Capitulo 10

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-Se siente mal.

Le respondo a la enfermera. Está sentada detrás de un escritorio de madera pequeño y tiene un rodete en la copa de su cabeza.

-¿Pero de qué exactamente?-Pregunta justo cuando Adrien entra en la habitación.

Me había pedido que lo dejara solo un momento mientras yo iba a decirle a la enfermera cambia la cara y me mira con unos ojos azules. Luego baja la mirada y comienza a anotar algo en un cuaderno rojo.

-¿Cómo estás?-Le pregunto cuando llego a su lado en una camilla en el fondo de esta habitación. Ahora, lleva su remera sucia y mojada porque había tratado de quitarse las manchas con agua. Su cabello estaba mejor por mojado completamente. Y él...

-Bien-Responde secamente mirándome a los ojos. Ya no están rojos como antes pero si los tiene un poco hinchados. Aparto la mirada rápidamente para evitar abrazarlo y que él se sienta más humillado.

-No es necesario que llame a tu madre ¿Verdad, Adrien?-Pregunta la enfermera. Adrien menea la cabeza y se apoya en la pared cerrando los ojos. Ella me hace señas para que me acerqué así que lo hago-Necesito que me digas qué pasó para poder dejarlo ir sin nadie, querida-Susurra.

Suspiro lentamente y me volteo para mirarlo ¿Se enojará si le cuento? Tengo que hacerlo de todas formas para que pueda estar mejor.

-Un chico a volteado su almuerzo por casualidad en Adrien-Logro decir mirando la madera. Siempre fui mala mintiendo y seguro que mis ojos me delataría.

-Por casualidad ¿eh?-Sisea la enfermera meneando la cabeza. Levanta un papel cuadrado blanco y me lo entrega-Debes mostrar eso en portería y pueden irse.

-¿Podemos?-Pregunto al llamarme la atención que me haya incluido en la huida.

-Necesita compañía-Responde la enfermera con una pequeña sonrisa. Desde ahora, es mi persona favorita en el colegio. Obviamente después de Adrien.

-Creo que esto será mucho mejor si tú conduces, Adrien-Digo cuando él esta tratando de montarse en la parte de atrás de mi bici. Él asiente y se cambia conmigo. Me pasa su mochila y yo la meto en la mía. Casi nunca llevo nada así que cabe perfectamente.

-Debo admitir que no he andado en mucho tiempo y tampoco con alguien atrás-Responde al subirse por fin. Me pongo la mochila a mi espalda y me subo detrás de él. Pongo las piernas en los palitos a un costado de los pedales y abrazo a Adrien por la espalda. A pesar de oler a espaguetis, aún le queda un poco de su olor característico.

-Así está bien.

-Bueno ¿Dónde vamos? Mi madre está en casa pero sale a las 6, para volver al trabajo. No quiero que me vea así...-Murmura Adrien delante de mí y a los minutos de estar dando vueltas sin rumbo.

-Podríamos ir a comer algo, al fin y al cabo, ninguno de los dos almorzó algo...-Digo sacando mi celular del bolsillo-¿Puedes ver la hora? Si lo hago yo probablemente me caería.

-Mejor léelo tú, quiero ver como te caes-Dice Adrien riendo. Lo golpeo en el estómago con el celular y siento que este duro. Terminé peor yo con el golpe que él-Está bien, está bien...-Siento que me quita el teléfono de las manos y luego carraspea-Van a ser las...15:20.

-Aún estamos en horario de comida, vayamos a comer algo. La otra vez, salí por aquí y descubrí un McDonalds.

-Aquí hay de esos cada una cuadra, Chloe.

-¡Entonces llévame al más cerca, chófer!-Grito apretándome más contra él.

Adrien ríe y luego de unos 15 minutos estamos en la puerta de un McDonalds. Decidimos quedarnos fuera porque está mi bici. Me paro y le pregunto que querrá para poder pedir mientras él se queda en la mesa. Me dice que quiere una hamburguesa y una bebida e intenta pasarme el dinero pero no lo dejo, y corro a la caja. Compro una hamburguesa y una cajita feliz para mí. Cuando llego a la mesa, Adrien sonríe como un estúpido y enarca una ceja.

-¿Qué?-Pregunto.

-Comes una cajita feliz-Murmura el mirando la caja roja. Tomo una papa y muerdo la punta.

-Son las mejores-Digo y él rueda los ojos. Unas personas pasan a nuestro lado y quedan mirando a Adrien por su ropa sucia. Veo que comienza a encogerse y mira hacia abajo.

-¿Quieres que te preste mi chaqueta?-Pregunto y él alza la mirada rápidamente echándose a reír. le lanzo una papa y se la come.

-Me quedaría como en un brazo y no me subiría entera.

-Okey, diva, diva, diva...-Murmuro pensando en que hacer. Unto la papa en el bol pequeño con ketchup y le doy vueltas y pienso en una idea. Me arrepentiré el resto de mi vida y más aún porque es mi remera favorita-Me debes la vida, hombre-Digo y me lanzo el bol de ketchup en mi polera. Adrien me mira con los ojos como platos y no dice nada. Yo sigo haciéndolo y pongo una sonrisa demasiado falsa para que crea que lo disfruto. Pero luego se convierte en una risa. Él también comienza a reír de a poco y después de unos segundos somos el centro de atención del lugar. Aunque estemos más locos que nunca.

Pero estamos felices, y eso importa.


Déjame sin palabras (Adrichloe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora