Despegó la vista de mi celular cuando alguien corre la cortina qué me separa de las otras camas.
Un joven que viste de celeste entra. Tenía el cabello corto rubio y cejas finas. Sus ojos eran claros. No sabría decir si era un enfermero o doctor. Su rostro es serio al principio, pero me sonríe con amabilidad antes de hablar.
— ¿Eres Rose Sloan? —
Asiento con la cabeza. Mi garganta dolía mucho y estaba evitando hablar.
— Soy el doctor Grice. ¿Me permites revisar tu cuello?
Vuelvo asentir con la cabeza.
El doctor Grice se pone unos guantes antes de comenzar la revisión. Mientras toca mi cuello con la yema de sus dedos, frunce el ceño.
— ¿Puedes abrir la boca, por favor? — dice cuando termina con mi cuello. Abro mi boca como pide. Su ceño sigue fruncido— Al parecer tu laringe esta bastante inflamada. Te recetare algunos antiflamatorios ¿De acuerdo?
Asiento con mi cabeza por tercera vez.
— Quien te haya hecho eso, deberías dejarlo — dice mientras escribe algo en una libreta.
— Nadie me hizo esto — contesto, apenas con un hilo de voz, mintiendo. Las marcas en mi cuello eran de unos dedos.
— Ese nadie dejo sus dedos bastante marcados en tu piel — agrega — Si necesitas ayuda, podemos ayudarte. Podemos llamar a la policía.
—¡No! — exclamó y mi garganta duele como el infierno. Ya sabia que mi garganta estaba bien y solo estaba inflamada, así que me levante de golpe de la camilla para irme. Conseguiría amtiflamatorios por mi cuenta.
— La receta — le escucho decir a mi espalda. Le doy un vistazo por encima de mi hombro. Tenía la receta en su mano, mientras miraba con pena hacia mi.
Por estar mirando al doctor Grice, choco con el pecho de alguien. Me llevo las manos hacia la nariz.
—¿Rose? — abro los ojos cuando escucho la voz de Zeke
— Doctor Jaeger — dice Grice llegando a mi lado.
— ¿Porque estas aquí? ¿Estas enferma? — me pregunta Zeke, qué obviamente, todavía no veía los moretones de mi cuello.
— ¿Se conocen? — pregunta Grice — Rose esta aquí por una contusión en su cuello. Tiene la laringe un poco inflamada. Así que le recete unos antiflamatorios.
Zeke se acercó a mi y levanto mi barbilla para ver mi cuello de cerca
— ¿Fue ese chico? ¿Fue Jean? —exige saber — No importa. Quien haya sido tendrá que explicar esto a la policía. Grice, llama a la policía
— No llames a la policía — me esfuerzo en decir — No fue Jean.
— ¿Quien fue? — insiste Zeke
— Alguien de la escuela.
—¿Dime que paso? — tomo a Zeke del Brazo y nos alejamos del otro doctor.
— Es un chico que ha estado molestándome a Armin y a mi hace unas semanas. Lo confronte y las cosas se nos fueron de las manos.
— Sea lo que haya pasado, tenemos que denunciarlo a la policía, Rose. No estas sola, así que no tengas miedo de esos chicos ricos.
— Si voy a la policía el le dirá a todos que tu y yo... — guardo silencio unos segundos — Ya sabes...
— ¿Y como se entero ese chico?
