Capítulo 32

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Luego de llorar patéticamente y que Snape le diera una poción para sacar el alcohol de su sistema, Emma se puso de pie nuevamente.

El día anterior fue horrible, estaba vomitando todo el licor de su cuerpo, Sirius le sostuvo el cabello a la vez que le frotaba la espalda mientras ella se aferraba a un balde de madera.

Nunca se había sentido tan patética y asquerosa en su vida.

Se dio un baño en agua fría y se cambió a ropa cómoda. Pantalones de cuero, botas altas y una blusa que dejaba ver sus encantos femeninos. Tenía diecinueve años, era joven y muchos decían que era hermosa. (Años con los Dursley la hacían dudar de esa belleza)

La primera mañana que salió de su carpa, todo el campamento la vio.

—Y los muertos se levantan — dijo Draco sentado junto a Hermione. —Es bueno volver a ver tu cara, Santa Potter.

—Muy gracioso, hurón albino — Emma se sentó con ellos. Neville la rodeó con su brazo alrededor de sus hombros y le dio un beso en el cabello.

—Es bueno que estes mejor — dijo Hermione sirviendo té negro — ¿Estas bien? ¿Verdad?

—Si, Hermione — contestó Emma. Ron llegó con dos platos de desayuno, dejó uno en frente de ella y le guiño un ojo.

Emma empezó a comer, haber vaciado su estomago ayer la hizo despertar con mucha hambre esa mañana. En media hora iría al Red Keep y sabía que le ofrecieran desayuno, pero solo quería la comida de Molly, tenía ese toque a amor de mamá que siempre le gusto.

Lista, se lavó los dientes y se despidió de Teddy dándole un beso en la frente. Ella preguntó por Sirius.

—Fue llamado por el rey — dijo Andy mientras Emma se ajustaba las cuerdas de su botas negras — Minerva está con él. Al parecer los llamaron al Consejo Privado.

—¿Y no sabes para que los llamaron?

Andy negó con la cabeza, Emma rebuscó en su baúl una larga capa roja con detalles en plata. Una de las pocas cosas que recuperó de sus padres fueron algunas ropas de su madre en su época de juventud.

Al parecer Lily Evans tenía una devoción por Stevie Nicks y se demostraba en su ropa. Emma se colgó su bolso escolar sobre su hombro.

Emma salió de su carpa hacia donde estaba Xanus, en el camino robó una manzana.

—Hola, mi amor — acaricio el crin negro de Xanus. —¿Me extrañaste?

Xanus movió su cabeza y Emma llevó la manzana hacia su hocico, su cabello lo comió de un solo bocado mientras ella se subía a Xanus.

Una vez que dejó de comer, Emma tiró de las riendas y se fue del campamento.

Era bueno estar de vuelta, cabalgó hasta las puertas de la ciudad. La dejaron pasar y ella avanzó hasta la fortaleza, pasó por la Calle del Acero viendo a los herreros trabajar, se quedo mirando un rato las cosas pensando en lo que necesitaban en el campamento.

Llevaba tiempo reconstruir Foso Cailin, y Emma debía seguir en sus negociaciones con Lord Stark sobre cuándo marchar al Norte para empezar la construcción de su asentamiento.

Luego se dirigió a Red Keep donde fue recibida por un mozo que trabaja en los establos. Con cuidado le pasó las riendas de Xanus mientras ella se arreglaba la capa.

Caminando por los pasillos, criadas y mozos inclinaban su cabeza llamándola "Mi Lady" , en el camino se topó a Joffrey que estaba junto a Lucerys.

—¡Hermana! — él se soltó del agarre de Luke. Y corrió a abrazarla, Emma se agachó un poco y abrió sus brazos para recibirlo. Joffrey rodeó su cuello con sus delgados brazos, Emma le dio un beso en la frente — ¿Ya te sientes mejor?

—Si, solo era una ligera gripe

—Hermana, buenos días — saludó Luke cuando ella se enderezó — ¿Rompemos el ayuno juntos?

—Por supuesto — sonrió Emma. Ella no comería mucho, tal vez solo tomaría té, pero quería compartir tiempo con sus hermanos pequeños.

Los tres caminaron hacia la habitación de Luke. Los criados sirvieron el desayuno, una amable chica llamada Leti le sirvió té y unos panecillos,Luke empezó a preguntar algunas sobre su ausencia y Emma lo relacionó con gripe.

En un momento la puerta se abrió dejando ver a sus primas, las hijas de Daemon. Hasta el momento había tenido pocas interacciones con ella.

—Lady Baela, Lady Rhaena — Emma se puso de pie e inclinó levemente su cabeza

—Lady Emma — saludaron ambas. Las dos se sentaron en la mesa, donde las criadas trajeron más comida.

—Es bueno verla recuperada— dijo Rhaena.

—Gracias — sonrió Emma.

—Y... — intervino Baela — ¿Sabes usar una espada?

—Un par de veces, no soy una experta — contestó Emma.

—¿Y cuáles fueron esas dos veces?— preguntó interesada Baela.

—Baela, no puedes hacer esas preguntas — la regañó su gemela.

—¿Qué? Tengo curiosidad por el mundo de los magios — se defendió Baela — La idea de que las brujas estudien. A los Maestres de aquí les habría dado un infarto.

—No solo las brujas, las muggles tienen acceso a diferentes niveles de estudio — contestó Emma — En mi época tenían altos grados de estudio. Son mujeres de poder, mucho poder. Por ejemplo, Inglaterra, mi país, ha tenido reinas monarcas.

—¿Reinas? — preguntó Rhaena.

—Si. Mary I, Elizabeth I, Anne I — empezó a enumerar Emma — Algunas que no son reinas, ocupan lugar de poder político. Margaret Thatcher fue Primera Ministra.

—Tu mundo se escucha maravilloso — dijo Baela

—Si, es una pena que por una estúpida secta supremacista de la sangre jodiera al mundo entero — asintió con la cabeza. — Había tantas cosas que quería hacer.

—¿Cómo cuáles? — preguntó Baela.

—Viajar por el mundo — dijo Emma — Explorar lugares. Ir a conciertos, conocer lugares embrujados.

—Suena interesante — sonrió Rhaena.

—Termina de desayunar — ordenó Baela — Tu y yo iremos al patio a cruzar espadas. Quiero ver su fuerza.

Y como toda Gryffindor, Emma aceptó el reto con valentía. ( O estupidez, diría Snape)

N/a: Y regrese de los muertos

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N/a: Y regrese de los muertos. 

Ya termine la carrera con una buena nota.

Bad Blood  [Cregan Stark ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora