-Me puedes decir ¿De qué color son exactamente tus ojos?-Pregunto al chico frente a mí.
La habitación está en sumida oscuridad y la única cantidad de luz que hay, es la que entrar por el pequeño espacio de las ventanas entre abiertas de la pieza de Adrien. Él está sentado frente a mí, con las rodillas apoyadas en su pecho balaceándose hacia delante y atrás.
-¿Qué importa?-Murmura él sonriendo y cierra los ojos de inmediato escondiéndose entre sus rodillas. Sé que le cohíbe demasiado que lo miré directamente a los ojos y, es que en verdad, casi nadie se resiste a eso.
Solo así se puede saber que tipo de reacción generas en una persona.
-Yo también alguna vez los tuve así-Comienzo a decir jugando con sus dedos cuando logro encintados en la oscuridad. Están frío, típicos de él. Su cuerpo suele estar abrigado, pero siempre, siempre, sus dedos no lo están-Dicen que todos cuando nacemos tenemos los ojos así.
-Pero de seguro los tuyos fueron los más hermosos que existieron alguna vez-Murmura él volviendo a mirarme.
Resulta tan extraño, que a pesar de que haya pasado tanto tiempo, aún no puedo acostumbrarme a sus ojos. Hemos estado juntos por meses, y no nos hemos dado cuenta del paso rápido del tiempo vuelve una tortuga cuando no estamos juntos.
Y cuando lo tengo en frente de mí, no sé que hacer.
Mi estómago se vuelve un huracán y amenaza con elevar y mandar a la otra esquina de mi organismo a todos los órganos que lo habitan. Muchas veces debo morderme el labio inferior para reprimir las ganas que tengo de besarlo hasta morir.
No dudo, tampoco, que él se está aguantando mucho. Sus puños están cerrados bajo mis palancas que los encierran y puedo oír su respiración pesada marcar el ritmo del vacío.
-¿Qué quieres hacer cuando termine todo esto?-Pregunta él de la nada, sacándome de mis pensamientos-Digo, sé que aún estamos a un año de graduarnos, pero se supone que si uno quiere ser algo, lo ha pensado toda su vida.
-Cuando era pequeña dije que quería ser astronauta, pero creo que no estoy al alcance de si quiera llegar a mi casa-Comento con una pequeña risa. Adrien extiende su mano, soltando la mía de paso, y me esconde un mechón rebelde tras la oreja.
Me sonrojo de inmediato.
-Puedes ser lo que quieras, solo debes creerte el cuento, Chloe-Musita dando un pequeño paso hacia mi. Descansa su mano en mi pelo, jugando con algunos que se salen de mi ''peinado''.
-La verdad es que quiero...No lo sé-Digo mirando el suelo-Siempre quise y por siempre será mi sueño ser psiquiatra, pero de verdad odio la medicina y desearía un millón de veces que pudiera saltarme todos esos años de biología y todo ese rollo para llegar a lo que quiero.
-Siempre cambiando las cosas a tu manera...-Me interrumpe él con una sonrisa en mi dirección. Sonrío de vuelta y le doy un pequeño pellizco en la mano-Solo hazlo.
Alzo la vista y veo que en verdad lo dice. Aún creo que estoy muy joven como para decidir que algo cambiará por completo mi futuro. No quiero escoger algo que me haga sentir mal de por vida.
-¿Tú?-Pregunto por fin, cambiando de tema.
Me atrevo a crear una imagen del futuro de Adrien. Me lo imagino sentado frente a un computador, concentrado en el montón de papeles que tiene agrupados a un lado de su brazo, sobre el escritorio de madera. Viste de terno y se ve muy lindo.
Pero no logro ver su rostro.
-Quiero estudiar literatura.
Alzo una ceja e inclino la cabeza para poder ver la expresión que adopta su rostro. Está serio, mirando a mis espaldas. Me volteo lentamente y veo lo que está observando.
El gran librero.
-Siempre quise estudiar literatura, ya sea porque me gusta leer y porque simplemente me encanta la idea estar rodeado de personas que comparten las mismas pasiones que yo-Agacha la mirada-Y quiero empezar de nuevo para no ser el chico al que Luka molestaba.
