Asustado

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POV: Pierre

Que increíble era levantarse tarde, lo mejor de todo es que aquí era algo normal, primera cosa buena que encuentro de este lugar, no es que lo odiara pero fue un giro de ciento ochenta grados, tenía que acostumbrarme pero lo lograría.

Cuando me levanté noté un auto afuera de la casa de Max, se me hizo muy raro pero Guenther me explicó que al parecer eran personas importantes, suponía de quién se trataba así que traté de mantenerme lo más alejado, Russell siempre me dio miedo, tenía una mirada que te criticaba hasta el alma, completamente aterrador. 

Mi estómago hizo unos ruidos indicando el hambre que tenía, así que fui al lago a atrapar mi almuerzo, pero en el camino me encontré con unos osos. 

¿Qué se suponía que tenía que hacer en esos casos? 

Afortunadamente los osos solo pasaron de mi, ni siquiera me dirigieron la mirada, eso me tomó desprevenido, ya estaba a punto de correr lo más lejos que me llevaran mis patas. Eso me recordaba a que debí de poner más empeño en aprender de la clase que nos había dado el señor Verstappen para enfrentar a los osos, porque aquella vez cada que el oso con el que practicábamos se acercaba a mi yo retrocedía, todos en el clan se estuvieron burlando de mí una semana entera.

Ellos no entendían que no todos habíamos nacido para correr y morder cosas, otros nacimos para usar más el cerebro, probablemente por eso considero a Max mi mejor amigo y el único, él no se burlaba de mi todos los malditos días como los demás, él me enseñaba a como hacer los movimientos de ataque que me fallaban, aunque claro las bromas pesadas nunca faltaban.

Charles solo me trataba decentemente porque era amigo de Max y porque tenía que mantener el comportamiento de hijo del Ingolf llevándose bien con todos en la manada, siempre me pareció presuntuoso, odiaba que le llevaran la contraria y sobre todo que le ganaran. 

FLASHBACK

Teníamos ocho años, el clan había realizado una pequeña carrera para encontrar un escondido en el bosque, teníamos que ser rápidos para rastrear aquello antes que todos, solo se trataba de divertirnos.

Nos pasaron un pañuelo con el olor de lo que debíamos encontrar y nos explicaron que cuando halláramos la cosa ésta haría un ruido para dar por terminada la competencia.

-¡Recuerden el ganador se queda con una caja entera de dulces!  ¡Listos todos!

-¡Si! -todos habíamos gritado fuertemente-

Tocaron la corneta y todos empezamos a correr, me consideraba bueno con los olores, pero era difícil concentrarse con tantos lobos expulsando su aroma para confundir a los demás, eran unos tramposos, aún así me aferré a lo que olfateé y lo seguí hasta llegar a un gran arbusto. Yo estaba muy feliz, estaba a punto de ganar, sin embargo escuché que alguien más ya estaba escarbando atrás de la mata de plantas y ramas.

Luego de un minuto se oyó un estrepitoso pitido indicando al ganador, me desanime al instante, estaba tan cerca de comer toda esa glucosa y perdí. La curiosidad me hizo observar por los huecos del arbusto para descubrir quién había encontrado el objeto y me tope con el pelaje blanco e inconfundible de Max. Tal vez más tarde le podría pedir que me comparta algunos de sus dulces.

Iba a acercarme a felicitar a Max, pero alguien lo empujó violentamente por un lado haciendo que Max impactara contra un roble, desmayándolo.  Me quedé en shock un momento ¿qué había sido eso?

Lentamente me aproxime y ví a Charles mirar el cuerpo de Max para después tomar la cosa que había desenterrado. Después de unos minutos llegaron todos a ver al campeón y todos se llevaron una gran sorpresa al llegar a la escena, rápidamente algunos adultos nos pidieron alejarnos para revisar qué había ocurrido. Tanto el señor Verstappen como el Ingolf Vasseur se acercaron a tomar a sus hijos.

Instinto primario (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora