Bad Blood [Cregan Stark ]

Capítulo 31

Emma pidió que los postres quedaron de la fiesta sean repartidos en uno de los orfanatos de Flea Bottom.

Y le dijo a Jace que se encargara de eso.

Era la manera que Emma contribuye a la construcción de imagen como príncipe heredero para Jacaerys. Debían iniciar poco a poco y como lo permitieran los recursos.

Emma bajó de Xanus, su caballo, a la par que Jace también baja de su corcel. Jace escogió un orfanato a cargo de una mujer que tenía la mitad del rostro quemado.

—Señora Baliza — saludó Jace.

—Su gracia — la mujer se inclinó y luego miro a Emma — Mi lady.

—Señora Baliza, Lady Emma Potter — comentó Jace — Hemos traído postres para los niños y esto — sacó una bolsa de cuero y lo entregó a la mano de la mujer – Es para los niños. No es mucho pero espero poder hacer más por ustedes más adelante.

—¿Postres?

—Hoy ha sido mi cumpleaños y quisiera celebrar dándole algo dulce para sus niños — sonrió Emma.

La señora Baliza sonrió y se apartó de la puerta, Jace pidió a los criados que ayudaran a bajar los postres, Emma sabiendo esto de antemano pidió a Astoria que trajera cerveza de mantequilla y zumos de cabazas.

Emma miró el lugar, tal vez traería a Lola o al señor Warren para que inspeccionarán el lugar. Algunas paredes estaban resquebrajadas, hablaría con Jace para ver si podía conseguir algo de fondos para la reparación del lugar.

Si Emma pudiera ofrecer su dinero con gusto lo haría, pero al momento ninguno de los magos tenían un seguro para que su dinero fluyera y tuvieran ganancias, por lo que los únicos que lograron traer sus fortunas pensaban al momento de hacer gastos.

La señora Baliza les indicó en una mesa donde pudieran poner las cosas. Las chicas mayores trajeron garras y cacerolas que vieron mejores días. Emma junto a Jace empezaron a repartir los dulces de manera que alcanzaran para todos, ella hizo un conteo rápido y contó al menos a unos veinte niños.

Astoria servía los jugos o la cerveza de mantequilla.

—¿Eres una princesa? — preguntó una niña con grandes ojos azules.

—No cariño, pero soy una dama — contestó Emma — Mi nombre es Emma.

—Es un lindo nombre y feliz día del nombre Lady Emma — sonrió la niña.

Ella le devolvió la sonrisa y le dio un beso en la mejilla.

Mientras los niños comían el postre, Emma y Jace se dedicaron a hablar con la señora Baliza.

—El septo solía enviar cada mes algo de comida — dijo la señora Baliza — Pero desde que la Septa Maggy murió hace medio año ya no recibimos la ayuda de la fe. Si nos hemos mantenido estos meses fue porque la Septa Hela viene a darnos un poco de sus raciones.

—¿Entonces no ya no tienen financiación? — preguntó Jace.

—Los orfanatos siempre se han mantenido gracias al Septón — contestó la señora Baliza — Solo en comida, no podemos acceder a Maestres para que revisen a los chicos.

—¿No tienen atención médica? — preguntó anonada Emma.

—No mi lady

—Mañana haré que venga una sanadora — dijo Emma — Para que revisen a los niños. En caso que necesiten medicina no dude en acudir a mi.

—Oh mi lady, es usted muy amable.

—Estoy para ayudar en lo que sea — sonrió Emma. Tal vez debería ver quiénes del campamento se podrían adiestrar junto con la señora Carrol para tener a gente más preparada en medicina.