Emilie sirvió una gran cacerola en la mesa, diciendo que siempre la han puesto para que cada uno se sirva.
-O si no empieza la guerra-Comenta Emma riendo mientras se sirve un poco de fideos al pesto. Adrien la mira de reojo y menea la cabeza.
Aunque no conozco mucho la relación que conllevan como hermanos, sé que es muy linda. Al menos, bromean entre ellos y eso me parece muy bien.
-Así que...-Empiezo a hablar cuando parto con el cuidado máximo, el paco. No quiero que un trozo salga volando y todos se rían de mí-¿Por cuántos años se diferencian, chicos?-Digo mirando a Emma y luego a Adrien.
-Aunque no lo creas-Musita Adrien con la boca llena. Emilie le golpea la pierna con el tenedor-¡Auch!-Exclama-Bueno, como iba diciendo, Emma es solo 4 años mayor que nosotros, así que técnicamente tiene 21, pero parece de 1000.
-Deja de molestar ya, Adrien, es de verdad-Lo riñe Emma desde su lado. Este sonríe y vuelve a untarse un poco de arroz en la boca-Estoy orgullosa de decir que tengo 21 años y no he reprobado ninguna rama en la universidad, querido hermano. Ya quiero ver a que edad sales tú.
Adrien la mira de reojo extrañado, deja los cubiertos en la mesa y cuando está a punto de decir algo, Emilie y yo lo instruimos cubriéndole la boca con su mano. Le da unas palmadas en el hombro inspirándolo a comer a lo que yo río por su cara de descontento.
-Emma entró en Oxford hace tres años, Chloe. Está estudiando lo que más ama.
-Después si misma-Acota Adrien atragantándose con el paco. Suelto una carcajada y el señor Agreste lo golpea con la servilleta que cubre sus piernas.
-La medicina-Aclara su hermana.
Está sonriendo ampliamente, y logro entender y descifrar lo orgullosa y feliz que se siente cuando madre me cuenta lo que está estudiando. Sé, porque en realidad todos lo saben, que Oxford es una universidad prestigiosa, por la cual es muy difícil entrar en ella y si bien, Emma no se ha echado ninguna rama, debe ser porque es muy inteligente.
-¿Oxford?-Comento tratando de volver al tema. Últimamente he estado muy callada, tímida quizás. Sé que suelo ser impulsiva pero esto me cohíbe al punto de estar así-La inteligencia debe ser hereditaria, Adrien es muy brillante, no dudo porque.
-Adrien también quiere mudarse a Inglaterra cuando se gradúe-Musita lentamente su madre-O antes.
Mi mundo comienza a desmoronarse lentamente. Dejo los cubiertos que sostenía en mis manos, a un lado del plato. Trato de sonreír a los rostros de Emilie y Emma que me miran extrañadas. Adrien empieza a toser fuertemente porque se ha atragantado con el agua que estaba tomando.
-Cariño-Le dice Emilie mientras se levanta y le pone una mano en la espalda para ayudarlo a respirar. Me aferro al mantel que cubre la mesa porque siempre me han puesto nerviosa estas cosas.
-Adrien-Musito.
Este tose fuerte por última vez, frente al puño que ha cerrado frente a su boca. Sus ojos están llenos de lágrimas y Emma está riendo a carcajadas a su lado. El señor Agreste la mira feo y esta sonríe aún más. Compruebo que Adrien está mejor y aprovecho.
-Permiso, iré al baño un segundo-Me excuso levantándome rápidamente.
Emilie y su esposo asienten lentamente sonriendo y salgo del jardín con la misma velocidad que usaría si me estuvieran persiguiendo unos zombies.
Entro a la cocina empujando la puerta blanca fuertemente. La cruzo y llego a la sala, donde me apoyo de espaldas contra la pared. Me llevo las manos a la cabeza y mi cuerpo comienza a descender lentamente hasta que por fin toca el suelo.
