CAPITULO 25

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De: Mila

Para : Dean

Oh, el tiempo, cuán misterioso puede llegar a ser. He pasado mucho tiempo reflexionando sobre él, tratando de comprender su poder y su influencia en nuestras vidas. Y en medio de mis pensamientos, tus recuerdos siempre encuentran su lugar. Recuerdo muy bien cuando dijiste que tú y yo éramos una bomba de tiempo a punto de estallar. Y estallamos, en tantos sentidos diferentes. Pero también fuimos una explosión gloriosa, una de esas que dejan atrás un rastro de luz que nunca se desvanecerá.

Siempre supe que tú y yo caminábamos por una línea frágil, una cuerda tensa que amenazaba con romperse en cualquier momento. Pero nunca me importó, porque caminaba junto a ti, dispuesto a enfrentar el peligro y abrazar las consecuencias. Me dije a mí mismo que si nuestro viaje juntos llegaba a su fin, si ese era el capítulo final de nuestra historia, lo leería una y mil veces. Disfrutaría cada momento, cada beso robado, cada roce de nuestras almas entrelazadas.

Recuerdo claramente aquellos días en los que nuestras palabras se entrecortaban, nuestras miradas se perdían en el deseo y nuestras manos se buscaban con ansias. Incluso en medio de una oración, interrumpías groseramente mis palabras con un beso ferviente, arrebatando mi aliento y dejándome sin habla. No hay un solo día en el que no añore tus modales descuidados y el contacto cálido de tus manos entrelazadas con las mías. Eran esos pequeños detalles, esas señales sutiles de amor profundo, las que me recordaban lo único y especial que éramos juntos.

Sin embargo, mientras miro hacia atrás, me pregunto qué pensarás de todo lo que vivimos. Recuerdo aquel día en el que, en medio de una discusión acalorada, te dije impulsivamente que te arrepentirías de haberme conocido. Y te reíste, como si eso fuera imposible. Me aseguraste que jamás lamentarías haberte cruzado en mi camino, pero hoy, bueno, nunca he sido capaz de leer la mente de nadie. Aunque puedo apostar a que, en algún rincón de tu corazón, te has dado cuenta de que tenía razón.

PRIMER AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora