Al final de educación física esperamos a que todos se retiren de los vestuarios. Todos menos Bertholdt, qué seguía en las duchas.
Cuando sale y nos ve a Eren y a mi, de pie a cada lado fuera de la ducha donde estaba.
—¿Qué? — suelta Bertholdt, como si nada.
Suelto mis brazos, qué hasta el momento mantenía cruzados sobre mi torso.— ¿Como estas? — digo y el levanta una ceja
— Bien, supongo... ¿Pasa algo? — pregunta secándose las bolas frente a nosotros. Dejamos qué al menos se tapara sus vergüenzas antes de continuar.
— No lo se... ¿Hay algo que quieras decirnos? — agrega Eren y coloca una de sus manos en el hombro de Bertholdt, la cual quita de un manotazo.
— Sea lo que sea que les dijo la Zorra de Rose. Miente — dice con tranquilidad y una risa burlona en sus labios — Creo que esta obsesionada conmigo
— El único obsesionado eres tu. Y como no estas consiguiendo lo que quieres te metes con Rose y Armin — controlo las ganas de golpearle— ¿Quien será tu próxima víctima? ¿Seguirás usando drogas?
— No se de que hablan — dice y toma una sudadera. Se la quito de la mano y le lanzó el primer golpe. Cae aturdido al suelo
Eren da el siguiente golpe. Golpea fuertemente a Bertholdt en el vientre y costillas. Le damos espacio para que se levante y recupere. Esto sería más satisfactorio si daba la pelea. Primero se abalanzó a Eren. El lo esquivo y yo me interpuse para golpearlo en el rostro. Volvió a caer.
Bertholdt se arrastró un poco por el suelo y llega a los casilleros. Se aferro a ellos para levantarse otra vez.
Eren lo tomo del cabello y azotó su cabeza contra ellos.— ¿Quieres decirle a todos qué Rose y Zeke cogieron? Hazlo, pero te meteremos a la cárcel. Te pudriras el resto de tus miserables días allí.
— ¡Yo los metere a la cárcel! ¡Están locos!
— El unico loco aquí eres tu por atreverte a ponerle las manos encima a Rose — digo haciendo a un lado a Eren para seguir golpeando a Bertholdt
Lo devuelvo al suelo con otro golpe y me subo sobre el. Se resiste por un rato hasta que deja de moverse.
Su cara está cubierta de
sangre, igual que mis puños.— Ya, Jean, dejalo — Eren me sujeta del brazo antes de darle otro puñetazo en el rostro — vas a matarlo.
Eren me suelta y yo acerco mi rostro al oído de Bertholdt
— Si vuelves a tocarle un solo cabello a alguno de mis amigos. Si vuelves a tocar o mirar a Rose, te Mató ¿Has entendido?Bertholdt asiente con su cabeza, apenas.
Eren y yo nos retiramos. Las clases ya habían terminado, por lo que quedaban muy pocos alumnos en la escuela.
— ¿Crees que esto haya servido? — me pregunta Eren mientras caminamos hacia los estacionamientos.
— Por su puto bien, espero que si.
ROSE
Las noticias volaban en esta escuela. Supimos por Reiner qué Bertholdt había sufrido un asalto y que estaba en el hospital herido. Claramente por eso no le vimos la cara durante una semana. Por un momento pensé que había sido justicia divina, pero en cuanto vi a Jean y sus puños irremediablemente heridos, entendí que la justicia no fue divina.
— ¿Estas loco? — le reclamo evidentemente enojada.
— ¿Por que me dices eso? — se hace el desentendido. Con mi libro de historia le doy un fuerte golpe en el brazo.