⎾𝗢𝘂𝗿 𝗕𝗮𝗯𝘆⏌☇ SooKai

🍄⃝⃛𖾔⭒𝟮𝟰: Nerviosismo ஂ᎐𝆤⭑

HueningKai no era un joven precisamente paciente, creo que ya muchas veces eso a quedado bastante en claro, por lo cual, ahora mismo se encontraba en medio de un fuerte forcejeo en el cual el, muy extrañamente era quien iba perdiendo. Y eso, hería su enorme orgullo.

── ¡SUELTAME DE UNA PUTA VEZ AHN SOOBIN!, ¡ANTES DE QUÉ TE PARTA LA CARA! ── Exclamó el pelinegro, tratando de alejar de alguna manera el cuerpo de su mayor de el suyo, el acercamiento no le gustaba, debido a que aquello no le estaba generando para nada buenas sensaciones, su mayor se encontraba borracho y talvez no estaba del todo conciente de que su acercamiento, mezclado con el toque constante de algunas de sus partes más sensibles, le estaba generando mucho Nerviosismo, de manera positiva, pero el no quería admitirlo, ¡No podía admitir que le gustaba de gran manera que el tacto de su esposo sobre de el le generaba tantas emociones a la vez!, Talvez había Sido por causa de la abstinencia en la que se habían envuelto los últimos meses, que de alguna manera ambos se veían tentados en esos momentos, o era más bien por el hecho de que HueningKai finalmente era conciente de que efectivamente, durante todo el tiempo en el que ambos habían estado juntos, el mayor había Sido el único que había llegado a amarlo sinceramente ── ¡A-Hn SooBin Y-ya suéltame!, ¡Antes de que-...!.

── ¿Antes de que?, ¿Qué?, Vamos, quiero oirte ── Retó el mayor mientras sus manos apretaban con más fuerza que antes, sin llegar a lastimarlo claramente, HueningKai se sonrojo ante el acercamiento que el rubio había implementado en su contra, su voz ronca y la manera en la que sonreía tan descaradamente, no le estaban ayudando para nada a mantenerse coherente, SooBin no era feo, era un hombre realmente hermoso que a cualquiera le gustaría tener como pareja, pero HueningKai no estaba del todo al pendiente de lo que el quiera o sentía, el solo vivía por y para su hijo, por lo cual había dejado de lado a si mismo, SooBin paso sus manos por debajo de la camisa holgada de su mejor, tocando su suave piel con un poco de descaro de por medio, el mayor era una persona completamente diferente a penas se emborrachaba, HueningKai lo sabía bastante bien después de todo, aquella repentina Dominancia que el mayor solía tener en ese estado, era algo que a él, le hacía temblar, muy literalmente ── Oh joder, eres tan sexy HueningKai, ¿Quieres que papi te haga cositas?, Niki no esta~.

── ¿P-Papi?, ¡¿D-de que mierdas estás hablando SooBin?!, ¡Suéltame ya! ── Exclamó nuevamente HueningKai, recibiendo una nalgada por parte de el mayor, quien al parecer no le estaba gustando para nada el comportamiento de su menor consigo, el mismo quien sintió sus mejillas arder ante la satisfacción que momentáneamente había experimentado, ¡HueningKai piensa coherentemente!, ¡Ya sabes muy bien lo que pasó la última vez que te dejaste llevar tan fácilmente por la seducción de tu mayor!, ¡Ahora estás casado con el y tienes un bebé de ocho meses!, ¡Piensalo bastante antes de cometer una equivocacion semejante!, La pequeña voz en su cabeza le exigía, mientras su corazón en esos momentos estaba experimentando completamente lo contrario a lo que su mente le decía, el menor no sabía que hacer definitivamente, la lucha interna que tenía en esos momentos era demasiado grande como para ignorarla ── Y-Ya N-No me pegues o-oh realmente me enojare.

── Me encanta cuando estás enojado, tus ojitos brillan muy bonito cuando lo estás ── Comentó el rubio con una sonrisa de por medio, HueningKai sintiendo que definitivamente un par de golpes al rostro del mayor no le vendrían para nada mal ── Me encanta todo de ti, puedes dejarme de hablar, dejarme dormir en el sofá, golpearme y gritarme, pero aún así, yo te seguiré amando mucho.

HueningKai abrió su boca, más ninguna palabra fue capaz de salir de la misma, los labios de SooBin lo atraparon, nublado ligeramente sus pensamientos, dejándose llevar un poco por el embriagante éxtasis que lo invadió al ser besado nuevamente por su mayor.

Había olvidado cómo se sentía ser querido genuinamente por alguien.