No fue la gran cosa, es lo mismo de siempre, sujetos malos haciendo cosas de malos, haciendo el mal como recordatorio de la existencia de la corrupción, y yo, yo soy la justicia que castiga todo acto criminal y de cobardía ejercido por estos, agentes del mal.
La bestia respira exaltado, aparentemente cansado pero casi satisfecho. Con ya casi todos los cuerpos destrozados, solo queda el cabecilla sin el cual, nada de esto hubiera sido posible.
El más viejo en una esquina solo puede ver a su gente hecha trizas—. Un momento, oye, ¿por qué yo? —cuestionó mientras la bestia de orejas de canino lo toma de su brazo—. ¿Qué es lo que quieres? —preguntó tembloroso mientras lo tiran al suelo—. Te daré lo que quieras, por el amor de Dios —expresó intentando arrastrarse hacía atrás—. Anda, te la mamo, juego con tus huevos, meteré mis dedos en tu culo. —agregó viendo a su victimario acercarse lentamente—. Te la chupo hasta que te desmayes, anda —sugirió mientras Jetix lo ha forzado a incarse. —. ¿Qué quieres primero? —cuestionó mientras es tomado del cuello—. Ahhh no lo hagas, ¡seré amable contigo! —exclamó como último recurso.
Sin embargo, no importaron los ruegos o los lloriqueos, todos han muerto está noche, este último al haber separado la cabeza del resto del cuerpo.
—Agradece que te di la muerte menos dolorosa, esto será un recordatorio. —expresó girando a la mujer que viste provocativa—. De lo que le pasa a quienes lastiman al ¡prójimo! —exclamó intimidante, para luego caer inclinado al suelo—. Acabaré con todos... nadie se interpondrá y después yo... yo.
En lo que cae adormitado, la mujer se incorpora mientras su cuerpo se cubre con una masa negra que brota de su propio ser. La masa forma traje de tonos rojizos que se amolda a sus medidas mientras las pupilas de sus ojos cambian de forma hasta tener una forma de corazón.
—Kon, oye Kon. —expresó tocando a Contreras con un agujero en el pecho—. ¿Cómo te sientes?
El chico también hace mutar su forma física, cambiando su tono de cabello a un rojizo—. De la fregada, días de planeación se han perdido y ahora. —expresó molestó levantándose mientras la herida en su pecho se cierra.
—¿Lo habrá enviando tu padre? —cuestionó la súcubo de cuerpo curvilíneo—. No sería raro, ¿oh si?
—Se supone que nos alejamos para evitar estos malos entendidos. —expresó el íncubo mientras de su área lumbar baja brota su cola—. Esta oportunidad de demostrar lo contrario se ha-.
Pero son interrumpidos por el ruido de las sirenas que se acercan a la zona, ambos no pueden más que solo verse a los ojos.
Resonaron el paso de varías personas acercándose—. ¡Están rodeados por personal de la GDG fuertemente armados! —exclamó un sujeto a través de un altavoz.
Los tipos van sigilosos rodeando todas las entradas y salidas—. ¿Qué hacemos ahora Casandra? —cuestionó Kontorerasu nervioso—. No quiero encarar a Edgy. —afirmó hiperventilando mientras ve a todos lados.
—Ya, solo cálmate. —respondió la súcubo tomándole de los hombros—. Solo sígueme la corriente, de lo contrario no podré seguir controlando a este... fenomeno. —expresó confundida mirando a Jetix—. Solo, confía en mí.
Kontorerasu al ver a Casandra se pudo tranquilizar también gracias a sus palabras—. Bien, confío en que nos sacarás de esta. —afirmó el íncubo mientras ambos se paran frente a las personas que entran por la puerta principal.
La súcubo Casandra con confianza levantó ambas manos extendidas—. ¡Nos rendimos! —exclamó a viva voz mientras levanta las de Kontorerasu usando su cola.
ESTÁS LEYENDO
Mundos Cruzados
Science FictionTrás la derrota de Damián en la fortaleza del Edén, Edgy ha regresado a la ciudad de Ghoatemala para limpiar a la ciudad de la plaga zombi, sin embargo se entera que una persona esta a punto de ser linchada por un grupo de sobrevivientes debido a su...