Capítulo 4

7K 835 121
                                    

Criston podía sentir el olor a sangre impregnando en su ropa.

Llegaron con prisa a Red Keep donde Aemond guio al mago de nombre Ron hasta la bóveda donde permanecen las damas de la corte.

En un momento, la bruja de cabello castaño apareció con los ojos abiertos de pánico.

—Cerraron el portal y todos regresaron — dijo el mago con Emma en brazos. Su pierna ya no goteaba mucha sangre pero el hueso aún sobresale — Dieron aviso a Madame Pomfrey.

Criston alzó su mirada y vio a la reina Alicent, ella rápidamente ordenó que fuera a buscar a un Maestre. La misma reina abrió la puerta de una de las habitaciones de lo que ella bautizó como La Bóveda de las Doncellas, destinada a hijas de casas nobles cuya estancia en la corte fuera para buscar alianzas matrimoniales.

A Criston le temblaban las manos, su hija estaba aquí, pero desangrándose.

—En la cama, en la cama — chilló la bruja. El mago dejó a Emma en la cama.

Sirius Black entró a la habitación seguido de las otras dos brujas. La señora McGonagall lo tomó del brazo, jalándolo para que saliera.

—Es mi hija, debo estar aquí — dijo Criston a la bruja de ojos oscuros.

—Lárgate que no ayudas en nada — gruñó Black.

Antes que Criston pudiera maldecirlo, el Maestre Orlwey entró con su ayudante.

—Solo uno se quedará — dijo el Maestre — No quiero a muchos incomodando.

—Yo me quedo — dijeron Criston y Black al mismo tiempo.

—Soy su padre — insistió Criston al Maestre.

—Ella no te conoce, eres un extraño — contestó Black muy a la defensiva — En cambio yo, soy su padrino, su tutor. — él sacó su varita — Lárgate o te maldigo.

—¡Sirius Black! — gritó la mujer de cabello rubio.

—Yo me quedaré con Emma — dijo la señorita Granger — Soy su mejor amiga. Y ya he estado con ella cuando ha tenido que estar en la enfermería.

La bruja le chasqueó los dedos al mago pelirrojo, él asintió con la cabeza y tomó del brazo a Black, que a regañadientes salió, al igual que todos.

Criston se quedó apoyado contra la pared mirando la puerta. Black parecía un león enjaulado, caminando de un lado al otro.

—El Maestre sabrá que hacer — dijo la reina. El príncipe Aemond salió con el pelirrojo en espera del sanador de los magos.

—Oh mi cachorra, mi pequeña cachorra — se lamentó Black. La señora McGonagall le frotó la espalda. — James me arrastrará al infierno si algo le pasa a su niña.

Criston apretó los labios, detestaba que Black se refiera a ese tal James Potter como el único padre de Emma. A él se le fue robada la oportunidad de ser un padre, se le arrebataron la oportunidad de criarla.

—¡ Está totalmente demente ! — chilló lo suficientemente fuerte la bruja adentro. Black desesperado corrió y abrió la puerta de una patada.

Criston le sigue. La bruja tenía su varita alzada al Maestre.

—La herida es demasiado grave y hay hueso expuesto — dijo Orlwey — Si no ampuntamos pronto, se infectara y morirá.

—¡ ¿Acaso estas demente ? ! — Criston tomó al Maestre por sus pesadas cadenas

—La chica morirá, Ser — dijo Orlwey — Es necesario amputar la pierna ahora.

—Usted no hará nada de eso — contestó una voz femenina. Criston giró su cabeza para encontrar a dos mujeres, una mujer con una larga túnica beige y en cabello recogido, en su mano llevaba una varita.

Bad Blood  [Cregan Stark ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora