Miranda LivingstoneYo sabía que aquella boda no se llevaría a cabo, no en ese momento, el cuento de hadas, la ceremonia de princesas y mi familia tendrían que esperar porque Max y yo estábamos empezando un proyecto juntos, uno del que él no tenía idea, ni siquiera entiendo cómo pude callar por más de dos meses. Dejé que nuestra falsa unión avanzara unos días más, al menos la planificación, necesitábamos desviar el dolor, las penas, pero tampoco era tiempo de celebraciones.
Al menos no programadas.
Doy un paso más temblorosa por los grandes pasillos de piedra que logré memorizarme en aquellos años en la clínica, juraba que no tendría que volver, aunque esta vez no es tan malo.
Abrazo fuerte, pero delicado lo que sostengo en brazos. Y sí, encuentro a esa mujer a la que vine a buscar. Aún viste de negro, pero atiende con la misma sonrisa que en algún momento detesté, sin más la intercepto.
—Tome, esto es culpa suya —depósito al sonriente ser de cabello chocolate en sus brazos que acepta por reacción.
—No entiendo —Murmura atrapandolo sorprendida y maravillada con la mirada del niño—. ¿Quién es él?
—Se llama Abisaí. Su padre y yo debatiamos esta mañana entre meterla a prisión por negligencia o buscarla de madrina. Y Maximiliam creyó que la segunda era mejor idea —encojo de hombros al tiempo que hago un mohín para estresarla—. Aún tengo mis dudas.
—¿Max? —Entonces la mujer me enfoca por completo—. ¿Miranda?
Ambas nos escaneamos, tal vez no han pasado tantos años como para no reconocernos, pero si hemos experimentado cambios. Espero y realmente deseo no verme como hace años, asustada, vulnerable y sola.
—¡Al fin encontré el estacionamiento! —sisea Maximiliam llegando a nosotras con una canasta de dulces Ariasenses y vino—. Eso de haber ingresado en una ambulancia y salido en una no me dejó conocer la entrada en aquella ocasión.
Es bochornoso volver la mirada a ella después de que su cabeza hizo el recuento y nos ha recordado a detalle.
—Ah, sí, el delincuente ese es mi novio. Ni siquiera yo sé cómo caí tan bajo y denigré mi apellido, en fin el niño nos quedó bonito.
—¿Ustedes? —Suelta una delicada carcajada que esa cosita de cabello chocolate imita burlesco en esta etapa de imitar todo entre balbuceos.
—Ya le dije a Miranda que disfrute cada etapa con él, porque es el único que tendremos, o sea tuvimos la suerte de que fuese niño, me aterraba la idea de que una variación de Hannah saliera de mí —achico los ojos, si pudiera lanzarle una llamarada lo haría—, bueno de ambos.
—Creía que adorabas a Hannah Maximiliam —Ameniza la psicóloga Hoffman robandole un beso y una risotada a Abisaí conmocionada de ver nuestro intento de darle un trocito de su hija en nuestro pequeño.
—Yo también pensaba lo mismo hasta que sus variaciones malvadas se me fueron en contra.
La mujer se ríe con aquella naturalidad que recordaba aunque le suene incongruente lo que dice Max.
—¿En contra?
—Le tiene miedo a dos niñas que no pasan de seis años —le explico girando a él—. Creo que sería buena idea que Grace y tú tomen terapia familiar.
—Yo no pienso entrar solo con esa abominación en ningún espacio sin testigos —vacila en negación.
—¿Qué hay del psicólogo que les acompañará?
—Se puede deshacer de ambos.
Reímos cuando pequeñas gotas comienzan a caernos encima, por lo que nos vemos obligados a avanzar hasta la primera recepción, giro a Max y su sonrisa se vuelve malvada.
—¿Le podemos encargar a Abi un momento Anne? Queremos recordar viejos tiempos en el lugar en el que nos conocimos.
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Nos leemos en un ratito con la sinopsis de Solsticio 🙊
No sé si sea un dato relevante, pero Abisaí se llamaba mi crush perfecto (no sé que es actualmente de él, iba en mi uni).
Pd: creo que por eso le puse Isaí a Isaí.
Pdt: Es como tres años más chico que yo, muy de las Snyder de mi parte jajaja
Pd: Sí algún día estos libros están en físico la dedicatoria será con todo y apellido 😮💨
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Al terminar el otoño [L #3] - Último Otoño
Teen FictionUn productor acusado injustamente de desfalco ocultándose de las autoridades en una clínica psiquiátrica. Una joven con distintos complejos en reintegración. Una confusión que hará que ambos sean ingresados a la misma habitación donde él deberá co...