Gilmore Girls || Logan Huntzberger

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[TÚ SALTAS, YO SALTO]

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–Eres demasiado guapo para ser de verdad– abrazo por la espalda a su amigo.

–Buenos días para ti también Mikayla.

–Deberías usar trajes más seguido, te ves como todo un príncipe.

–¿Acaso te gusto?

–Reconozco la belleza de mis amigos– *Auch* pensó Logan con ese comentario.

–Y tu mi única amiga te ves como una hermosa princesa.

–No me veo como una, simplemente lo soy.

–Que modesta.

–Toma– le entrego una caja. –Es el vestido para Rory. Tengo que irme y no voy a alcanzar a verla, confío en que se lo entregues.

–Si no tienes tiempo, ¿Qué haces aquí?

–Aparte de entregarte el vestido, elijo pasar mis diez minutos de descanso contigo. Es tu totura por elegirme como amiga.

–Al final si que tienes corazón.

–Diviértete en cuanto termine de hacer mis cosas ire a buscarte.

–Te estaré esperando– beso su mejilla.

–No te pases de listo, ya vi que Rory tiene interés en ti.

–Es muy interesante.

–No juegues con ella Logan.

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Rory junto con Logan llegaron a reunirse, ya cambiados, con el resto de la Brigada de la Vida y Muerte. Estaban todos reunidos en una media Luna, enfrente de ellos estaban Emiliano y Mikayla dando un brindis para dar inicio al festejo.

–108º Gran Asambleas de la honorable Brigada de la Vida y la Muerte– decía Emiliano.

–Alcen sus copas, por favor– Mikayla le guiño el ojo a Logan cuando lo vio llegar. –In omnia paratus.

–In omnia paratus– repitieron los demás.

Todos tomaron de la copa de otro. Mikayla y Emiliano se ofrecieron entre ellos las copas. Rory y Logan hicieron lo mismo, solo que Mikayla al verlos sintió una pequeña punzada en el pecho al verlos tan cercanos.

–¿Celosa?– interrumpió su hermano.

–No se de que hablas.

–Logan y Rory.

–Sigo sin saber de qué hablas.

–Te conozco.

–Al parecer no tanto. ¡Hágalo sonar!

Acto seguido dos miembros quitaron la tela de un gigante disco que fue tocado por unos de ellos generando un fuerte ruido.

–Estabas celosa.

–Solo es dolor de cabeza, ayer tomamos demasiado.

–Si tu lo dices.

–¿De que estaría celosa?

–De nada, tienes razón. Son las ideas mías de tanto alcohol.

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–Por fin llegan– exclamó. –Solo ustedes los Martinelli faltaban.

–Calmate ya estamos aquí Fede– dijo Mikayla. –Vamos para el puente.