Nos veremos

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El de la bandana roja abrio los ojos adormitado, viendo los rayos de sol entrar por la ventana.

Lo primero que Asrieru nota es que está acostado en una camilla con Rages a la par, se sienta un poco incómodo. Al frente suya ve a Eri discutiendo con Redox; mientras en el sillón donde hace poco estaban sentados los dos primeros, ahora está durmiendo Kevina.

—¿Ya es de día? —se cuestionó aún adormitado, giro a la izquierda notando a Rages, que parecía observarlo, incluso me saludo con simpatía al verse—. Hola, supongo. —respondió levantando un poco su mano, extrañado del comportamiento de la pelimorada, por último volteó a Rugal que sigue en su mismo sitio—. Chicos, ¿qué hora es?

El pelinaranja es el primero en hacer caso, parece buscar algo en sus bolsas—. Las nueve de la mañana, más o menos. —contestó sacando un reloj de cuerda de su bolsillo, el cual no tiene correa.

—Ayer nos diste un gran susto. —comentó Eri a secas—. Me hubiera gustado darte un calmante pero escasean en estos días. —agregó sonando preocupada—. Lo hubiéramos hecho de ser necesario.

Asrieru se sentó en su cama—. Olvidenlo, no es nada que no haya pasado antes. —agregó pasando sus manos en su rostro—. Debo hablar con Edgy. —dijó levantándose.

—Ahora no está en el centro. —habló una voz masculina de golpe—. Al parecer dejo la capital hace poco, en dirección a la frontera. —explicó Rugal apenas moviendo la cabeza—. Tendrás que esperar a su regreso.

Tales palabras preocupan pelinegro, entonces nota su bandana roja en una mesa de alimentación—. Edgy debe estar debajo del arco mañana en la noche. —dijó con seriedad mientras se coloca la bandana en su frente.

—Supongo que podemos alcanzarlos. —respondió Redox con optimismo—. Iré a la central y veré qué se puede hacer.

—Gracias Redox. —habló el pelinegro alegre; mientras Eri parece irritarse por un momento—. Que amable.

—Si Redox. —dijó el ciborg moreno, algo que hace que la rubia se irritara nuevamente—. Pero creo que olvidas tu ala rota. —agregó mientras se acerca lentamente a su Eri—. Ve tu, hermana.

—Je, estaba a punto de hacer la misma propuesta. —contestó estirando sus brazos y manos—. Me preguntó, ¿por qué se habrá ido?

Dos horas antes...
Mientras la multitud se retira el cuerpo muerto de Jetix es recogido mientras la multitud se dispersa, incluso gente que miraba de lejos empieza a retirarse. El agua que limpia la sangre se va al drenaje con ella, pero, los líquidos parecen moverse como si de sanguijuelas se tratara, incluso metiéndose a las paredes para ser absorbidos.

Adentro Edgy ve el cuerpo de Jetix inerte—. Estupenda actuación, Casandra. —dijó el pelinegro, haciendo que el cadáver mueva sus ojos—. Igual gracias a todos por su discreción. —agregó volteando a los soldados presentes—. Logramos superar este problema.

—Gracias a usted por brindarnos su confianza mi señor. —respondió uno de los tipos vistiendo el traje de combate; mientras el cuerpo se convierte en una masa negra, con una textura igual al petróleo—. Su forma de actuar también se vio natural, digna de un lider.

—Asi que de esta forma se ve mi cuerpo desmembrado. —afirmó Jetix viendo su yo muerto falso—. Algo que incluso para un Deadblood es difícil.

Entonces Casandra emerge de la masa hasta tener una apariencia juvenil—. Eso consumió mucha de mi energía, espero haya valido la pena. —comentó dando un toque al hombro de Jetix—. Puedo acompañarte si eso quieres. —dijó la pelirroja a Edgy, tocándole su rostro.

El pelinegro le toma su mano para sostenerla con la suya—. Casandra, Kontorerasu está aquí y confío igual en ti que en Nanami, te necesito aquí. —tales palabras sinceras alegran el rostro de Casandra.

