Tate amaba su trabajo. No lo hacía por el dinero, sino por su pasión por la edición de libros. Aunque en ocasiones el trabajo podía resultar estresante y agotador, encontraba una gran satisfacción al publicar novelas que tenían el potencial de impactar la vida de alguien.
Y en este momento, él quería que el último libro de Gwendolyn Kelly, escrito por Joy, cambiara la vida de todos aquellos que habían seguido la serie a lo largo de los años.
Por eso, era crucial que revisara el trabajo que había realizado la noche anterior.
Tate se sentó en su escritorio y abrió su portátil para cumplir con la tarea. Había completado la segunda lectura del manuscrito. Todavía le parecía surrealista tener la oportunidad de editar la última novela de la serie, El cazador de pistas.
Él, fanático de la serie durante años, se había preparado cuando su tía le habló de la posibilidad de editar la última novela. Revisó todos los libros para refrescar su idea del tono, el estilo y el arco general de la historia. Esto le permitió comprender el contexto de la novela final y cómo se relacionaba con las anteriores.
La serie clásica de novelas policiales presentaba a Aryn y Meribeth, un dúo dinámico de detectives durante la época victoriana que resolvía horribles asesinatos. Cada libro presentaba una nueva víctima y pistas crípticas dejadas por un astuto asesino que enlazaba cada novela en la serie. Mientras desentrañaban el misterio, también enfrentaban su complicada relación y demonios personales.
En el último libro, la pareja se encontraba en una carrera contra el tiempo para descubrir la identidad de un asesino que amenazaba a Meribeth. Con sus vidas en peligro, debían usar su astucia y experiencia para superar al asesino y detener el juego del gato y el ratón. Sin embargo, a medida que se acercaban a la verdad, descubrían que había más en juego de lo que imaginaban y que el asesino podía ser alguien inesperado.
Revisando sus anotaciones, Tate observó la cronología de las novelas, desde Asesinato en la oscuridad hasta El último testigo, un título adecuado para la conclusión. Joy había escrito una novela vertiginosa y llena de suspenso, que honraba el estilo de su madre. Es más, Tate diría que el libro parecía escrito por la misma Gwendolyn Chapman. Él se preguntaba cómo Joy lo había logrado.
Después de esta segunda lectura, Tate confirmó que la novela tenía potencial para ser un éxito de ventas. Sin embargo, notó que el argumento secundario, el romance entre Aryn y Meribeth, carecía de fuerza y afectaba la evolución de los personajes.
Era momento de hablar con Joy.
Tate caminó hacia la puerta justo cuando ella se detenía en la entrada sosteniendo una maceta entre sus brazos.
—Estaba yendo a buscarte —dijo él.
Joy cruzó a su lado y entró en el estudio.
—¿Qué sucede? —preguntó, colocando la maceta con caléndulas sobre su escritorio.
ESTÁS LEYENDO
Los miedos que guardamos [TERMINADA]
RomanceUna escritora con miedo a salir de casa y un editor compitiendo por un ascenso, deben colaborar para lanzar la novela que podría transformar ambos destinos. ~⋆ ✦ ⋆~ Joy Chapman era una prometedora escritora de libros infantiles, hasta que su mundo s...