Capítulo 29:

450 23 1
                                    

Llevo días intentando terminar este capítulo, pero simplemente no podía expresar lo que quería, sentía que no me daba a entender. Deseo narrar bien, que al menos se vea decencia, y no sé si lo logré.

En fin, disfruten ✨

_________

Extrañé tanto esto.

Viajar junto a alguno de los chicos en sus motocicletas, sentir el viento contra mi rostro o incluso el suave ronroneo del motor del vehículo, fueron cosas que no me di cuenta que las añoraba hasta que poco a poco las iba perdiendo. La confianza y nuestro vínculo se vieron frenados por ese desacierto del destino, ese que se dispuso a separarnos. No lo logró, pero desde aquella noche hay cicatrices, tangibles y mentales, que ojalá se curen correctamente con el pasar del tiempo.

No es necesario seguir llorando, ellos están aquí.

Saber que se encuentran conmigo me produce una sensación realmente gratificante. Sin peleas ni discusiones, mucho menos sin heridos por la cruel obra de un puñal, es como si esta fuese nuestra merecida victoria; por soportar y aguantar tanto. No puedo creerlo, luego de tantas semanas con tratos inexistentes y rencores mudos, todo sigue igual a como lo dejamos. Nuestra amistad es más fuerte ahora y eso es bastante notorio, porque no se disolvió con aquellos conflictos lo cual es algo que se agradece. El calor corporal de Nahoya se alberga en mis huesos mientras que el rugido de la moto de Souya me recuerda que nos está siguiendo de cerca, como siempre, cuidándonos. Mi pie se balancea dolorosamente sobre un extremo de metal, pero no es un ardor tan terrible. La incomodidad se fue hace un rato y ahora no quiero separar mis brazos del cuerpo ajeno, siento que si lo suelto se escapará de mi vista.

Eso no es algo que pueda permitir.

A nuestras espaldas escuchamos como el ruido producido con anterioridad se fue aminorando, muy sutilmente. Confundida por tal acción me di la vuelta para cerciorarme de que todo se encontraba en orden y solo era Souya bajando la velocidad, nada raro teniendo en cuenta que estamos entrando a un vecindario. Nahoya por su parte parece querer atropellar a todos y cada uno de los transeúntes, como si esa fuera una actividad que realiza en su día a día. Su sonrisa advierte el peligro y sus carcajadas cuando las personas se alejan asustadas no dejan nada para decir, es muy claro que se divierte a costa de ello. Su hermano, contrario a él, no es un loco al volante y va despacio, manteniéndose atento al camino, tratando de evitar en su mayor medida cualquier disgusto con los habitantes de este lugar. No tarda mucho cuando nos iguala y se posiciona a nuestro lado, conduciendo con calma, incitando de esta manera a su gemelo para que también baje el ritmo, cosa que efectivamente logra. Codo a codo, van muy similares y eso solo me deja tiempo para mirar el sitio, para fijarme en los pequeños detalles de la localidad, para simplemente pasar el rato. La gente camina por aquí y por allá, disfrazados de cuantas criaturas de pesadilla se podría imaginar. Desbordan creatividad de diseño, aunque algunos son unos clásicos y a otros no se les ve tan bien realizados, es obvio que todos cumplen con su propósito. Los niños van de la mano de sus padres y otros ya son lo suficientemente grandes para ir en pequeños grupos con sus amigos, enfundados en sus horripilantes trajes. Gritos y risas resuenan por las calles mientras las casas se encuentran adornadas con enormes arañas, feos murciélagos y obviamente muchas telarañas. Y por más que sea una fecha donde abunda el horror, marcada como algo negativo por la religión, el ambiente sigue siendo cálido.

⎯ Chicos ¡Ahí hay un puesto de manzanas de caramelo!⎯ Eufórico, Nahoya gritó y frenó de golpe el vehículo. Mi cuerpo se sacudió por la violenta acción y apenas entendí a lo que se estaba refiriendo⎯ Compraré una para ti, T/N.

⎯ No es necesario...⎯ Quise negarme a su ofrecimiento, pero ya se había bajado del asiento y ahora estaba caminando hacia su hermano quien se estaba aparcando a un metro de nosotros.

𝕌𝕟𝕒 𝕟𝕠𝕧𝕚𝕒 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝔻𝕠𝕤 [Hermanos Kawata x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora