La prisión te cambio.

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CHUCK'S P.O.V

Estaba aburrido hasta la médula, no había nadie en esta mini celda, no había compañía más que el polvo del mohoso suelo, la cama dura con base de fierro oxidado y un mini retrete que ni de broma usaría. Mi perfecto y redondo culo se infectaría.

Al llegar al pensamiento de culos redondos pensé en Kira, seguro me esta odiando en este momento, seguro esta ploteando un asesinato poco menos que perfecto, pero vamos, si yo no la hago divertida nadie lo hará. Planeé mi excusa.

"Mira Kira, se que se ve mal en un currículum, pero se vería fabuloso en un currículum dirigido a la CIA. O piénsalo así, puedes contarle a todos esos Nerds el como mataste a un policía, no tiene que ser cierto." Mejor me limito a dejar que me golpee.

Contaba las líneas en tinta que se hallaban en aquella celda, cabe mencionar que estaba asquerosa. Al principio, cuando nos separaron me dieron ganas de llorar, de llorar como un verdadero bebe. Jamás estoy lejos de ella, mucho menos en una situación en la que alguno puede salir violado. Kira se había mostrado indiferente, yo en cambio me sentía sólo e indefenso, a pesar de que dijera casi siempre lo mucho que me gustaría ir a prisión, no me gustaría ir sólo, me di cuenta de lo dependiente que soy de esa chica.

El chillido de la puerta oxidada y una oleada de aire frío me saco de mis pensamientos, de mis pensamientos que gracias a Zeus no llegaron a deprimirme. Era el policía, acompañado de un chico de unos 3 años menor que yo. 19 le calculaba yo.

Si niñas, tengo 22 y Kira 21. Somos ancianos, lo se.

El chico miro al policía con una sonrisa macabra, la verdad me puso los pelos de punta, el policía lo hecho contra la cama de mi celda con cara de poker y nos volvió a encerrar. Quise pegarme a los barrotes y decirle que lo sacara, que estaba bien sólo, pero me hice el duro, como siempre.

-¿La guardería estaba cerrada?-Le pregunte, el chico se giró para verme, su mirada parecía veneno. Tenía unos penetrantes ojos grises y un increíble cabello negro, más negro que la noche, todo eso hacia contraste con su piel pálida. Me pareció ver un poco de diversión antes de recobrar su postura de asesino.

No me contesto, pero me gruño. Ay dios, estoy encerrado con un perro.

-Pues Grr para ti también.-Le dije y luego suspire. ¿Porqué estoy tan sólo? Se qué tengo a Kira, pero no tengo a nadie más, tengo amigos y ligues, pero siento que son relaciones totalmente pasajeras. Que miserable soy. Ay pero soy tan mono, y que actitud tan fabulosa tengo, si,con eso me basta.

-¿Porqué estas aquí? -Me dijo el chico, en cierta forma me recordó al chico del que me hablo Kirs, el de sus sueños, pero no podía ser, este tenía ojos grises.

-Casi mato a un policía.-Trate de decirlo serio, plasmar el temor, pero recordé mi ataque de pánico y como los dos comenzamos a lanzar patadas y como acabamos por huir, sin mencionar que recordé el gordo cuerpo de greenberg cayendo. No pude evitar reír segundos después de decirlo, más sorprendente aún, el chico también río. -¿Y tu?

-Porque mi madre se gastó en el casino la cena de hoy.-No lo entendía, pero me hizo sentir mal. No tenía madre, pero seguro que lo de el no era mejor. -Son unos idiotas, ¿en que les iba a afectar un paquete de pasta preparada? En nada.-Pude ver dolor en su mirada, no el tipo de dolor que te da una pérdida, si no el que te da toda una vida de sufrimiento. Como si estuvieras simplemente cansado y triste.

A decir verdad, se parecía a la mirada de Kira.

-¿Cuándo sales de aquí?-Le dije por lo bajó, lo que me dijo me había afectado, como cuando le hablas a un invalido,cuidando cada una de tus palabras.

6 meses para vivir [Terminada.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora