DE: MILA
PARA: DEANNo hay un momento específico en el que pueda decir exactamente cuándo me enamoré de ti. Fue un proceso gradual, como los colores que se funden en el horizonte al atardecer, mezclándose lentamente hasta formar una obra maestra en el cielo. No fue un fuego avasallador que se encendió de la noche a la mañana, sino una llama que creció con el tiempo, lenta pero constantemente, envolviendo mi corazón y avivando mi alma.
Me pregunto si tus sentimientos también ardieron con esa misma intensidad y si, en algún rincón de tu ser, aún arde esa llama avasalladora.
Sin embargo, hay un recuerdo que permanece grabado en mi mente con una claridad asombrosa: aquel día en que nuestras miradas se encontraron, cuando tus ojos parecían susurrar secretos profundos que solo el corazón puede comprender. En ese instante, me di cuenta de que era inevitable, como el encuentro del sol y la luna en un fugaz eclipse celestial. Si bien estos encuentros son raros, existía un sendero trazado en el universo que nos unía irremediablemente. A veces, me pregunto si habrías preferido que no me enamorara de ti, pero la verdad es que no puedo responder a esa pregunta, pues para mí no había otra senda posible. Estábamos fadados a encontrarnos en esta época, o tal vez en una siguiente, porque, de alguna manera, nuestras almas estaban destinadas a entrelazarse. Como un océano ansioso por verse sometido a la marea de tus emociones, mi playa estaba predestinada a sucumbir ante el poder de tu inundación. Y eso, simplemente, fue nuestro destino, un encuentro cósmico en el que el universo se alineó para que nuestras existencias se encontraran y fusionaran en un abrazo ardiente.
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PRIMER AMOR
RomanceA veces el primer amor no siempre es el primero y en ocasiones tampoco el último......