-Olvídate de Luka, Adrien-Musito acariciándole la mejilla. Él se relame los labios y atrapa mi mano, entrelazando sus dedos con los míos.
-Quiero empezar desde cero, donde nadie pueda saber mi pasado...
-No hay nada de malo en lo que estás viviendo ahora, Adrien. Esto será tu pasado en ese entonces-Lo interrumpo de inmediato.
-Claro que no, creo que contigo es la mejor etapa que he vivido y viviré. Les contaré a todos lo maravillosa que eres, pero no de lo que pasó antes-Musita y se acerca más a mí. Su mano se desliza por mi codo, y de ahí va hasta mi cintura.
-¿Te irás a Inglaterra?-Pregunto de pronto. Su mano se vuelve rígida en mi cintura y la suave caricia que hacia sobre ella, cesa.
-No tenemos que hablar de eso ahora, además eso lo pensé hace mucho-Dice y me mira a los ojos. Noto que se está obligando a no apartar la mirada de mis ojos-Hablemos de ahora, de nosotros.
Asiento con la cabeza y aunque me digo que todo lo que ha dicho no tiene por qué influir en lo que siga, intuyo que si lo hará.
Sonrío.
-Hoy Zoey dijo que quería hacerme el segundo aro, pero le dije que no de inmediato-Comento cambiando de tema rápidamente. Adrien me mira enarcando una ceja, y apunto el lóbulo de mi oreja con el índice-Quiere hacérmelo ella.
-¿Y tú no quieres?-Musita mientras observa mi oreja. Me cohíbo y la escondo tras un mechón de cabello que dejo caer-Déjalo ahí.
-Ella aprendió hace unos años cuando fue a un campamento.-Explico y Adrien asiente mientras se acerca a mi rostro lentamente. Decido seguir hablando y hacérselo más difícil. Sé que quiere besarme-Y a ella me da miedo, así que me convierto en su conejillo de indias-Siento que se relame los labios porque escucho su boca entre abrirse justo frente a mí.
Pero cometo el error de voltear mi rostro ¿o no lo es?
Los cálidos labios de Adrien se posan en mi cuello y me estremezco por el inesperado encuentro. Apoya una mano en mi mandíbula para afirmar mi rostro. Cierro los ojos y me aferro a sus hombros.
-Shh-Susurra en mi oído mientras sigue avanzando por mi cuello. Un sonido se escapa de mis labios y no puedo evitar seguir con otro. Siento a Adrien sonreír en mi cuello y rápidamente avanza hasta mis labios y presiona los suyos.
Me levanto rápidamente del suelo y él me sigue, acorralando mi cintura entre sus manos por lo que me veo obligada a entrelazar mis manos tras su cuello. Adrien abre su boca, dejando que el beso se vuelva más profundo y juntos podamos volver a empezar la guerra de lenguas.
Pero hay algo diferente.
Siento su corazón latir contra mi pecho y tengo miedo de que el mío este aún más rápido que el suyo. Me pongo de puntillas de modo que ahora, mis codos rodean su cuello y Adrien se ve obligado a seguir con sus caricias en mi espalda baja a lo que sigue y sigue bajando. Siento su mano bajar con timidez y mi espalda choca contra la pared.
Apoya una mano contra ella y con la otra vuelve a afirmarme la nuca para besarme el cuello otra vez. Mis manos se deslizan por su pecho y llegan hasta su abdomen duro y hago que se acerqué más a mí. Escucho un leve gemido cerca de mi cuello y vuelvo a removerme entre su cuerpo y el mío.
Y es cuando él hace que nos separemos de a poco y me mira a los ojos, esta vez sin miedo, sin obligaciones. Sus pupilas están dilatadas y su respiración es agitada.
-Prométeme que decida lo que decida, no te alejarás de mí-Susurra lentamente.
¿Qué significa eso?
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Déjame sin palabras (Adrichloe)
FanfictionHistoria Adrichloe. PROHIBIDA LA COPIA Y ADAPTACIÓN. Los personajes no son míos son del creador de la serie de Miraculous lady bug, Thomas astruc.