POV: Max
Fui un estúpido, imbécil y un tarado. Joder, tenía tantas ganas de golpearme con una maldita piedra hasta perder el conocimiento, ni siquiera en mis pesadillas ocurría algo como esto.
Estaba enojado y dolido, si bien Lando me mando a volar, él tenía todo el derecho de hacerlo, pero ¿Charles? ¿qué putas había sido eso? En verdad tenía la pequeña esperanza de que él no iría a buscar a Lando, que no intentaría arrebatármelo de esa manera. Si para él un beso había sido una traición, para mi su acción había sido un gran disparo al corazón.
Me encantaría decir que iba a ajustar cuentas con él, pero esa no era realmente una opción, no estaba en mis planes morir, no aún, tenía que pagar de alguna manera el haber sido un mentiroso, porque no había otra manera de describirlo y el creer en mi mente que no decir nada era mejor que contar la verdad, fue una tremenda equivocación.
Obligaba a mi cerebro a pensar en más ideas, pero mi estado de ánimo estaba hecho una mierda, ya no razonaba con claridad y el estrés me estaba matando, casi podía sentir mis almohadillas sudando y las almohadillas nunca sudan.
Honestamente, no estaba preparado para salir del bosque y ver a todas esas parejas que se habían creado, aunque muchas fueran contra su voluntad, así que decidí merodear un poco antes de volver y aceptar mi realidad, mi muy triste y cagada realidad.
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En mi camino, me encontré con dos o tres cuerpos de alfas, podía imaginar el miedo de los omegas al presenciar este tipo de peleas, incluso a mí me seguía sorprendiendo el poder de la muerte. Probablemente lo más aterrador era cuando los lobos morían con los ojos abiertos, podías sentir lástima por aquel ser que alguna vez tuvo vida y por aquellos ojos que perdieron el brillo y que solo quedaban como dos cuencas vacías, simplemente un muñeco disecado.
Lamentablemente tampoco se quedaban atrás los omegas, muchos sin pretendientes o con algunos lobos enfermizos y libidinosos, tuve que intervenir algunas veces para detener a alfas que intentaron sobrepasarse con los omegas. El consejo debería de encargarse de este tipo de problemas, están poniendo en peligro la vida de todos en este puto ritual, no han cambiado casi nada desde su creación, era inaceptable.
Después de un tiempo empece a sentir cansancio, tal vez ya era hora de salir de este maldito lugar, pero de pronto lo volví a oler, esa fragancia que había percibido al inicio del Faoiltama, ahora era un poco más fuerte y algo agrío. Perseguí el aroma hasta llegar a un espacio bastante oscuro, solo podía distinguir la silueta de quien sabía sin lugar a dudas que era Sergio.
Él no debía de estar aquí, ninguno de nosotros debía de estar aquí y todo por mi insensatez, había olvidado por completo que yo no era el único que estaba pasando un mal rato, pues Sergio fue al que más le afectaba la situación y lo peor es que estaba sufriendo los efectos de un conflicto que ni siquiera él sabía la razón. Posiblemente Charles le habría gritoneado por algo que no recordaba que pasó.
Ok, solamente iba a agregar más y más insultos a mi lista, porque era un cabrón total, pues si lo pensaba bien, no había mucha diferencia entre los alfas que detuve y yo, pues también había excedido los límites al besarlo y al oler su glándula. La glándula era para nosotros una parte demasiado intima, no al mismo grado que los genitales, pero si lo suficiente como para no dejar a casi nadie acercarse a ella, incluso el rozarla ya era algo muy atrevido. Y yo sabiendo eso fui y puse mi cara en ella cuando Sergio estaba lejos de la consciencia.
Lo mío ya no tenía solución, pero todavía podía remediar los inconvenientes que le había ocasionado a él y de paso a su manada. No había ningún alfa cerca, lo que me se me hizo extraño, ¿en serio no les atraía el aroma? Porque podía decir firmemente que era uno de los omegas que mejor perfume llevaba, aunque tenía la sospecha del porqué nadie estaba en esta parte, ya que irónicamente su olor era la razón tanto para atraerlos como para ahuyentarlos, ese ligero picor agregado a su esencia era un signo de que estaba esperando un hijo.
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Instinto primario (Chestappen)
FanfictionEra la cosa más bella que había visto nunca y aunque estuviera demasiado lejos, podía llegar a sentir un poco su aroma. En un momento, él vio directamente a mi cámara antes de correr a las profundidades del bosque. Tenía claras algunas cosas: Que er...