21. No Se Lo Digas

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La música está a todo volumen mientras el equipo de fútbol celebra su victoria.
Reiner esta junto a Bertholdt, bebiendo cerveza mientras celebran.

Veo a las chicas también. Historia y Mikasa también celebran junto al resto de las porristas.

Ya le había dicho a todos que no asistiría Así que me escabullo por el pasillo mientras le aviso a Annie y Armin qué ya estoy aquí. Me escondo en uno de los baños de la primera planta. Busco la habitación de Bertholdt. Cuando la encuentro entró, pero antes me aseguro que nadie me viera. Dejo mi celular entre un par de retratos escondido entre ellos. Le doy play y salgo de la habitación. Me meto a la siguiente habitación y espero allí.

Cuando dejo de escuchar los gritos y vitoreo de los chicos, le escribo a Annie desde mi antiguo celular.

"¿Donde esta?"

Annie no tarda en contestar

"En la cocina. Intentaré llevarlo a su habitación"

El plan era bastante sencillo. Annie lo confrontaria y mandaría al diablo. Después yo tendria qué terminar de  provocarle, lo bastante hasta que confiese y logre grabar la confesión. Después de eso tendrá dos opciones. Detenerse y dejarnos en paz o detenerse y dejarnos en paz.

"Están subiendo a la habitación de Bertholdt "

Esta vez es Armin quien me advierte. El se quedaría fuera de la habitación por si Annie necesitaba ayuda.

Me asomo afuera de la habitación y veo a Armin  fuera de la de Bertholdt, y esta prácticamente con la oreja pegada a la puerta.

Luego de unos cinco minutos, ella sale sana y salva. No creía a Bertholdt tan estúpido como para lastimas a la chica que supuestamente ama. Pero no metería la manos al fuego por el.

Bertholdt estaba sentado en su cama

— Miren a quien tenemos aqui — digo con el tono más burlon qué mi voz me permite emitir. Bertholdt se pone de pie y cruza la habitación hasta llegar a mi. No se que le dijo Annie, pero Bertholdt esta cabreado. Me da un empujón y pasa de mi. Lo agarro del brazo y me interpongo entre el y la puerta.

—  Te olvidas que tenemos una charla pendiente —

— Si no quieres problemas es mejor que no me jodas en este momento — dice y su mandíbula se contrae. Bertholdt me aparta a un lado otra vez y abre la puerta. Me abalanzó sobre el  y la vuelvo a cerrar.

— Tu eres mi puto problema. Vi salir a Annie de aquí. ¿Qué le hiciste?

— Nada que a ti te importe— me mira por arriba de su hombro.

— Por supuesto que me importa. No solo te estas metiendo conmigo, sino que también has estado molestando a Armin. Agua sucia y basura en su taquilla, robarle la ropa en las duchas y amenazarlo por mensaje de texto ¿En serio? Nisiquiera puedes ser creativo. Solo eres infantil. ¿Crees que así te saldrás con la tuya?

Bertholdt se da media vuelta y volvemos a estar de frente

— Ya me estoy saliendo con la mía y eso que me lo he tomado con calma respecto a Armin. Pero ¿Sabes? Tienes razón. Desde hoy seré más creativo. Aun no me decido si molerlo a golpes yo o que otros se encarguen. ¿Tu qué dices?

— Digo que no harás nada y que mandaras alguno de tus lacayos a ensuciarse las manos.

— Algunos nacemos para dar ordenes. Otros simplemente las cumplen. Como el imbecil de Floch. Cree todo lo que le digo y hace todo lo que le ordenó.

— ¿Entonces te siente la gran cosa por atacar a Armin, y a mi?

— Ya soy la gran cosa. Pero debo admitir que me divierte joderlos. Y lo seguiré haciendo hasta que Annie abra sus ojos— dice e intenta abrir la puerta. No se lo permito.

— Annie ya abrió los ojos y por eso esta con Armin. Resulta que no eres las gran cosas, como tu crees, todo lo contrario. Eres un maldito infeliz, incapaz de aceptar su derrota —tenía suficiente evidencia contra el, pero quería joderlo un poco más —

— Yo voy a ganar — dice con seguridad en su voz. El creía que si iba ganar,peor ya había perdido por completo. Bertholdt se aleja y vuelve a sentarse donde lo encontré al principio. Le sigo y me quedo de pie frente a el

— ¿No lo entiendes? Bertholdt, hace mucho que tu perdiste. Annie ya se follo a Armin y a ti no. Pregúntate porque lo eligió a él y no a ti. ¿Necesitas más pruebas de que... — no vi venir las manos de Bertholdt qué ahora estaban sobre mi cuello y sobre mi. No podía moverme ni un poco. Mis manos van directamente hasta las suyas, intentando que me soltara. No podía respirar.

— De no ser por ti— dice y veo su mirada totalmente oscurecida. Bertholdt aprieta mi cuello más fuerte

— No.. Puedo... Respirar — digo apenas mientras sus manos siguen en mi cuello.

De pronto cuando creía que me desmayaria por la falta de oxígeno, escucho el sonido de la puerta abrir. Eran Reiner e Historia. Besándose y manoseandose mientras entraban a la habitación. Bertholdt también se percató de la llegada de nuestros amigos. El levanto su cabeza y les vio entrar. Fue ahí cuando tuve oportunidad de quitármelo de encima.
Con toda la fuerza que tenía, levante mi rodilla y le di en las pelotas

— ¡Hija de puta!— me grita hecho un ovillo en el suelo. Le lloran los ojos y su cara esta totalmente contraída por el dolor.

Yo en cambio me alejo de el, arrastrándome  por el suelo mientras intento recuepar el aire, lo cual era muy difícil mientras no paraba de toser.

— ¡¿Rose?! — oigo a Historia, qué corre hasta mi —¿Qué paso? ¿Estas bien?

Quise sonreírle y decir que todo estaba bien, pero no lo estaba. Estaba muy mareada y sentía que en cualquier momento se me saldría el corazón por la boca.

—Reiner llama una ambulancia — dice Historia

—¡No! Estoy bien... Solo llevate a ese hijo de puta lejos de mi vista

Reiner no soltó ni una palabra. Pero me miraba con preocupación. No lograba distinguir si era porque encontró a su mejor amigo sobre mi, ahorcandome, o porque lo vi besándose con Historia.
Ayudo a Bertholdt a ponerse de pie  y se lo llevo tal y como le pedí.

De pronto aparece Armin. Se supone que llevaría a Annie con Hitch y luego volvería a vigilar la habitación.

—¡¿Qué paso?! — pregunta alarmado cuando me ve en el piso junto a Historia

— Nada — digo e intento ponerme de pie. Historia y Armin me ayudan — Me tengo que ir...— digo antes de buscar mi celular. Había grabado todo.

— Te llevaremos a casa — dice Armin, ayudándome a caminar.

— Rose — Historia llama mi atención — No se lo digas.... Por favor — se refería a Ymir.

— Historia, hablemos de esto mañana. Justo en este momento no tengo cabeza para nada más— la tranquilizó, pero no tenía intención de hablar sobre nada. Ymir y yo estábamos distanciadas, pero se lo contaría de todas formas. Ella no se merecia esto. Lo lamento por Historia, pero debió pensarlo un poco antes de engañar a su novia.

Armin me lleva a su auto y le espero allí mientras va por Annie.

Mis manos tiemblan y y aun que estoy más tranquila, sigo asustada. El plan había cambiado. El directo Smith se enteraría de lo que Bertholdt nos hizo, pero también lo denunciria a la policía. Pudo matarme. El era peligroso.

Mi teléfono vibra en mi bolsillo.

Hay un mensaje  de Reiner y otro de un número desconocido. Primero leo el de Reiner

"Tenemos que hablar de lo que viste"

No había mucho que hablar la verdad. Vi lo que vi y era lo que era. Punto. No conteste su mensaje.

Paso al siguiente mensaje y siento mi estómago revolverse

"Si no quieres que todo el mundo se entre qué te cogiste a Zeke Jaeger, mantén la puta boca cerrada"

Mi garganta duele, pero grito en un intento fallido por sacar toda la frustración de mi cuerpo.
Me obligo a respirar hondo y calmarme. No funciona.

Lovesick - Jean Kirschtein x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora