Al terminar el otoño [L #3] - Último Otoño

EXTRA II - ANTES/DESPUES

ESPECIAL / SIN UN ANTES O UN DESPUÉS

LLOREN O SEAN FELICES

IMAGINEN QUE LOS PRIMOS LIVINGSTONE TIENEN EDADES SIMILARES, LES QUERÍA PRESENTAR LOS SOBRINOS A ALGUIEN🥹

NOTA IMPORTANTE AL FINAL

Maximiliam Synder

Paso el gel por mi cabello haciendo que mis ondulaciones rebeldes se agrupen hacia atrás dándome un apariencia más formal. Frente a mí Hannah me ataca con un peine y con el fijador con el que minutos antes casi extingue a Sam al peinarla igual que a sus hermanas.

—¿Cómo me veo?

Pregunto nervioso hacia ellas y el metiche de Iverson que se acomoda el moño en el espejo del fondo gira a verme, ¿Sabrá que es una boda en la playa y no una reunión de negocios con el presidente?

—Pues....—vacila él sin tentarse.

—¡Louis!

Lo detiene mi hermana a lo que el tetrico pianista se ríe amargamente mirándonos de reojo en la superficie reflejante.

—No tan del asco como siempre Snyder.

—¡Te ves muy guapo tio Max! —me mima Sam encantada esponjando mucho más su vestido beige—. ¡Y Miranda es la novia más bonita! ¡Ya la vi!

Eso lo sé.

—¿Y ustedes qué opinan?

Giro a Carly que salta entusiasmada aplaudiendo.

—Pareces un príncipe Max.

Grace hace una mueca sacudiendo la cabeza intentando quitarse el gorro de seda que envuelve sus rizos con un tocado de tulipanes amarillos de cera.

—Te has visto peor —dice sin voltear a verme.

—Vamos niñas ya, Louis las llevará con Miranda y sus sobrinas para la sesión con las damas así que nos encontraremos en la ceremonia.

Louis abre la puerta dándoles paso a las niñas y dejándome con la más intensa encargada de imagen.

—Espero que a mamá no le enoje que te haya pedido a ti que me acompañaras en el altar, Hann.

—Tampoco le dolió faltar a nuestros cumpleaños por sus reuniones sociales —zanja pasándome el saco por detrás para que meta mis brazos—. Te ves muy bien, digno de un cuento de hadas.

—Voy a la espera de la princesa más malcriada y berrinchuda.

—Conociéndola seguro ella te espera a ti, es mejor que nos vayamos ya.

Toma a Andrew del portabebé y me lo entrega ya cambiado. Si lo observo bien es como una réplica mía, pero en pequeño y de ojos fascinantemente cafés, pero mucho más claros casi aceitunados.

—Espera... ¿lo has vestido como yo?

—Lo más similar posible, es complejo encontrar trajes para bebés de un año.

—Eres la mejor hermana, pero la peor tía. Te va a odiar cuando recuerde que lo has vestido así.

Del brazo de la diosa del glamour camino hasta la playa, estoy seguro de que todas las miradas las roba su vestido y costoso bolso. No debí invitarla, Miranda me dejara plantado si Hannah le roba protagonismo en alguna de las tantas revistas que seguro han enviado reporteros, aunque a quien engaño, es imposible que Miranda no se vuelva el centro de donde pisa, al menos mi mundo lleva su nombre.