que en este momento debería de estar manejando con tu cadáver hacia la mansión, en lo de envenenar a Ino si, tal vez me pasé un poco, pero lo bueno es lo que sobrevivió, y ahora todo el mundo cree que estamos muertos.
Hice una pausa antes de continuar.
- El clan Hyuga te tiene en la mira Shikamaru Nara, tal vez bajaron la guardia ahora, pero antes eras su próxima víctima. - Confesé antes de que la habitación se quedara en silencio por unos minutos. - No sé cómo hice para postponer tu muerte tanto tiempo... - Dije apoyándome en la ventana mientras continuaba mirando por esta.
Por fin había soltado lo que tanto me quemaba por dentro, Shikamaru corría peligro y si yo no hacía nada el Clan Hyuga iría por él en cualquier momento. Por lo que lo escogí para esta midión suicida, no dejaría que el Clan Hyuga le pusiera un dedo encima, yo era el único que podía hacer eso. Hubo un largo silencio en el que Shikamaru dio por lo menos tres caladas a su cigarrillo.
- ¿Huyó de su clan? - Los traicioné, pero si, eso mismo.
- Exacto. - Respondí secamente.
-¿Y por qué haría todo eso? - Me preguntó el desgraciado.
No sabía que decir, me quedé callado unos segundos, sentía mi sangre hervir en coraje y desesperación. Hasta que ya no pude más.
- ¡Mierda Shikamaru! ¿Por qué más? ¡Porque estoy malditamente enamorado de ti desde la puta universidad! ¿O es que te cuesta entender eso? ¡Y estoy harto!, harto de que nunca pude ser yo quien te besaba, o quien pasaba las noches contigo, ¿pero sabes qué? ¡Eso ya no importa!, porque en tus ojos yo solo soy un asesino desalmado... y eso no va a cambiar... ¡Pero da igual, y si vuelves a abrir boca te juro que te meteré un balazo en la cabeza! - Dije en un arrebato de ira.
Nos miramos fijamente a los ojos, yo sentía mis mejillas arder y esperaba que de verdad no estuviera sonrojado. Shikamaru en cambio, me miraba con ojos indiferentes, sentía como mi sangre hervía y hervía, quería desaparecer lo de la faz de la tierra, esa era la única manera de asegurarme que nunca más lo volvería a ver y lo superaría de una vez por todas.
Nunca planeé enamorarme de él, pero desde que ambos dejamos la universidad y no nos volvimos a ver, no pude dejar de pensar en él, el maldito azabache de ojos oscuros y mirada perdida, mierda, como me encantaba y como deseaba que se muriera en este instante.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando sentí un par de labios posados sobre los míos, el aliento de Shikamaru y el humo del cigarrillo se mezclaba con nuestra saliva caliente, Shikamaru Nara me estaba besando, besando de verdad...
×
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Holaa!! Perdón por estar desaparecida, estoy en semana de exámenes finales y de verdad quiero buenas notas jaja, pero a partir la otra semana regresaré a actualizar normal (los lunes y los jueves).
Los amo cuídense!!! ❤️❤️❤️
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Rosas & Sangre (Shikaneji/Nejishika Mafia AU)
ФанфикOlviden todo lo que saben sobre Neji y Shikamaru en esta historia... La mafia ha tomado el control de la antigua Konoha, Shikamaru, ahora cazarrecompensas recibe una petición un tanto peculiar de su jefe, que involucra al asesino más peligroso de Ko...