Mundos Cruzados

El Rey Conquistador

Réquiem aún malherido es sujeto por dos tipos con cola y cornamentas iguales a la suya en forma pero con colores distintos.

—Asi que, Rages está probablemente muerta. —expresó un sujeto desde la oscuridad, sentado en lo que parece un trono de cráneos de diferentes especies—. Dime, que tan poderosos son esos sujetos. —comentó apoyando su cabeza contra su rostro.

El ciego levantó su rostro—. Son... —entonces su cabeza se pegó contra el suelo—. Ellos-.

—El hecho de que no tengas ojos te da el derecho a levantar tu patética cara. —esbozó a secas quien habla desde la oscuridad.

A pesar del dolor Réquiem trata de sobreponerse—. No son tan fuertes, pero... —expresó apoyándose con sus manos para levantarse, tratando de no cometer el mismo error—. Son muy listos, no hay que subestimarlos.

Un tipo de apariencia humana se le acercó—. ¿Tienen tropas o armas a su disposición? —preguntó, entonces Réquiem reconoce la voz de Order.

—Estaba en medio de una ciudad, solo se que son muchos. —expresó cabizbaja recordando la vibración de los pasos—. Es un mundo nuevo después de todo, lo lideran los humanos.

El sujeto de los ojos cansados sonríe—. Sigo pensando que mi plan funcionará mi señor. —expresó Order inclinándose ante el rey—. Por favor, permítame continuar con mi trabajo.

Entonces el sujeto del trono de levantó—. Mmmmm... puedo ver lo que tú sientes... humanos, nephilim's, homúnculo, algo a lo lejos. —entonces parece alegrarse—. Vanscorpio. —esbozó para chasquear los dedos abruptamente.

Las heridas de Réquiem se cerraron al sentir la onda sonora del chasqueo—. Mis... mis heridas. —expresó el ciego tocando su cuerpo, quiso encarar al rey pero recordó el resultado anterior.

—No hay tiempo de buscar reemplazos, ¡Order! —exclamó volviendo a su trono, mientras el sujeto de cornamenta negra y ojos violetas se acerca con la mirada baja—. Mis generales conquistaron continentes.

Order al estar de pie frente al trono se agachó—. Yo conseguiré la tierra y se la entregaré. —afirmó volteando a Réquiem—. Superaré a todos los generales, es más. —expresó sacando algo de los bolsillos de su pantalón—. Con este artefacto y mi contrato la victoria le aguarda.

—Antes de encontrar los fragmentos restantes, necesito al que blande la espada de la corrupción. —expresó el Rey eufórico haciendo un puño con su mano—. Jetix Vanscorpio, lo quiero vivo, los demás me dan igual.

—Se hará lo que diga, Rey Conquistador.

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Un dron pasea en medio de la oscuridad asegurando así evitando ser visto por cualquier persona, buscando por todas partes algún individuo que tenga orejas de animal en vez de humanas en su cabeza. En un callejón notó la reunión de un par de personas con camisetas moradas, el dispositivo bajo en completo silencio con intención de escuchar.

—Hay que aprovechar que el gobierno y los criminales se mataron entre ellos. —expresó uno de los tres sujetos que hablan—. Mi contacto tiene las armas listas para darnoslas.

—Perfecto, solo falta la carne de cañón. —comentó el más adulto mientras fuma—. Si matamos al chico el ángel será nuestro.

—¿Está seguro de eso jefe? —cuestionó confusó el más joven de los tres, de cabello rojizo—. No creo que funcione así.

El más viejó expulsó el humo oscuro de su boca—. El Pastor Lemus nunca se equivoca Contreras. —expresó regresando el cigarro a su boca.