Capitulo 32

37 7 0
                                    

Ambos volteamos de inmediato al escuchar la voz ronca a nuestras espaldas.

-¿Qué? ¿Acaso les sorprende que esté aquí?-Dice él sonriente-Que me hayan expulsado del instituto no significa que haya sido expulsado de sus vidas.

Adrien ha envuelto su mano en la mano y casi podría pedirle que deje de hacerlo porque cada vez aprieta más. Su pecho sube y baja en parte por el beso que acabamos de darnos y en parte porque Luka está frente a nosotros, vestido de su eterno negro. Solo que ahora un tanto formal.

-Déjalo ya, es un imbécil que para hacer su vida interesante, viene a molestarnos-Le digo a Adrien mirándolo mientras él mata lentamente a Luka con su mirada.

-¿Qué haces aquí, Luka?-Pregunta Adrien sin despegar la mirada de sus ojos. Luka sonríe aún más y da un paso hacia delante para poder cerrar la puerta a sus espaldas. Ahora soy yo quien aprieta ya más fuerte nuestras manos.

-Creo que eso debería preguntarlo yo, ya que...-Se recarga lentamente contra la puerta, encorvando su espalda un poco, y guardando las manos en sus bolsillos; dándole un aspecto de alguien peligroso-Técnicamente yo debería haberlos invitado. Están en mi casa, chicos.

Todo lo que sale de su sucia y repugnante boca hace que todo lo feliz que estallaba en mi interior, se vuelva negro, envuelto por una capa de rabia, melancolía e impotencia. La tomó entre sus manos y la guarda consigo en su corazón. Adrien, a mi lado, menea la cabeza y comienza a caminar hacia la puerta, arrastrándome consigo.

Pero cuando llegamos a la puerta, Luka no se mueve.

-¿Quieres pasar, Adrien?-Pregunta sarcástico.

Este ladea un poco su cabeza y en su rostro comienza a nacer una sonrisa de medio lado. Suelta mi mano y me echa hacia atrás, protegiéndome, justo en el momento en que se posiciona frente a el chico de los ojos azulados.

-¿Qué no tuviste suficiente? Madura, Luka-Murmura con su voz grave y marcada de siempre. Pero ahora con un toque de valentía-Date cuenta de que todos los que hemos crecido contigo lo hemos hecho de verdad, mientras que tú no pasas del quinto grado ¿No recuerdas cuando te enseñaron a pensar?

Luka suelta una carcajada y cierra los ojos para demostrar lo mucho que disfruta todo esto. No sé de donde ha sacado Adrien esa valentía, tanto así que pudo enfrentarse a su peor enemigo. Tengo miedo de lo que pueda pasar, así que trato de apartarlo tirando de la manga de su terno.

Pero entonces Luka toma a Adrien del cuello de su camisa y lo atrae hacia él.

-No te vengas a hacer el valiente conmigo ahora, Adrien. El hecho de que quizás te sientas más fuerte por haber logrado lo que querías con Chloe no significa que no seas un perdedor. Ella ya vio al niño asustado y quedará marcado para siempre en su memoria mientras que el niño fortachón capaz de ''aterrorizarme''-Enfatiza con sus dedos, rodando sus ojos -Se irá ahora mismo.

Adrien lo mira con sus ojos inquietos y apoya las manos en la puerta para ejercer la fuerza suficiente para poder alejarse de Luka. Su pecho vuelve a agitarse y envuelve sus manos en puños aguantando la rabia.

-No metas a Chloe en esto. Ya tuvo suficiente-Murmura.

-Adrien, ya vámonos.-Susurro cuando me acerco a su lado y apoyo una mano en su hombro. Él me mira tratando de reprimir todo lo que siente, tratando de ser el Adrien, pero le es inevitable. Entrelaza sus dedos con los míos y camina hasta la puerta, decidido.

-Por favor, déjanos ya-Pide mirando a Luka a su izquierda. Este se le queda mirando con su estúpida sonrisa y se corre a un lado, señalando la puerta con ambas manos.

-Adelante, queridos ¿Ves que solo había que ser amable?

Con eso que dijo, rebasó mi vaso. Suelto la mano de Adrien y esta se va directamente a la cara de Luka. Él se lleva la suya a la mejilla para protegerse de alguna que quizás creyó que vendría pero no. Se queda así, mirándome extrañado.

-¡Tú no sabes nada de amabilidad!-Grito cerrando mis manos en puños a un lado de mi cuerpo-¡No sabes nada así que o te callas, o...!

Adrien pasa una mano suave por mi boca y la mantiene ahí. Mis gritos siguen saliendo a toda velocidad por mi boca pero ahora son mudos ante todos menor para mí. En mi mente suenan a toda velocidad que me es imposible rescatar todo lo que digo.

-No hagas que este te ponga así, Chloe. Tú no eres así, no dejes que te cambie-Susurra tras mi oído. Mira con odio a Luka quien ahora vuelve a sonreír sin dejar de sostener su mano contra la mejilla. Adrien abre la puerta y Luka se despide de nosotros con un saludo de manos. Yo levanto el dedo del medio y Adrien me encierra la mano en un puño y me empuja hacia fuera lentamente.

La multitud nos absorbe, junto con las luces, parejas, cantantes y bailarines novatos. Adrien suelta mi cuerpo y yo suspiro fuertemente, tanto así que puedo llegar a creer que cualquiera lo oyó sobre la música. Adrien hace lo mismo y se lleva una mano a su frondosa cabellera, para luego tomarme nuevamente de la mano y llevarme fuera de la casa.

El sonido de ''Outside'' de Calvin Harris es menos sonoro aquí fuera, pero aún así puede escucharse el alboroto de allá dentro. Unos chicos con unas cajas de cervezas pasan a nuestro lado y están tan borrachos para notarnos que ni siquiera piden perdón cuando uno de ellos choca conmigo.

Adrien me acaricia lentamente el codo, donde fui golpeada, su cara está adornada con una linda sonrisa y mis ojos se llenan de lágrimas. Es asombroso lo rápido que puede ocultar tantas cosas este chico. Sé que por dentro está gritando a más no poder, pero aquí está: parado frente a mí, acariciando mi brazo tratando de hacer que mi dolor pase, con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro mientras que lo único que no pueden mentir son sus ojos.

Sus hermosos y grandes ojos color esmeralda está siendo víctima de una inundación por parte de la fuerte primordial de tristeza en su interior. Algo que parecía estar bloqueando el paso de la tristeza se perdió y ahora todo lo que estaba siendo reprimido se está escurriendo entre sus ojos.

Pero por algo dicen que el cuerpo humano es una máquina perfecta.

A pesar de tener todo un límite y sobre todo el lugar lleno de agua, sus ojos no dejan que todo lo demás se inunde. Aún mantiene elevadas, a duras penas, las barreras que protegen ya, a sus ojos, que son el punto central de la fábrica, tanto como su cuerpo completo.

Porque sabe perfectamente que solo le falta una gota para que se rebase y colapse.


Déjame sin palabras (Adrichloe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora