2

14.3K 554 92
                                    


Alan

Me llamo Alan y  tengo 25 años. 

Mi piel es un poco morena , por cierto tengo un tatuaje en el pecho. Bueno a lo que iba, tengo los ojos verdes y unos buenos labios según las chicas.

Vivo en un gran chalet en la ciudad , y todo es gracias a mi empresa de coches de lujo, entre otras cosas como hoteles, restaurantes, etc.  

Mis relaciones no me han ido muy bien. Todas han sido unas interesadas, y ha las que les he podido gustar un poco,  no les justan las relaciones "ddlg" o "abdl".

....

-Buenos días señor Alan, ¿Cómo está?

-Como siempre Carla, no he dormido mucho – dijo sentándome en la isla de la cocina.

-¿Pero señor, no se ha tomado los somníferos que le receto el doctor González ?

-No, no me justan, me entorpecen.

-Pues señor, espero que con este desayuno pueda recuperar parte del sueño – dijo poniéndome dos tostadas con mermelada, junto un poco de beicon con fruta, y un vaso de leche.

-Muchas gracias Carla, ya puedes descansar.

Al terminar de comer, lo puse todo en el lavaplatos, y subí a mi despacho a trabajar un poco. 

...

-¿Hola?

-Eyy cuanto tiempo Alan, ¿Qué tal?

-Eee, que tal Luck, estoy bien, ¿esta todo correcto?

-Sí, solo quería decirte que un amigo mío quiere hacer negocios contigo.

-Pues muchas gracias, te debo una.

-Tranquilo, no es nada, os he organizado una reunión pero tendrá que ser en su empresa.

-De acuerdo, ¿Cómo está la pequeña Laura?

-Está bien, la tengo al lado , bueno te dejo, que voy a bañarla.

-De acuerdo adiós.

-Adiós y espero que nos veamos pronto.

Tras varias horas de charla con el amigo de Luck, ahora también mi nuevo socio, llamé a Carla para que no me hiciera la cena, ya era demasiado tarde.

Al salir del restaurante, estaba demasiado cansado , así que decidí tomar un atajo. Abrí la ventana para que el aire entrase y así poder despejar mi mente. Estaba disfrutando de la suave brisa, cuando unos gritos de auxilio llegaron a mis oídos.

Había un grupo de chicos y una chica, uno de ellos estaba encima de ella manoseándola, a pesar de que ella lloraba y suplicaba que la soltaran. Intentaba moverse pero los capullos no la dejaban moverse.

Rápidamente fui a ayudarla.

-¡Que no la habéis oído, os ha dicho que la soltéis hijos de puta!

-Vete a la, si quieres vuelve luego, te dejaremos las sobras – dijo el que estaba encima de ella, haciendo reír  todos sus amigos . Pero esas risas terminaron cuando de un tirón saque al imbécil ese de encima de la chica.

Saco una pistola que tengo siempre por seguridad y apunte a los que la gilipolloas sujetaban. Estos rápidamente se fueron y dejaron solo al imbécil que estuvo encima de ella, cobardes de.

Estaba apuntando al que había estado encima de la pequeña, cuando la cogió del pelo y la usó de escudo.

-Si disparas morirá.

YES DADDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora