Alan
Me desperté en una habitación todo desorientado. ¿Qué coño había pasado? ¿Dónde estaba Sara?
Joder, me dolía la cabeza a horrores. Incorporarme en la cama, de repente, como un martillazo sobre mi cabeza, los recuerdos vinieron de golpe, el hospital, Sara, el hombre, y de luego.. nada.
Tenia que averiguar lo que había pasado, y lo haría ahora mismo. Sin importarme las vías conectadas en mi piel, me levanté de la camilla i emprendí el rumbo a la salida.
- ¿Pero que hace señor?, se esta haciendo daño, no puede salir de este hospital.
-Puedo hacer lo que me de la gana.
-Señor Alan, se lo digo por su propio bien.
De golpe la puerta se abre apareciendo Luck por ella.
-Joder tío, no sabes como me habías asustado - dijo abrazándome
-Tienes que ayudarme, Sara....
-Tranquilo hermano, la investigación ya esta en marcha, mientras tu estabas en coma, he investigado todo lo que he podido, y estoy apunto de averiguar donde esta. Por cierto , aquí tienes el papel del alta, al enterarme de que habías despertado, supe que querías irte ya de aquí, e irte a casa para investigar.
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Una vez en casa, pasaron las semanas en las que investigamos el posible paradero, y Luck me explicaba todo lo que había descubierto:
Scott había sido el que lo había orquestado todo junto su hermana Ruth. Ruth, esa hija de puta, había conseguido el puesto de enfermera de la madre de Sara. Con el tiempo la fue envenenando hasta mandarla al hospital, ese sola había sido su primer paso, porque todo eso solo era para que nosotros fuéramos al hospital, y allí secuestrar a mi princesa. Scott había contratado a un grupo de mercenarios para hacerlo. Primero de todo se encargo de matar el mismo a mi cuñada para que no hubiera cabos sueltos. Y luego espero a que mi princesa estuviera sola con su madre, para enviar a los mercenarios para que me drogaran y me dieran una paliza brutal, lo suficiente para matarme, o al menos para dejarme en coma 11 meses. A continuación todo les fue rodado, solo tuvieron que salir del país y desaparecer, hasta ahora, porque sí, ya sabíamos donde estaban, y iba a ir a por ella esta misma noche.
....
Los agentes de SEAL, ya estaban preparados, al igual que el todoterreno y el helicóptero para ir a esa puta isla.
Tras un trayecto de 8 horas en el todoterreno, y unas 6 horas en helicóptero llegamos a la isla.
Me ajuste el chaleco antibalas y sujeté el arma con fuerza, iba a meterles un tiro en la puta cabeza, tanto a Scott, como a Ruth. Los SEAL dieron la orden, todo estaba despejado, y ya podíamos entrar en la pequeña mansión. Ellos entraron primero revisando que no hubiera peligro, todo parecía bastante tranquilo, solo se oían nuestras respiraciones. Fue un error creer que todo era tan fácil, de la nada aparecieron como 15 hombres, no tenia ni idea de donde habían salido.
Todo se volvió un caos , los tiros iban de una parte a otra, era una masacre, los cuerpos caían como moscas. Por suerte mi equipo parecía estar más preparado que el otro, y poco a poco solo quedamos nosotros.
Al subir a la segunda planta fuimos abriendo puerta por puerta hasta que dimos en la correcta. Uno de los mejores hombres del grupo descubrió una habitación secreta detrás de una gran estantería. En esa amplia habitación se encontraba mi pequeña princesa, por fin, la había encontrado no iba a soltarla nunca.
Me acerque lentamente a ella, sin hacer ruido, no iba a ser que hubieran más enemigos cerca, pero ella empezó a gritar.
- Tranquila princesa, soy yo - le dije quitándome la mascara.
-NOO, no, te acerques, no se quien eres - dijo empezando a llorar.
Un frio desagradable invadió mi cuerpo, y un nudo se formo en mi garganta. No podía ser, mi pequeña no me hubiera olvidado, ella no. Estoy seguro que le han echo algo. Ella me quería, me quiere, al igual que yo a ella. Y estoy seguro que ese sentimiento no se desvanece de un tiempo para otro, no al menos esa conexión que teníamos ella y yo.
Para un momento a otro Ruth y Scott aparecieron en la habitación luciendo sorprendidos, se creían que esos mercenarios iban a matarnos.
-Mierda - oí susurrar a esa zorra.
-Esto se ha acabado, alejaros totalmente de ella y rendiros, no tenéis nada que hacer.
-¿Daddy quienes son esos? - le pregunto a Scott. Ahora lo tenia claro, le habían lavado el cerebro.
-Nadie a quien temer conejita, ven acércate, y ven con Daddy y Mommy- dijo lo ultimo mirándome con desafío.
Intente evitar que se acercara, pero ya era demasiado tarde, el miserable la tenia sujeta de la cintura mientras. El capullo le susurro algo al oído a la hija de puta, y esta saco un navaja, ¿¡que!?, ¿¡que cojones!?.
-Aléjate ahora mismo de ella o te pego un tiro en la cabeza zorra.
-Hazlo, pero antes muere ella, crees que eres lo suficientemente rápido. Jajajaja.
Scott le susurro algo al oído a mi pequeña, la cual parecía estar aturdida por todo lo que estaba sucediendo.
-Iros y nadie saldrá herido.
El cuerpo inerte de Ruth callo al suelo como un saco de piedras. Y el grito de mi bebe retumbo en la sala. A continuación todo paso muy rápido Scott cogió a Sara en brazos poniéndole la navaja en la garganta.
-Alejaros, no quiero hacerle daño a ella, no más del necesario - dijo Scott con los ojos rojos de sangre.
-Daddy suéltame, no me siento bien - y paso lo que más miedo me daba. Entre forcejeos Scott le clavo la nava en el pecho causando que la sangre saliera a borbotones.
No me lo pensé dos veces, le metí dos tiros a el gran hijo de puta y fui corriendo hacia mi princesa.
-Ayuda, JODER, traer el equipo médico.
......
Hacía 6 horas desde que habíamos llegado al hospital más cercano y mi pequeña había entrado en el quirófano. La incertidumbre me estaba matando, no podía más.
-¿Señor Alan? - pregunto un doctor con la bata llena de sangre. No era capaz de articular ningún sonido, de solo pensar lo que iba a decirme, así que solo pude asentir - Lo lamento mucho, la señorita Sara a muerto, había perdido demasiada sangre, y no pudimos detener la hemorragia.
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YES DADDY
RomanceCuando a la madre de Sara le diagnosticaron cáncer, para pagar los gastos, empezaron a vender los objetos valiosos de la casa que no se llevo su padre al abandonarlas, ya que con el sueldo de la madre no bastaba. Al principio el tratamiento fue bi...