Suspiro

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Por una puerta apareció Jetix en compañía de Asrieru, el primero está enfadado mientras el segundo muestra entusiasmo. El de la bandana reconoció a su hermana, se le acercó con intención de saludarla.

—Kevina. —dijó Asrieru agitando su mano—. ¿Cómo te fue?

La pelirroja suspiro—. No me quejo, la tuerta ha estado calmada, espero siga asi. —contestó caminando a los dos chicos, entonces miró a Jetix—. Espero no haya resentimientos, ¿o todavía quieres lastimarme?

—Mi instinto sigue diciéndome que eres un Deadblood, puedo controlarme. —respondió el ojos verdosos con los brazos cruzados—. Pero créeme que si llegara a tener la oportunidad, los mataría a todos.

Tales palabras asustan a Kevina—. No te asustes Kevina, el no te hará nada. —afirmó Asrieru viendo serio a Jetix—. Por cierto, ¿Dejaste sola a Rages? —preguntó, llamando la atención del orejas de animal.

—Jamás la dejaría sola, por lo pronto está con Rugal. —contestó la ojos azules sonando relajada—. Hablé con ella y aparentemente no me recuerda.

—Yo no me fiaría de ella, o de ti. —habló Jetix con seriedad—. Los Deadblood's son buenos mentirosos.

Kevina se enoja—. ¿Qué te traes? Ya te he explicado que no soy un Deadblood. —afirmó mirando a Jetix amenazante.

—Si claro, admito que tú actitud no me parece la de un Deadblood. —dijó el orejas de zorro viéndola a los ojos—. Pero dime, ¿alguna vez no has tenido la necesidad de pelear con contrincantes más fuertes que tú? —preguntó, haciendo que Kevina recuerde a su padre—. O ¿Tener la necesidad de derrocar un gobierno o fuerza militar?

La chica retrocedió recordando cuando piso la bandera del reino que su padre dirigía, ante tal reacción, Jetix sonríe al notar que sus palabras llegaron a la consciencia de Kevina.

Asrieru vió a Jetix amenazante—. Por favor, no confundas a mi hermana Jetix. —solicitó enfadado.

—Ganaste la apuesta, así que no haré nada... por ahora. —dijó para entonces alejarse de ambos, con dirección a la mesa de aperitivos—. «Aun no me explico cómo fue que me ganó».

—Las cosas terminaron tal como predije, más o menos. —comentó Asrieru en voz baja mientras se acerca a su hermana—. Si no me equivoco ocurrió una baja.

—Eso significa que no iremos a casa hasta que todo esto termine. —contestó Kevina con desánimo—. Bueno, te apoyaré hasta que el Deadblood muera.

El de la bandana sonrió—. Ya verás que todo terminará bien. —dijó optimista.

—¿Cómo paso en la catarata el año pasado? —cuestionó la ojos azules con enojó.

El chico se rió asustado—. Error de cálculo, apenas entendía al Omnisciente. —explicó nervioso.

Kevina suspira preocupada—. Escucha Julián, no quiero que ningún ser querido muera, sobretodo tu. —expresó con desánimo—. Por eso, confío en que nos llevarás a la victoria.

Tales palabras hacen un nudo en la garganta de Asrieru.

Una soldado está parado a la par de la entrada, entonces Edgy entra soltando un profundo suspiro.

—Parece que no la está pasando bien jefe. —dijó la soldado en un tono serio—. Espero que está fiesta lo anime aúnque sea un poco

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