Isaac y Victoria fueron amigos de pequeños pero se tuvieron que separar por varios años, eso no impidió que Victoria siguiera pensando en Isaac todos esos años. Isaac ha tenido unos años difíciles pero una vez reencontrándose con Victoria tal vez su...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Desperté y estuve vestido y listo a la 1 de la tarde, cuando me di cuenta Victoria ya estaba en la puerta de mi casa y subimos a mi cuarto, nos sentamos en mi cama y comenzamos a hablar, era sencillo hablar con ella, podíamos hablar de las cosas más simples y aún así era una buena conversación.
—¿Tu mamá no se enojó por lo de ayer? —pregunte.
—¿Por qué?
—Por la hora a la que llegaste
—Ah no, bueno sí se enojó un segundo pero luego lo olvido. Creo que lo que la hizo desconfiar es que tú eres un chico
—¿Eso qué tiene que ver? ¿No tienes más amigos hombres?
—Claro que tengo, pero no me llevo tan bien con ellos como para, no sé, pasar tanto tiempo con uno
—¿Por qué?
—No sé, honestamente eres el único chico con el que me siento 100% cómoda
—¿En serio? ¿Qué no has tenido novio o algo? —Ella suspiro.
—No, me gustó un chico hace año y medio pero no funcionó, yo no le gustaba a él. Pero no lo entenderías, alguien como tú tiene suerte en eso
—¿Alguien como yo? —le pregunté sin saber de lo que hablaba.
—Pues sí alguien lindo—dijo como si la enojara admitirlo y por su tono de voz asumí que incluso se sonrojo al decirlo..
—¿Crees que soy lindo? —Pregunté con un tono burlón y sentí como se puso nerviosa.
—O sea, eres... convencionalmente atractivo, ya cállate, no dejes que se te suba— Note como en su tono de voz estaba avergonzada. —Digo, seguro has tenido miles de novias—
—Umm sí tuve novias pero no muchas, solo 2, una en la secundaria y terminé con la segunda el año pasado, bueno ella terminó conmigo
—¿Por qué terminaron?
—Francamente, fue por mi ceguera
—¿Me dirás qué fue lo qué pasó?
—Puesss puedo decirte que no fue inmediato, fue en unos meses que fui perdiendo la vista pero cuando ella se enteró, rompió conmigo— Victoria se puso seria.
—¿Seguro que ese fue el motivo? —me preguntó sin creerme.
—Ella lo dijo, dijo que era muy difícil para ella y que no se imaginaba estar con alguien... así—No dijo nada por un segundo.
—...Que perra—Dijo rompiendo el silencio, reímos y nos sentamos en la cabecera de la cama y ella recargaba su cabeza en mi hombro. —¿Y ya no has sabido nada de ella? Digo ¿ni siquiera ha querido saber cómo estás? —
—Nop, nada
—Bueno, tal vez es mejor así para ambos
—Si, tal vez...
—Oye... —dijo curiosa cambiando el tema. —¿Qué es eso? —
—Si fueras más específica, creo que lo sabría— conteste con sarcasmo.
—Eso, es una caja cerca de tu puerta
—Ah, son cosas que no he desempacado, si quieres puedes abrirla, ni siquiera recuerdo que hay ahí —Oí como se levantaba y sacaba cosas de la caja hasta que sonó sorprendida por algo.
—¡Dios! ¡¿Por qué no dijiste nada?! —preguntó o más bien gritó mientras se acercaba de nuevo a mi.
—¿De qué?—dije yo con más calma que ella.
—¡De esto! —Le tomó un segundo darse cuenta que no tenía idea de lo que hablaba. —Esto, es un trofeo— se sentó a mi lado.
—Ah, eso. Jugaba fútbol antes del accidente— no le había dicho porque había pasado hace tiempo y no era algo que me encantara hacer pero no estaba mal.
—Es muy bonito... ¡Y tienes 3! —gritó emocionándose de nuevo y regresando a donde estaba la caja, no podía evitar sonreír al oirla así.
—¿Cuál estás agarrando?
—Uno azul con detalles plateados
—Si te gusta tanto, quédatelo
—Oh no, es-es tuyo
—Si pero ya no significa algo para mi
—Ah ¿o sea que solo me das lo que no quieres? —Bromeó
—No, solo digo que antes me importaba pero ahora me enfoco en otras cosas
—No, está bien, igual no me lo quedaré, lo dejaré donde estaba—se tomó unos minutos en acomodar las cosas y volvió a sentarse conmigo.—¿Te puedo preguntar algo?—dijo abruptamente.
—Um sí
—¿Por-por qué usas lentes oscuros?
—Umm
—No me contestes si quieres—me interrumpió excusándose—solo digo que... ya he visto tus ojos y no se ven diferentes ni nada, cuando te volví a ver incluso me tardé en darme cuenta que estabas ciego—
—Sí creo que lo noté— ella soltó una risa nerviosa—Umm no lo sé—comencé a decir y me quité mis lentes, sabiendo que no estaba viendo a Victoria a la cara.—Bueno, cuando salí las primeras veces llegó a haber algunos malentendidos con gente porque no sabían que era ciego—
—¿A qué te refieres?
—Pues tu lo dijiste, a simple vista no parezco ciego, más bien parezco un chico que se queda viendo fijamente cosas... o personas y es incómodo que llegue alguien que no conoces a preguntarte por qué los estás viendo—Admití riéndome de mí mismo.
—¿En serio tuviste problemas por eso?
—Nada grave, solo llegaron a insultarme pero al darse cuenta se disculpaban, haciendo retrospectiva, era muy gracioso— Victoria rio conmigo y volví a ponerme los lentes.
— Oye, ¿qué pasó con lo de la escuela?—me preguntó.
—Oh umm, todo bien, mi mamá habló y pidió arreglar ya el papeleo
—¿¡En serio?! —Gritó sentándose junto a mi tomándome con sus brazos emocionada.
—Si, la próxima semana iremos para eso y un recorrido— Ella me abrazó de nuevo y seguimos hablando, le conté sobre algunos de mis partidos y anécdotas graciosas de ser ciego, luego ella me habló de sus gustos musicales, eran diferentes a lo que conocía pero intente recordar los nombres de los artistas y sus canciones y álbumes. Ella hablaba y hablaba y yo solo disfrutaba de su voz, me encantaba oírla hablar sin cesar y amaba oírla cuando llegaba a mi casa, me gustaba cuando tocaba sus manos y brazos y sentía la piel más suave del mundo y cuando la tenía cerca, amaba oler su perfume, siempre olía a lavanda. Cada minuto que estaba con ella sentía como me enamoraba más, al final ella se fue a casa y nos despedimos en la puerta de mi casa.
—¿No me dirás tu plan con tu amiga?
—Nooo pero te puedo decir que no usaremos mi bicicleta, y que será el viernes, paso por ti a las 2:30 ¿okey?