Me miré en el espejo con una sonrisa traviesa mientras me preparaba para la fiesta de un desconocido a la que Ivy me había invitado. Sabía que era la ocasión perfecta para lucir un atuendo atrevido y llamativo. Rebusque en mi armario y encontre el vestido rojo ajustado que tanto me gustaba, con el escote pronunciado que realzaba mi figura.
Decidi a combinarlo con unos tacones altos de color negro que hacían que mis piernas parecieran interminables. También me puso unos pendientes largos y brillantes que destacaban mi rostro. El maquillaje estaba lleno de destellos dorados y los labios resaltaban en un rojo intenso y seductor.
Me miré una vez más en el espejo y quede encantada con el resultado. Sentía que el atuendo atrevido reflejaba una actitud desenfadada, una máscara claro, todo lo había escogido con sumo cuidado para que no se notara lo quebrada que estaba en ese momento, así que por una noche me olvidaría de mi madre, ya decidiría que hacer con ella luego así que me encontraba lista para disfrutar la noche. Estaba lista para sorprender y divertirme al máximo ya había llorado demasiado.
_¿Sabes que no puedes no puedes ocultar tus problemas para siempre verdad?. dijo mi tía Brenna.
_Al menos me merezco una noche. respidiPodía notar que a mí tía ni le gustaba la idea pero cuando voltie a verla vi algo que me sorprendió, por primera vez parecía cansada, tenia los ojos rojos como si hubiera estado llorando. Me fijé en que en la mesa en la que estaba había abierto un álbum de fotos que nunca había visto, cuando me acerque a verlo ellao cerro de golpe y cambio de tema.
_ Supe que fuiste a ver a mi madre.
_ si, lo hice respondí. aún sorprendida por su actitud.
_ Me da gusto, esa mujer está muy sola. dijo con unas sonrisa que no llegaba a sus ojos.Recordé que Brenna nunca iba a visitar a la abuela y que ella había dicho algo de cometer errores con ella y quise preguntar pero cuando estaba a punto de acerlo el celular timbro y mi tía se despidió dándome un beso en la frente.
Todo eso me lleno de más dudas pero recordé mi plan de no preocuparme por nada este día.
Al salir de casa y llegar a la fiesta, las miradas de admiración de los presentes confirmaron que mi elección fue acertada. Me mezclé entre la multitud, sintiéndome segura de mi misma en el atrevido atuendo.
La noche era cálida y vibrante cuando llegué a la fiesta. La música resonaba en el aire, mezclándose con risas y conversaciones animadas. Luces de colores destellaban al ritmo del sonido, creando un ambiente alucinante.
Al cruzar la puerta, fui recibida por una multitud de personas que reían, bailaban y disfrutaban de la noche sin inhibiciones. El espacio estaba decorado con globos, serpentinas y guirnaldas, lo cual añadía un aire de celebración a la ocasión. El aroma de bebidas tentadoras impregnaba el ambiente, haciendo que la tentación de probarlas se agudizara.
Me encontré con Ivy en medio del bullicio. Su risa contagiosa y su energía positiva parecían encender aún más la fiesta. Me tomó del brazo y me presentó a sus amigos, todos ellos radiantes de alegría y diversión.
Poco a poco, mis preocupaciones empezaron a desvanecerse, al menos temporalmente mientras más alcohol llenaba mi organismo. Dejé atrás mis problemas mientras me unía a la danza de personas que se movían al ritmo de la música. El alcohol fluía libremente, y aunque sabía que no era la mejor solución, me permitía olvidar, aunque fuera por unas horas.
Entre risas y charlas, me sumergí en conversaciones con desconocidos que se volvían amigos instantáneos en este universo temporal de desinhibición. La música se intensificaba, atrayendo a más personas a la pista de baile, donde nos movíamos al ritmo frenético, dejándonos envolver por la euforia colectiva. Pero algo no estaba bien, faltaba algo o más bien alguien.
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PRIMER AMOR
Любовные романыA veces el primer amor no siempre es el primero y en ocasiones tampoco el último......