El sueño y la fiesta.

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ANTES.

KIRA'S P.O.V

El coche frenó frente a la casa vacacional de mis padres, a los cuales les había rogado que me dejaran faltar a sus tan hermosas y cero necesarias vacaciones. Odiaba tener que unirmeles, ya no tenía 16. Tengo 21, estudio literatura y no necesito más estar con ellos. De hecho no quería venir ya que la casa vecina era de mi ex mejor amiga, quien siempre estaba ahí.

Bajé del coche antes de que mi madre o mi padre me dijeran algo, tomé mis maletas y seguí el mini pasillo que llevaba a la puerta frontal de mi casa, traté de que nadie, absolutamente nadie me viera. El que me vieran en pijama de nubecitas rosas no era parte de mi bucketlist. Claro que soy la broma personal de dios y alguien me vió, y no sólo alguien. Mi ex mejor amiga y su hermano.

Nada de esto hubiera sido tan malo si no me hubieran visto, pero lo hicieron, y también mis padres los vieron a ellos (lo malo era que mis padres no sabían que ya no nos hablabamos). Ay no.

Los ojos de Ethan brillaron en reconocimiento y una sonrisa un tanto boba se dibujo en su rostro-puse una mueca de cinfusión- luego tocó a Leah quien me daba la espalda para que me viera. El problema fue que Leah me abrazó, y me habló como solía hacerlo. Justo ahí capté que mi cuerpo era el que tenía a los 19, por dios, tenía 19 otra vez. Las escenas pasaron en mi cabeza fugaces . Ethan abrazándome por la cintura, susurrándome cosas mientras yo trataba no reír para no ser atrapada, subiendo por las escaleras traceras de la casa de vacaciones de mis padres.

"Creo que no has captado que en pijama o en vestido me encantas.." Escuché la voz de Ethan susurrando contra mi nuca mientras yo trataba de seguir corriendo, me apenaba que me viera en fachas. Millones de recuerdos y sentimientos llegaron a mi como ola, pero entonces sentí una vibración, como un temblor. A eso le siguió una luz, tan brillante que la figura de Ethan comenzó a desvanecerse".

Me senté en la cama con el corazón aún enternecido, con la respiración agitada y con una melancolía enorme en mí, ustedes pueden llamarlo: deseo.

Resulta que aquél temblor había sido mi celular que vibraba con fuerza sobre mi mesa de noche. Iba a contestar, pero entonces me di cuenta de que había sido sólo un sueño. Incluso las personas habían sido un sueño, yo no conocía a ninguna Leah, mucho menos a alguien como Ethan.

Salí de mis recuerdos y aún atontada respondí al teléfono, por lo que ví era Chuck quien llamaba. No había nada que me dijera cómo es que en este planeta puede haber algo importante que decir como para que te despierten a las 2 de la mañana.

-Trataba de dormir chuck.-Dije dando un resoplido, Chuck era de mis mejores amigos, de los únicos para ser exactos. Y no precisamente porque yo sea una marginada, sino porqué la gente tiende a ser odiosa, o yo poco tolerante. Me quedo con la primera opción.

-No trates más, hay fiesta en mi casa- gritó sobre la música que se escuchaba de fondo-y, no es por presumir Kira, pero esta fiesta esta DI-VI-NA.-Dijo Chuck elevando unas octavas su voz en la última frase, admito que reí un poquito. No es que sea amargada chicos, en verdad que no. Solo que no me da risa todo, no soy como los estúpidos personajes de los libros juveniles-mataneuronas que se carcajean de todo.

-No me dejarás dormir hasta que te diga que sí, ¿Verdad? -Pregunté con pesadez y resoplando. Yo en verdad quería volver a mi hermoso sueño donde alguien me decía lo linda que soy y yo no entraba en pánico. Tampoco es que no crea en el amor sólo porque me rompieron el corazón, pero, simplemente para mí el amor ya no existe.

Bueno, sé que el amor existe, sólo que no creo que sea para mí.

-"Formar parte de la sociedad es un fastidio, pero estar excluido de ella es una tragedia"-. Dijo mi amigo citando a uno de sus personajes favoritos.

6 meses para vivir [Terminada.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora