-¿Dónde estuviste?-Preguntó él con la mayor calma posible. Sus ojos estaban cubiertos de luz artificial que desprendía de la lámpara que colgaba del techo de su habitación. Últimamente, había descubierto que era un poco desordenado dentro de lo que el puede serlo, ya que ahora ha dejado algunas cosas sueltas por ahí y allá, sin importarle que piense yo.
Confía en mi.
-En ninguna parte-Murmuro apagando la luz y luego apoyando mi cabeza en su pecho.
Había decidido no decírselo. Creo que mientras más pasa el tiempo, y Luka se aparta cada vez más de su vida, lo único que consigue es que el odio haga lo mismo que estas dos acciones: crecer. Me acaricia el cabello con sus delicados dedos, mientras sus anillos fríos contra mi oreja haciéndome sentir escalofríos.
Siento su pecho subir y bajar suavemente mientras el atardecer se va desapareciendo en la ventana del fondo de su habitación. Esta se torna de unos tonos anaranjados, variando a rosados hasta ir decayendo más y más cada vez. Se me hace totalmente normal y cómoda estar en silencio con Adrien. Estaba bastante cómoda y me bastaba con sentir su respiración contra mi cabeza o sentir su pecho elevarse bajo mi rostro. Era la conversación perfecta.
De pronto, siento que sus dedos entre mis cabellos, comienzan a deslizarse, trazando líneas de ida y vuelta por todo mi brazo que está mirando el techo. Siento como su corazón comienza a acelerarse al igual que el mío. Él tiene razón: siempre lo atrapo cuando su cuerpo se delata.
Me da unos pequeños toques en el hombro, con sutileza para que voltee a verlo. Vuelvo mi cabeza hacia él y me indica que me acerque a sus labios. Sonrío por unos instante y me elevo casi sin moverme de mi lugar inicial hasta su boca. Su mano ahora cae en mi cintura y sus ojos encajan con los míos a la misma altura. Adrien se relame los labios y se inclina hacia mi para besarme. Nunca estoy preparada para el choque de sus labios contra los míos. Están fríos pero al entrar en contacto con los míos, comienzan a entrar en calor. Abro mis ojos con la intención de retirarme del encuentro de bocas, pero él, toma el control de mi cuerpo apoyando su otra mano contra mi brazo. Su tacto me enloquece y vuelvo a cerrar los ojos para perderme en él.
Adrien apoya una mano sobre mi cabeza y me voltea suavemente de modo que ahora esta sobre mí. Mis piernas se enroscan sin haberlo pensado alrededor de su cintura y él toma mi mano entrelazando mis dedos con los suyos sin detener nuestras bocas. Su lengua pasa contra la mía furiosa y delicada a la misma vez, volviéndome loca cada vez más. Se despega de mi sin dejar de tocar mi rostro con su boca, ahora bajando a mi cuello pasando por mi mandíbula y depositando unos pequeños montones de besos en ella.
Sus labios tocan la piel cálida de mi cuello y de pronto empiezan los fuegos artificiales. Inconscientemente, mi mano entrelazada con la suya, se une más fuertemente y la unión entre él y yo, se hace más mínima al elevar mi cadera y chocar con la suya. A Adrien se le sale un sonido que jamás había oído salir de sus labios. Me muerdo los labios fuertemente temiendo hacer algo de lo que me arrepienta después, pero es imposible. Suspiro fuertemente acompañada de un gemido reprimido por mucho tiempo.
Adrien aparece entre mi cuello con el pecho subiendo y bajándole deprisa. Sus ojos ya no brillan igual que antes. Sonríe ampliamente, y me da un pequeño beso en los labios.
-Tranquila, Chloe. Recuerda que no es el fin del mundo-Dice riendo en un murmullo-Volveremos a vernos.
Ruedo los ojos y una sonrisa aparece en mis labios ya liberados de la cárcel del terror. La manera en que dice mi nombre, me encanta.
Ahora es mi turno.
Me levanto de manera que quedo sentada en la cama, aún con las piernas alrededor de él. Adrien, anonadado, perdido en su fantasía, me mira con incomprensión y ahora soy yo quien toma el mando. Me envuelvo en su cuello y él se acomoda entre mi cuerpo y las sábanas. Sus manos ahora descansan en mi cintura y espalda mientras retomo el beso.
De esta forma soy un poco más alta que él, de modo que debo inclinar mi cabeza y arquear un poco mi espalda para poder encontrarme con su cuello. Él suspira casi insonoramente en mi oído y es ese el punto de partida para mi carrera contra la venganza. Deposito mis labios contra la piel lisa de su cuello, extendida ante mi lista para que haga lo que quiero. Adrien aprieta sus manos contra mi espalda, moviéndose lo menos que puede y escondiendo su rostro entre mis hombros.
Doy por finalizada mi misión cuando me empuja suavemente hacia atrás, volviendo a estar encima de mí. Nuestras respiraciones son agitadas y puedo jurar que casi sincronizadas.
Su boca se dirige a mi oído y yo trato de calmar mi ser interior lo más que pueda cuando siento su respiración cerca de mí.
-Te amo mucho, lo sabes ¿Verdad?-Susurró. Alcancé a sentir levemente cerrando mis ojos al contacto de su voz-Sabes que no podría hacerte daño y...y que no haría nada que tú no quisieses.
-Ajá.
-Cada vez que te toco creo que mis manos se derriten en tu cuerpo-Se detiene para poder respirar tranquilamente mientras apoya su frente en mi hombro-La próxima vez, no podré detenerme...
Entonces mis ojos estuvieron a punto de abrirse. Ya sé de lo que estaba hablando. Me aprieto más contra su cuerpo, abrazándolo más y más, para que no se vaya nunca de aquí, de mi lado, de mi amor.
Entonces digo lo que completa la oración. Lo que él quería escuchar.
-Yo tampoco podré.
ESTÁS LEYENDO
Déjame sin palabras (Adrichloe)
FanfictionHistoria Adrichloe. PROHIBIDA LA COPIA Y ADAPTACIÓN. Los personajes no son míos son del creador de la serie de Miraculous lady bug, Thomas astruc.