—Estare esperandote, ¿volverás verdad? —preguntó la sucubo preocupada—. Tu debes volver, lo harás ¿si?

—Tu sabes que si, te lo aseguro. —dijó el pelinegro alegre.

Casandra le soltó para empezar a retirarse—. Cuídate mucho. —contestó empezando a subir escaleras.

El ojos verdosos arqueó una ceja—. Era más vieja antes. —comentó confundido.

—Es una larga historia, y problemática diría yo. —comentó el pelinegro con desánimo, entonces nota que sus palabras podrían malinterpretarse—. Me refiero a que ella ha pasado por mucho.

Jetix volteó hacia otro lado—. Si como sea. —dijó con indiferencia.

El profesor Unión entro mientras guarda su teléfono—. Tengo un vehículo preparado, Victor está en Camoja pero nos reuniremos con Seres en Demacracia. —afirmó con seriedad; en tanto, Nanami se acerca llevando la lanza dorada.

—¿Quién o que es un Seres? —preguntó Vanscorpio confundido—. Oigan, no es mi culpa que me tuvieran fuera de la trama. —expresó el ojos verdosos enojado—. ¿Y qué haremos exactamente?

Soni está fatigado, pero decide responder—. Mi hijo, ha sido secuestrado y necesito ayudarlo. —afirmó mirando a Edgy con preocupación.

—Eso no tiene que ver con los Deadblood. —contestó Jetix a secas.

El pelinegro se enoja—. Tiene mucho que ver, es tu oportunidad de redimirte. —afirmó Edgy en un tono amenazante—. O tal vez prefieres volver a la caja. —agregó serio.

Ante tal amenaza Jetix levantó las manos—. Tranquilo autoritario, ya entiendo cómo trabajas. —afirmó el ojos verdosos burlón.

—¿Qué? —preguntó Edgy nervioso—. Yo no—.

—Ya no perdamos el tiempo, si quieren ayudar deben comportarse. —interrumpió el profesor con seriedad—. Si salimos ahora podremos llegar al medio día.

La albina levantó la mano—. Este, creó que en helicóptero podríamos llegar más rápido. —expresó con timidez mientras los tres tipos voltean a verle—. Es que he visto muchos de esos con cargas y...

Unión suspiro levemente mientras saca su teléfono—. No es que no haya pensado en eso. —afirmó mientras parece buscar algo—. Como no hay redes sociales activas, una estación de radio ha estado repitiendo esta transmisión. —expresó encontrando el archivo que buscaba.

Entonces inicia una grabación—. "Si veo cualquier máquina o persona en el cielo, nos vamos a cargar a este hijo de su pu—". —detuvó la grabación para aguardar su aparato.

Por el estrés Unión mueve ligeramente su cabeza—. Las hermanas malditas están en posición pero su fuerte no es la discreción. —afirmó sonando cansado, mientras Jetix hace una expresión de confusión—. También quisiera a gente rápida y que ayude en caso de heridos. —afirmo mirando a Jetix y Nanami despectivamente.

—Bien, por tierra será. —afirmó el pelinegro recibiendo la lanza dorada—. Solo espero no sea tarde.

En el hospital, está Eri parada de pie sobre la ventana—. He memorizado tu mensaje, pasaré por el centro e iré a dónde sea que me digan. —expresó Eri colocándose unas gafas militares.

—Veremos que ella no causé ningún problema. —afirmó Asrieru refiriéndose a Rages—. Se que volverán, pero ten cuidado.

—Te veré luego hermana. —agregó Rugal.

—Recuerda usar las runas. —expreso Redox preocupado.

La sonrisa de la rubia sonríe se combina con unos ojos de preocupación—. Nos veremos luego, pero debemos hablar de tu nombre Redox. —finalizó Eri para saltar del edificio.

Extendió sus alas negras para emprender el vuelo hacia el horizonte—. Si claro. —expresó el mago pelinaranja—. Nunca cambia. —expresó ofuscado mientras pega su cara contra el marco de la ventana.

En tanto, Kevina levanta su rostro con su boca babeando—. ¿Eh? ¿ya es de día? —cuestionó aún adormitada.

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