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Chocolate caliente
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CAPITULO 3



"Let me photograph you in this light
In case it is the last time
That we might be exactly like we were
Before we realized
We were scared of getting old"




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Las primeras semanas en Hogwarts habían pasado muy lento y desafortunadamente pocas eran las noticias de Black. Elizabeth tenía que enfrentarse cada día con los dementores, que parecían estar cada vez más hambrientos y solían desquitarse con ella con cada visita. Era necesario conjurar un patronus más fuerte en cada ocasión para no verse tan afectada, pero, aun así, la última semana había sido un sufrimiento. Unos dementores se había salido de sus rondas en los terrenos del bosque para pasearse por Hogsmade y gracias a la aurora no había salido ningún herido, pero estuvo muy cerca.

Este día había sido muy difícil comparado a los demás, los dementores le habían jugado una mala pasada. Al ser el primer viaje a Hogsmade y tener que mantener los alejados de todos los estudiantes que cruzaron los terrenos del castillo para pasar al pueblo, Elizabeth se vio acorralada por ellos, sabía que teniendo a su patronus junto a ella no podían hacerle daño, pero para mantener el hechizo fuerte necesitaba tener presente en su cabeza un recuerdo feliz, lo que le resultaba muy difícil al tener un docena de dementores volando sobre ella, molestos por no haberse alimentado por semanas, renuentes a seguir obedeciendo.

Así que Elizabeth hizo algo muy estúpido. Bajo la guardia por un momento y su patronus comenzó a parpadear hasta que la lechuza plateada desapareció. Furiosos, los dementores se inclinaron sobre ella y por un momento, Elizabeth se vio envuelta en un mar de sufrimiento y agonía. Recordó los peores momentos de su vida, la primera guerra mágica en Londres, la perdida de sus mejores amigos, las personas que no pudo salvar, los duelos que estuvieron por acabar con ella. Pero entonces recordó a James, su muerte, su sacrificio. Y un pequeño rayo de luz se abrió paso en su memoria, se aferró a él con fuerza y recordo lo feliz que fue junto a él cuando trabajaban juntos. Recordó con felicidad la amistad que había formado aún en los momentos más oscuros, aun cuando en Hogwarts apenas y se habían dirigido la palabra. Recordó su determinación, su lealtad, su compañerismo y recordó a su hijo Harry, que la necesitaba, que necesitaba su protección. Y con esos pensamientos en mente, Elizabeth conjuro un nuevo patronus. La gran lechuza plateada salió despedida de la punta de su varita y voló en círculos alrededor de ella, alejando a los dementores y dándole tiempo para recuperar el aire.

Una vez que todos los estudiantes de Hogwarts regresaron del pueblo, Elizabeth dio órdenes a los dementores de no pisar Hogsmeade por ningún motivo. Estaba molesta, aturdida aún por el ataque que había recibido por parte de ellos y aún seguía temblado de frio.

Con solo un pensamiento en mente Elizabeth regresa al castillo, tiritando y con una presión en el pecho que no había podido aliviar durante horas. Tratando de esfumar de sus pensamientos los terribles recuerdos que las creaturas habían revivido, la joven camina por los pasillos de Hogwarts hasta llegar a su destino. Las cocinas.

PATRONUS (Remus Lupin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora