Instinto primario (Chestappen)

Mordida

POV: Checo

Charles me tenía a su merced, sus manos y brazos me afianzaban con fuerza y su aroma me estaba dejando en la inconsciencia, pero no lo suficiente para ignorar el hecho de que me mordió, dolió tanto que algunas lágrimas resbalaron de mis ojos, el ardor era inaguantable. Luego de eso, Charles se dejó caer dormido sobre mí.

Intenté mantenerme despierto y con la poca energía que me quedaba lo alejé de mi, ya liberado y con terror traté de correr hasta llegar de nuevo al castillo mientras mantenía mi mano aún en mi cuello, volteaba hacia atrás cada cierto tiempo para verificar de que Charles no me siguiera. Estaba muy cansado, por eso a penas subí un escalón caí desmayado al suelo.

Supongo que la herida en mi cuello era solo la superficie para una más dolorosa, la decepción.

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POV: Max 

En nuestra junta nos tocó negociar con dos clanes antes de llegar a Charles, que fue por obvias razones el peor de todos, nos veíamos como si nos quisiéramos asesinar, de vez en cuando soltaba comentarios obscenos sobre Lando o sobre lo incapaz que yo era como alfa para proveerle lo necesario a Checo.

Como notaba a Russell inquieto por los demás olores que se gestaban en la sala y como ya casi terminaba con esto, le sugerí que se retirara y que buscara a Sergio, puesto que no sabía si le estaba yendo bien con los omegas.

Luego de eso seguimos con la discusión sobre un tratado, pero dentro de ese lapso algo extraño me empezó a ocurrir. Yo me consideraba alguien capaz de resistir las muestras de doblegación que hacían los alfas contra otros licántropos, pero ahora parecía que yo estaba cediendo. El aroma de Charles se estaba intensificando hasta el punto de picar mi nariz y ojos como si estuvieran irritados, mis músculos temblaban como gelatina y poco a poco mi cabeza estaba bajando en señal de sumisión por lo que alarmado coloqué una mano bajo mi mentón, obligándome a no someterme.

Aunque eso no se quedó solo ahí, también mi cabeza dolía de una manera severa y punzante, sentía que me taladraban el cerebro y mi cuerpo estaba débil como si en cualquier momento caería de bruces contra el suelo. Estaba a punto de sucumbir ante Charles hasta que su celular sonó dando por terminado la reunión y su demostración de poder.

Estaba tanto aliviado como desorientado. ¿Cómo era posible que Charles estuviera logrando doblegarme? 

Estaba en camino hacia mi habitación para descansar cuando me tope con Lando nada más salir de la sala de reuniones.

-Max, necesito hablar contigo.

-Ahora no es un buen momento -ni ahora ni nunca-

-Por favor, te lo suplico, solo escúchame un minuto -sus ojos estaban rojos y me miraban muy suplicantes-

No tuve de otra más que asentir, de todas formas tenía que enfrentarlo algún día. Él me llevó a uno de los cuartos del ala oeste para poder hablar sin que apareciera el imbécil de su alfa y ocasionará un problema innecesario. 

-De acuerdo -tomó una respiración y comenzó a hablar- Estoy arrepentido por lo que hice, me queman las venas de la culpa que siento por no haberte hecho caso, reaccioné más de lo que debería esa noche en el Faoiltama. Lo único que quería en aquel entonces era verte y que me sacarás de ahí, pero en lugar de eso me entero de que besaste a un omega y nunca me hablaste de ello. Estaba destrozado, yo confiaba en ti y tú me traicionaste, era un momento sensible y tomé una de las decisiones más estúpidas e idiotas posibles, pero por favor comprende la razón de mis acciones.

-¿Por qué ahora?

-¿Cómo?

-Si, porque no me dijiste esto hace una semana, hace un mes o un día después de lo ocurrido ¿por qué ahora?