YES DADDY

8

Sara

Me lo pase muy bien jugando con los peluches, espero que Daddy al final me compre el peluche que quiero, luego de que Daddy me bañara me sentó en el sofá mientras que el terminaba la cena. Enciendo la televisión, la mitad de los canales tienen control parental, resoplo buscando canales hasta que encuentro unos dibujos que me llaman la atención, creo que se llaman Los Pingüinos de Madagascar.

Veo atentamente la pantalla cuando veo que Daddy toma el mando y apaga la televisión, me toma en sus brazos y luego me coloca en la sillita de bebes. Daddy vuelve a la cocina pero cuando regresa me pone delante un plato de puré que no tiene buena pinta.

-Daddy, no quiero esa cosa –aparto la cara para que no pudiera darme el puré.

-Pero bebe si está muy rico – dice extendiendo su cuchara hacia mi.

-No, seguro que no, no tiene buena pinta – digo negándome otra vez.

-Princesaaa – dijo elevando el tono.

-No Daddy, por que no te lo comes tu – le pregunto con la esperanza de que de comer otra cosa.

-Porque yo voy a comer después.

-¡No, no quiero comerme ese purés!

-Vamos,.. – volvió a intentar fracasando en el intento.

-Es que no me justara...

-Sí que te justara es de verduritas y de queso.

-Egg, el queso no me sienta bien – digo recordando una veces que probé un queso y me sentó muy mal, sin embargo la leche no me sentaba mal.

-No me mientas, sabes que no me justan las mentiras.

-Pero es verdad Daddy – digo haciendo un puchero.

-Mira me estoy hartando, o te lo comes o te voy a castiga, es la última advertencia.

-¡No! – digo pegando un manotazo a la cuchara, esta cayó al suelo haciendo que parte del puré manchase los zapatos de Daddy.

-Mira ya me he hartado – se levantó bruscamente y abre un cajón de la cocina.

-¿Qué qué es eso Daddy?

No me contesta y en un movimiento rápido me ata las manos a la silla. Cuando termina de darme de comer el puré que no me justo para nada, me carga en brazos y me lleva para arriba. Oh noo, estábamos yendo hacia su habitación, eso significaba que me iba a castiga. Me dejo en la cama y se fue de la habitación, pasaron unos minutos y volvió a entrar en la habitación. Me volvió a coger en brazos y me llevo hacia mi habitación, pero se veía distinta, ya no tenía mis peluches y ningún juego que había.

-Como ves te he quitado todos los juguetes, te estas portando mal y eso no es correcto en un bebe, así que he decidido quitarte los juguetes para que aprendas a comportarte, y mañana empezaremos incluyendo cosas como el chupete, el biberón y demás cosas – dijo con la voz neutra.

-Pero Daddy dijis jiste que que iríamos despacio.

-Tienes razón, pero tú también me prometiste que te ibas a portar bien y no lo estás cumpliendo...

-Lo siento Daddy – dije agachando la cabeza.

-No bebe, no me vale que me pidas disculpas, tienes que comportarte como la buena bebe que sé que eres – suspiro y cogió aire – ahora duerme.

-Pero Daddy no vas a taparme.

-No – dijo cerrando la puerta.

Me sentía triste, no quería que Daddy se enfadara conmigo, pero tenía motivos, sé que me porte mal en el centro comercial, pero no todo fue culpa mía, también la tuvo ese hombre malo y lo del puré primero era porque tenía una pinta muy mala, pero enserio que al final era que no me lo quería comer por el queso.

Finalmente me quede dormida; pero un fuerte dolor de barriga me despertó, intente ponerme de lado, como muchas veces me había dicho mama cuando era pequeña, pero nada, me seguía doliendo, a los segundos notaba que me estaba costando un poco respirar y la garganta me estaba ardiendo por dentro. Me levante, pero me maree y tuve ganas de vomitar; intente que se me pasara, ya que Daddy estaba enfadado y no quería molestarlo.

Comencé a llorar ya que me estaba doliendo mucho la barriga y cada vez se me dificultaba más respirar, aparte las náuseas cada vez eran más fuertes . Se oyó un fuerte golpe y era Daddy que había abierto la puerta bruscamente.

-¿Qué te pasa bebe? Dijo alarmado

-Me..me duele mucho la..la barriga – dije mientras lloraba.

-Vamos bebe – me subió en sus brazos y tuve que taparme la boca con la mano para no vomitar – intenta tranquilizarte vamos a ir al hospital.

Daddy me tenía en brazos mientras llamaba a alguien gritándole cosas. Daddy me hablaba pero no entendía nada de lo que me decía, veía las cosas borrosas i cuando me hablaba era como si sus labios se movieran pero no emitieran ningún sonido. No me di cuenta pero ya estábamos en la parte trasera de un coche delante había lo que parecía un hombre y detrás estaba Daddy acunándome en sus brazos mientras me acariciaba el pelo y me susurraba cosas en el oído que no lograba escuchar.

Me dolía un poco la barriga pero el dolor había disminuido notoriamente, abrí los ojos poco a poco ya que había mucha luz en la habitación. Cuando al final pude abrir los ojos vi que no era la mía, esta era más pequeña, era de color amarillo claro, bastante bonito, con pequeños dibujos en la pared. Intente levantarme pero me di cuenta que llevaba una mascarilla de ventilación, intente quitármela pero note un pinchazo en mi brazo, me gire hacia esa dirección y vi que tenía una aguja conectada a un tuvo en el brazo . Gire la cabeza hacia la otra dirección y vi a mi Daddy sentado en un sillón.

Con un poco de esfuerzo logre quitarme la mascarilla.

-Daddy – dije suavemente ya que tenía la seca.

-Carraspee y lo volví a llamar – Daddy.

Se levantó rápidamente hacia mí y comenzó a abrazarme y darme besos por toda la cara

- Bebe no sabes que susto me has dado – y volvió a repartir besos por mi cara.

-Jjajaja Daddy me haces cosquillas.

-Como estas bebe, te duele algo, quieres algo, dos segundos que llamo al doctor para que venga.

-Vale Daddy – se acercó y me dio un beso rápido en los labios para salir rápidamente de la habitación, creo que no paso ni un minuto y Daddy volvió con un doctor y una enfermera que miraba demasiado a Daddy.

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