Habían pasado tantos momentos felices que nunca me percaté de la posibilidad de Adrien ante volver a Inglaterra. No es que este molesta ni nada, de hecho, me parece una oportunidad increíble y que quizás no se le presente otra vez. Es inteligente, mucho más que eso y sé que puede lograrlo.
Pero para eso tendrá que dejarme atrás.
Una lágrima cae por mi mejilla y me da un rabia por lo que está pasándome. Se que siempre ha existido ese miedo a perderlo, a que mis tonterías lo alejen de mi, pero nunca había asimilado esto. En un año, ambos nos graduamos, y de ahí, nos iremos a la universidad.
Dos caminos con el mismo punto de inicio pero con distinta trayectoria.
Escucho el golpe que da la puerta del jardín al golpear con las baldosas que decoran las paredes de la cocina. Me levanto lentamente pero cuando estoy por doblar la esquina que me dirigiría al baño, alguien me toma por el codo.
A pesar de que solo haya un rayo de luz que viene desde fuera, y que ahora solo ilumina precariamente una parte de la sala, puedo reconocer quien es. Su tacto se me ha hecho reconocible al punto de no tener que comprobar quien es. Levanto la vista y me encuentro con aquellos ojos verdes que tienen las pupilas tan dilatadas que me da miedo.
-¿Estás bien?
Yo solo consigo asentir pero de inmediato agacho la vista. Siento que me levanta la barbilla con el pulgar y el índice y me veo obligada a acceder. Cierro los ojos para evitar las consecuencias.
-Chloe ¿Es en serio?-Pregunta él sin dejar de mirarme. Siento su mirada penetrante frente a mis párpados cerrados, su voz suena cargada de ternura pero hay un toque de algo que no logro descifrar-Queda un año para poder recién pensar en la posibilidad de irme ¡Lo que mi madre dijo lo pensé hace años!-Grita susurrando.
-No voy a probarte nada, Adrien...-Logro decir mientras abro mis ojos. Frunce sus labios en una línea recta y levanta sus manos para posarlas en mis mejillas-Además, solo vine al baño y ya.
-¿Y te perdiste en el camino?-Pregunta irónico. El momento no fue excepción para que rodará los ojos lo que me hace sonreír-Por favor, Chloe, te conozco como la palma de mi mano así que no me vengas a ocultar que te has sentido por lo que dijo ella.
Alzo la vista y justo con ella cae una lágrima. Soy una estúpida, no puedo hacer esto. Él creerá que no podré soportarlo entonces se quedará aquí, conmigo, pero no podrá seguir lo que quiere. No será feliz.
-No tenemos porque hablar de esto, ahora. Estoy perfectamente, solo me ha sentado un poco mal el jugo-Miento fácilmente-He olvidado que la naranja me hace mal-Tengo que bajar la mirada para poder soportar la culpa que siento ahora mismo.
Adrien deja caer su mano que sostenía mi mandíbula, apoya su espalda contra la pared y suspira. Abro los ojos y lo observo.
Lo he arruinado todo.
-No sé como a pesar de todo puede seguir pasando esta mierda maravillosa en mi.
Una sonrisa aparece en mi rostro al escuchar la contradicción que ha dicho él. Es como suele expresar lo que siente al no estar de acuerdo con algo que es bueno.
O al revés.
-¿Qué te pasa, Adribu?-Pregunto tímidamente, ahora seria. Él me mira de reojo y se relame los labios. Su pecho sube y baja pesadamente y no puedo estar más arrepentida.
Cierra los ojos y se restriega la mano por la cara. Entonces dice algo que nunca pude predecir.
-Me estoy enamorando de ti y creo que no puedo evitarlo, Chloe.
ESTÁS LEYENDO
Déjame sin palabras (Adrichloe)
FanfictionHistoria Adrichloe. PROHIBIDA LA COPIA Y ADAPTACIÓN. Los personajes no son míos son del creador de la serie de Miraculous lady bug, Thomas astruc.