Alan
Me llamo Alan y tengo 25 años.
Mi piel es un poco morena , por cierto tengo un tatuaje en el pecho. Bueno a lo que iba, tengo los ojos verdes y unos buenos labios según las chicas.
Vivo en un gran chalet en la ciudad , y todo es gracias a mi empresa de coches de lujo, entre otras cosas como hoteles, restaurantes, etc.
Mis relaciones no me han ido muy bien. Todas han sido unas interesadas, y ha las que les he podido gustar un poco, no les justan las relaciones "ddlg" o "abdl".
....
-Buenos días señor Alan, ¿Cómo está?
-Como siempre Carla, no he dormido mucho – dijo sentándome en la isla de la cocina.
-¿Pero señor, no se ha tomado los somníferos que le receto el doctor González ?
-No, no me justan, me entorpecen.
-Pues señor, espero que con este desayuno pueda recuperar parte del sueño – dijo poniéndome dos tostadas con mermelada, junto un poco de beicon con fruta, y un vaso de leche.
-Muchas gracias Carla, ya puedes descansar.
Al terminar de comer, lo puse todo en el lavaplatos, y subí a mi despacho a trabajar un poco.
...
-¿Hola?
-Eyy cuanto tiempo Alan, ¿Qué tal?
-Eee, que tal Luck, estoy bien, ¿esta todo correcto?
-Sí, solo quería decirte que un amigo mío quiere hacer negocios contigo.
-Pues muchas gracias, te debo una.
-Tranquilo, no es nada, os he organizado una reunión pero tendrá que ser en su empresa.
-De acuerdo, ¿Cómo está la pequeña Laura?
-Está bien, la tengo al lado , bueno te dejo, que voy a bañarla.
-De acuerdo adiós.
-Adiós y espero que nos veamos pronto.
Tras varias horas de charla con el amigo de Luck, ahora también mi nuevo socio, llamé a Carla para que no me hiciera la cena, ya era demasiado tarde.
Al salir del restaurante, estaba demasiado cansado , así que decidí tomar un atajo. Abrí la ventana para que el aire entrase y así poder despejar mi mente. Estaba disfrutando de la suave brisa, cuando unos gritos de auxilio llegaron a mis oídos.
Había un grupo de chicos y una chica, uno de ellos estaba encima de ella manoseándola, a pesar de que ella lloraba y suplicaba que la soltaran. Intentaba moverse pero los capullos no la dejaban moverse.
Rápidamente fui a ayudarla.
-¡Que no la habéis oído, os ha dicho que la soltéis hijos de puta!
-Vete a la, si quieres vuelve luego, te dejaremos las sobras – dijo el que estaba encima de ella, haciendo reír todos sus amigos . Pero esas risas terminaron cuando de un tirón saque al imbécil ese de encima de la chica.
Saco una pistola que tengo siempre por seguridad y apunte a los que la gilipolloas sujetaban. Estos rápidamente se fueron y dejaron solo al imbécil que estuvo encima de ella, cobardes de.
Estaba apuntando al que había estado encima de la pequeña, cuando la cogió del pelo y la usó de escudo.
-Si disparas morirá.
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YES DADDY
RomanceCuando a la madre de Sara le diagnosticaron cáncer, para pagar los gastos, empezaron a vender los objetos valiosos de la casa que no se llevo su padre al abandonarlas, ya que con el sueldo de la madre no bastaba. Al principio el tratamiento fue bi...