*Isaac*
El domingo desperté y me alisté, no tenía motivos para hacerlo pero me hacía sentir que estaba haciendo algo, me senté ya vestido en mi escritorio para hacer una lectura exageradamente larga que me asignó un tutor, lo único normal en mi vida era que todavía tomaba clases, aunque ahora eran en casa y no tenía que interactuar con mis maestros salvo por correo para mandar mis trabajos y recibir calificaciones. Sentado en mi escritorio sentí como estaba algo soleado, no sabía por qué mi escritorio estaba enfrente de mi ventana, era estupido darle una vista a quien no podía apreciarla. Oí ruido en la parte de abajo de la casa y me acerqué a la puerta para oír, escuché a mamá hablar con alguien pero no sabía con quién.
—...Creo que no quería que lo vieras deprimido...— Oí a mamá decir ¿hablaba de mi? Maldita sea. Odiaba que le dijera a los demás cómo me sentía ¿A quién le va a importar como se siente un inutil ciego? me aleje de la puerta para volver a sentarme aunque ya no me podía concentrar, me levanté de la silla para cerrar la cortina cuando cerca de mi mano sentí un aleteo, me aleje asustado volteando a ver en todas direcciones para ver si podía distinguir qué demonios había entrado en mi cuarto, un segundo lo vi en mi escritorio y cuando intente empujarlo termine tirando todo lo que estaba ahí de pronto lo sentí cerca de mi cara intente alejarme y sin darme cuenta caí de espaldas con algo y ahora estaba peleándome con algo que ni siquiera sabía lo que era. De pronto alguien entró a mi cuarto y me tomó del hombro.
—Ey ey, soy yo, no te preocupes—dijo la voz de Victoria en un tono calmado.
—¿Victoria?
—Te dije que volvería ¿no? — No pensé que volvería hoy, tal vez en la semana pero no esperaba que quisiera verme.
—no pensé que vendrías ahora...
—¿Quieres que me vaya?
—No no no solo que no es- no es buen momento
—Si ya vi, ¿interrumpí tu pelea con este pequeño? —La vi moverse enfrente de mí —No te preocupes era solo un pájaro, creo que entró por tu ventana— Me sentí estupido por un momento, si tuviera mi vista solo me habría sorprendido y lo hubiera sacado rápido.
—Ah con que eso era—Intente decir con humor, ella alzó mis manos y puso al pájaro en ellas, lo acerque a mi rostro para ver si podía ver su color al menos pero no reconocí ninguno.—Es vergonzoso... —
—No digas eso, a mi también me hubiera dado un infarto si algo entra volando por mi ventana—Me dio una mano para levantarme y pusimos al pájaro en la rama de un árbol desde mi ventana, ni siquiera sabía que había un árbol ahí.
—¿Hablaste con mi mamá?— pregunté sentándome en mi cama.
—¿Nos oíste?
—No del todo pero te... ¿te contó porque tuve mi accidente? —No quería que supiera todavía, y si mamá le había contado cómo me sentía al menos yo me quedaba con el derecho de cortarle o no de mi accidente.
—No pero... lo siento, yo no sabía que estabas tan afectado por... tu accidente
—La culpa no es de nadie, pudo pasarle a cualquiera solo que está vez me paso a mi—Quise sonar maduro aunque ya no tenía caso fingir que no me importaba.
—Pero... ¿Qué fue lo que pasó?
—Si no te molesta, prefiero decírtelo otro día, no me gusta mencionarlo
—Si lo siento
—Está bien, es todo, se acabó mi vida—Tal vez le sonó deprimente que mi vida se acabara a los 17 pero esa era la verdad.
—No, no es cierto
—No tienes que mentir...
—Pero si no son mentiras. Isaac tu vida no se ha acabado, sólo tienes 16-
—En realidad 17...
—¿¡Ves?! Tienes muchas metas por cumplir y muchas experiencias que vivir. Sigues teniendo una vida— Ella se puso de rodillas frente a mí, tomaba mis manos y hablaba como si me quisiera motivar.
—No es tan fácil Victoria...
—No tiene que ser difícil, déjame ayudarte
—¿Qué?
—Si, déjame ayudarte a seguir adelante— En ese momento me levante, lo sabia ella tambien me tenia lastima.
—No victoria. Si estás aquí por lástima quiero que te vayas, no necesito la lástima de nadie
—¿¡Por qué crees que te tengo lastima?! Isaac no todo el mundo te ve de esa forma
—¿Entonces cómo me ves tú?
—Te veo como a un idiota— Okey, esta vez fui yo el que lo arruino. Victoria no se merecía me enojo por algo que no hacía —¿eso querías oír no?— Me volví a sentar y ella se sentó a mi lado.
—No... No Victoria. Perdón es que... olvídalo...
—Tal vez no muchos te lo digan, pero si quieres que los demás no sientan lastima por ti debes dejar de verte de ese modo a ti mismo—Era cierto, al menos agradecía que no me tratara diferente, habia gente que por la misma lastima no me decía si era un idiota o no.
—Si tal vez-tal vez tengas razón—dije volviendo a bajar la cabeza.—lo siento—
—Está bien, ¿quieres hacer algo?
—Umm si claro ¿tú que quieres hacer? —cambié mi tono de voz rápido para que no siguiera esa pequeña discusión.
—¿Qué tal limpiar el desorden de tu amigo pájaro?
—¿se ve tan mal? — ella rio y levantamos lo que tiré por accidente, le conté de mis clases y ella no opinó nada al respecto, creo que porque no quería volver a pelear. Cuando terminamos nos acostamos en mi cama y hablamos de musica y peliculas que nos gustaban claro que tenia bastante tiempo que yo no veía una pero me gustó hablar de eso como si mi ceguera no importara, pasamos creo que horas hablando y riendo y ese tiempo disfrute olvidar mi condición.
—Oh me-me tengo que ir— dijo ella levantándose de pronto.
—¿Pasa algo?— me senté en la cama.
—No nada solo, quede con una amiga para hacer tarea, pero mañana nos vemos ¿si?, bueno, yo te veré
—Muy graciosa, déjame bajar a abrirte la puerta, comediante—me levanté y acerqué a donde guardo mis zapatos para bajar a abrirle la puerta a Victoria.
—Oh no tu mamá me puede-
—No ella está en el jardín, yo te abro—Podía oírla en el jardín regando plantas.
—¿Cómo sabes que tu mamá está en el jardín?
—Puedo oírla caminando y regando plantas
—Wow no sé si estoy sorda o si ahora tienes superpoderes —me reí de su comentario porque a pesar de tener mejor oído seguía chocando con cosas.
—Dudo que sea la segunda porque en ese caso creo que un superhéroe que choca con todo no sería tan popular, ven— Bajamos y nos despedimos en la puerta, ella volvió a prometerme que vendría mañana y otra vez se despidió con un beso en mi mejilla, la oi irse y luego decidí sentarme en la entrada de mi casa, y como tenía puestos mis lentes decidí solo cerrar mis ojos y escuche todo lo que sucedía a mi alrededor, oía a mamá regando plantas y sentía el piso moviéndose por algunos coches que pasaban. Y por un momento me sentí como todos los demás porque según lo que sentía, no me perdía de nada.
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Vidas Cruzadas
Teen FictionIsaac y Victoria fueron amigos de pequeños pero se tuvieron que separar por varios años, eso no impidió que Victoria siguiera pensando en Isaac todos esos años. Isaac ha tenido unos años difíciles pero una vez reencontrándose con Victoria tal vez su...