Bad Blood [Cregan Stark ]

Capítulo 33

Le habían dicho que había un duelo en el patio de entrenamiento.

Daemon agarró a sus dos hijos y en el camino se topó con más personas. Entre los magos estaba Black y el sujeto que le recordaba a un cuervo que se llamaba Snape, y la señora McGonagall.

Luego estaba Stark con sus aliados.

La perra Hightower y su sabueso personal. Lady Cole y Ser Gargalen también se unieron al espectáculo.

Todos se quedaron en el balcón que daba vista al patio de entrenamiento.

Ahí estaba su Baela, con el cabello en trenzas apretadas que él mismo tejió esa mañana y luego estaba Emma, la bruja. Tenía todo su cabello oscuro cayendo por su espalda.

En una esquina estaban Luke y Joffrey mirando a las chicas.

—¡Kreacher! — gritó la mocosa. El elfo personal apareció en medio del patio para luego inclinarse.

Ella dijo algunas cosas y luego esa criatura desapareció para aparecer segundos después, le entregó una especie de cinta redonda a Emma. Ella inclinó su cabeza hacia adelante para luego recoger todo su cabello en su mano.

—Es el cabello Potter — dijo Black — Por generaciones han tenido que lidiar con un cabello rebelde. Le he dicho que se le corte para que sea más fácil manejarlo, pero me da una mirada mortal cuando lo sugiero.

—Muchas brujas se enorgullecen de su largo cabello, perro idiota — dijo Snape.

—Como dicta la palabra de la Doncella — agregó Alicent Hightower. Ella por supuesto llevaba su cabello peinado en rizos cobrizos que caían por su espalda.

La hija de Crispín se arregló el cabello en una larga coleta que le rozaba casi la cintura. Ser Steffon les indico a las chicas que irían con espadas de madera para empezar.

—¿Desean usar armaduras de prácticas? — preguntó el hombre con Capa Blanca.

Emma y Baela se miraron por unos segundos antes de negar con la cabeza hacia Ser Steffon. El caballero de la Guardia Real les entregó a ambas espadas de madera, Potter entregó su varita y el anillo que portaba a el elfo que estaba en una esquina.

—¡Recuerda tu postura, mini cornamenta! — gritó Black desde su lugar

Baela y Potter se colocaron en posición. La primera en dar un golpe fue Baela, pero Potter fue rápida y esquivo el golpe, luego ella también lanzó un ataque que Baela detuvo con su espada.

Ambas se atacaron mutuamente, el sonido de las espadas chocando se escuchaban por todo el patio de entrenamiento.

—¿Y Lady Potter ha usado espadas antes en su mundo? — preguntó Cregan Stark.

—Un par de ocasiones — dijo Snape — Mocosa insolente. La primera vez era demasiado flacucha como para sostener la espada de Gryffindor con las dos manos.

—¿Es la espada que carga con ella a veces? — preguntó Crispín.

Las chicas siguieron atacando, ninguna dispuesta a flaquear contra la otra.

—Oh si. La espada de Gryffindor es una reliquia de más de mil años — contó la señora McGonagall — Forjada en plata mágica y por goblins. Fue uno de los fundadores de Hogwarts. Y con el encantamiento que un verdadero Gryffindor podría portarla.

—Y es de Emma — sonrió Crispín — ¿Qué significa ser un Gryffindor?

—Valentía, osadía, temple y caballerosidad — contestó orgulloso Black.

Potter dio un grito cuando Baela le golpeó la mano pero no soltó su espada, su ceño se frunció y parecía sisear como una serpiente.

—Imbéciles impulsos en muchas ocasiones — agregó Snape.

Daemon sonrió ante esas palabras.

—Lady Emma tiene más fortaleza en la defensa que el ataque — comentó Lord Reed.

—Ese siempre fue especialidad con los hechizos — dijo Snape — Escudos potentes. Tiene la tendencia a ser más como una protectora.

Baela le dio un golpe en el estómago y Daemon sonrió ante la victoria de su hija. Pero un segundo después, la hija de Crispin usó su pierna y derribó a Baela, haciéndola caer de espaldas al suelo y apuntó con la espada de madera hacia su cuello.

Daemon frunció el ceño cuando Baela dejó caer su espada riendo y la niña Cole le extendió su mano. Black empezó a aplaudir contento mientras canturreaba "Mi preciosa Bambi, mi preciosa Bambi de ojos esmeraldas"

Baela tomó la mano de la niña Cole y esta la ayudó a levantarse, las dos riendo como niñas de la corte.

—Vaya, si que eres una serpiente — dijo Baela.

—Bueno, antes podía hablar con ellas — rio Cole. — Créeme, a los quince años probablemente te habría abofeteado si me hubieras dicho serpiente.

—Y yo te habría devuelto la bofetada — sonrió Baela.

Las se rieron y entrelazaron sus brazos como si fueran viejas amigas. Daemon miró a Ser Crispin, los dos se fruncieron el ceño.

—¡Sirius! — le llamó Cole a Black.

—¿Sí mi dulce y preciosa cachorra? — dijo Black.

—¿Baela se puede quedar a dormir en el campamento ?— preguntó mini Cole — Es noche de lectura. Vamos a leer una de esas novelas de chicas.

Baela lo miró a él. Daemon vio a su hija sonreírle, esperando que dijera que sí.

—¿Puede ir ? — preguntó Black a Daemon.

—Qué más — se encogió de hombros Daemon — Si le digo que no, probablemente hubiera ido a mis espaldas.

Las dos se emocionaron y se fueron del patio aún con sus brazos entrelazados mientras susurraban cosas.

Daemon no podía creer que su amada hija se estaba haciendo amiga de la hija de Crispín. 

N/a: El mayor miedo de Daemon se volvió realidad. Su hija es amiga de una "verde"