PRIMER AMOR

CAPITULO 19

De: Mila
Para: D ❤️

Querido chico de los labios de menta.

Hoy me he permitido viajar en el tiempo y recordar el día en que nos dimos nuestro primer beso. ¿Cómo fue? ¿Lo recuerdas? Yo, sin duda alguna, aún puedo sentirlo en cada fibra de mi ser. Cuando cierro los ojos, puedo revivir ese momento como si fuera ayer, y puedo saborear en mis labios el distintivo sabor a menta que los tuyos poseían. Qué hermoso era perderme en el suave contacto de nuestros labios, como si estuviéramos creando un mundo aparte, solo para nosotros.

Recuerdo cómo tomabas mi rostro con tus manos y, con la delicadeza de un artista, trazabas círculos con tu pulgar sobre mi piel. Era como si cada trazo dibujara una promesa silenciosa de amor y conexión. En esos instantes, nuestros labios se unían en una danza de pasión y ternura, y mi corazón parecía luchar por salir de mi pecho, tan intensa era la emoción que sentía. Con cada beso, me entregaba más a ti, y tú, a tu vez, te hacías un poco más mío. (¿Pero alguna vez realmente fuiste "mío"?)

A diferencia de lo que vemos en películas o leemos en libros, donde el primer beso de los protagonistas es mágico y perfecto, con chispas y fuegos artificiales, lo nuestro no estuvo ni cerca de eso. No porque lo hiciéramos mal, sino porque cuando me besaste, todavía te odiaba un poco, sospecho que el destino aún no acomodaba todas sus cartas en ese momento.¿Recuerdas lo que hice después del beso? Lo siento mucho, pensé que jamás me perdonarías. Pero lo que hiciste después, eso me desarmó por completo. Supongo que siempre tuviste mi corazón desde el principio, incluso antes de que yo me diera cuenta de que te lo había entregado. Y supongo que esa fue siempre tu ventaja, saber que yo estaba en tus manos. Aunque nunca me asustó entregarme por completo, sabía en lo más profundo de mi ser que si en algún momento dejabas caer mi corazón, sería capaz de recomponerme, pero nunca habría aceptado no poder llamarme tuya.

Por cierto, ¿alguna vez tendré el valor de enviarte estas cartas? Lo dudo. Pero lo que sí es cierto es que mi corazón sigue siendo tuyo de alguna manera. No sé si algún día dejará de serlo, y no es que yo lo desee, simplemente es la biología en marcha.

Con nostalgia,

La chica del vestido púrpura.