Especial +18:

647 28 5
                                    

Si no les gusta esta clase de contenido les recomiendo saltarse este capítulo especial.

No es canon, no va con la narrativa de la historia principal, pero no dudo de que sea esto algo que ocurriría en el futuro de ésta singular relación.

⚠️ ¡Advertencia! Contiene leve lenguaje vulgar, explicación de un acto sexual explícito, trío, doble penetración, entre otras cosas que pueden no ser del agrado de todos. Se recomienda discreción.

Por cierto ¡No hay incesto aquí! Es un tema debatible, pero no es lo que deseo plasmar en ningún párrafo de mi historia.

Feliz Navidad y disfruten~

__________

¿Es qué acaso no podemos ver películas sin hacer esto?

Me cuestiono en un suspiro de resignación mirando como la mano de Nahoya se posa sin pudor en mi pierna, regalando leves toques a cada pedazo de piel a su paso subió delicadamente sus dedos por mi rodilla, tanteando el terreno. Se hace el despistado una vez se aventura a mi muslo y lo apretuja pausadamente, con una sonrisa surcando en su rostro porque es completamente conciente de que lo estoy viendo y exigiendo una respuesta y aún así es incapaz de reparar del todo en mi presencia. Su palma me transmite una agradable cantidad de calor y sus uñas apenas me rozan haciéndome cosquillas, pero lamentablemente aunque disfruto de esta clase de atenciones no estoy segura de si quiero seguirle en su jugueteo, a Souya parece no interesarle lo que estamos haciendo, pero de igual forma no quiero molestarlo. Sus venas y tendones son bastante notorios en sus extremidades superiores conforme aprieta con malicia, su mirada traviesa me atrapa y se ríe bajito al observar de reojo como su gemelo se encuentra totalmente absorto en el metraje que supuestamente todos estábamos presenciando. Mi vista abandona la pantalla del televisor recayendo sin querer en el muchacho a mi lado derecho, ese que por cierto no está pidiéndome indirectamente un trato indecente. Y es que de lo contrario no estaría tan meloso repentinamente, lo conozco demasiado como para hacerme una idea de lo que sea que está maquinando en su retorcida cabeza. Mis orbes se deslizan por su marcada mandíbula y la estudian detenidamente, luego pasan a su cabello que está como siempre gozando de su propia libertad, la única variante es que está tapando ligeramente su frente debido a lo largos que están sus coloridos rizos naranjas. Lleva puesta su camiseta blanca del uniforme de la pandilla y unos pantalones anchos bastante acordes con lo que hoy en día se logra ver, además de tener un cinturón claro que los ajusta en su cintura. A decir verdad, tiene bonita figura. Por otro lado, sus brazos fornidos desde que nos conocimos han sido el soporte por excelencia para mí y todo lo que conlleva vivir en este cuerpo, porque miles de veces me ha recalcado que estará para sujetarme cada vez que lo necesite.

“Lamento haber sido un descuidado contigo en el pasado, de hoy en adelante daré todo para intentar enmendar mi error. Estaré para ti sin ninguna clase de condición... ”

Recordar el cómo terminó esa frase me derrite el corazón. Nadie se esperaría que él pueda ser tan romántico con sus palabras, a veces dice las cosas tal y como le parecen, sin censuras ni filtros, pero aún así se sabe explicar. No sé si es ésta alguna clase de efecto secundario de mi profundo enamoramiento o es algo habitual el verlo tan perfecto, aunque tenga mil defectos yo lo sigo viendo igual, un muchacho lindo y sencillo al cual le gusta disfrutar de su vida al máximo, que organiza citas y salidas improvisadas súper entretenidas y que me regala detalles tan insignificantes para el resto como lo son diminutas florecillas silvestres o manualidades hechas por él, porque esas pequeñas cosillas por muy mínimas que parezcan son algo enorme y valioso ante mis ojos. Su risa, la manera tan especial que tiene de quedarse estudiando aquello que le llama la atención, la vibración de su voz, verlo leyendo la infinidad de recetarios de cocina que posee en su biblioteca, son cuestiones tan cotidianas que aprecio, porque adoro cada fragmento de ser. Me enganché a la belleza de su alma, a su única manera de desenvolverse en el entorno, a su originalidad e imagen de libertad, y obviamente también estoy encantada con cada una de sus travesuras. Es tan demostrativo, tiene su propia forma de alegrarme con sus numerosas tonterías, porque literalmente no cualquiera entra a tu hogar en la madrugada y rompe sin querer tu vidrio de la cocina para luego disculparse y jurar lealtad eterna.

𝕌𝕟𝕒 𝕟𝕠𝕧𝕚𝕒 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝔻𝕠𝕤 [Hermanos Kawata x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora