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Juntos

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CAPITULO 13




"Can't even tell if
I love or hate you more
You've got me addicted
And I can't tell who's keeping  score

I know what you mean when you act like that
But you don't know it's breaking my heart
Said that it was just never gonna happen
Then almost kissed me in the dark"



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La estadía en Grimmauld Place no había sido en absoluto como Elizabeth lo esperaba.

Hace un mes, cuando Sirius Black le presento lo que sería su nueva habitación y ella entro con solo una maleta de ropa en el hombro, creyó que estaba cometiendo una locura. Pensó que vivir con dos hombres -uno con el que había estado en una relación y otro al que había condenado más de una década en la cárcel- iba a ser algo incomodo y difícil. 

Pero no fue así.

Tenía cuatro semanas viviendo en el departamento y había visto a los chicos más pocas veces de lo que habia anticipado. Sus rutinas eran muy distintas, por lo que casi nunca se encontraban. La chica despertaba demasiado temprano para desayudar e ir al trabajo, Sirius no mostraba señales de vida hasta después del mediodía y Remus desaparecía por días, tenía misiones constantemente ya que al no tener un trabajo hacia todo lo posible por ayudar a la Orden y sentirse útil. Después del trabajo, Elizabeth regresaba directo a Grimmauld Place y comía algo antes de subir a su habitación, casi siempre a esta hora Sirius estaba tomando una siesta así que Elizabeth se sentía libre de vez en cuando para bajar a la chimenea y leer, ahí habían sido la mayoría de sus encuentros con Remus.

Sirius por su parte es una persona nocturna, estaba despierto hasta altas horas de la noche y Elizabeth lo sabía ya que el hombre no se molestaba en ser silencioso, ponía música a alto volumen y hacia toda clase de ruidos. Sin embargo, Elizabeth tenía sus propias misiones de vez en cuando, así que no podía quejarse mucho del hombre ya que los días en los que llegaba al departamento después de una noche de guardia caía completamente rendida tras tomar una botella de vino, una dosis bastante efectiva para el sueño, no más, no menos.

Molly habia estado llevando comida a los chicos durante meses ya que Sirus no tenía permitido abandonar el lugar ni siquiera para hacer las compras, así que desde Elizabeth llego se comprometió a hacer la despensa. Al principio la señora Weasley se había negado a dejar de cooperar con esa simple tarea, pero Elizabeth fue muy insistente y ahora era ella quien se encargaba de llenar la alacena con dinero de su propio bolsillo, era lo mínimo que podía hacer ahora que estaba viviendo sin pagar renta en la casa de Black. Le sorprendía que una vez con la alacena llena era Remus quien hacia las mejores comidas cuando pasaba los días en el departamento.

Sirius había comenzado a ser amable con ella cuando se llegaban a ver, incluso podían quedarse conversando por horas, pero era extraño que eso sucediera. De vez en cuando la chica se preocupaba al verlo derrumbado en el sillón, perdido en sus pensamientos, cuando ella bajaba por un vaso de agua en las madrugadas. Sin duda, el hombre no se sentía más libre estando aquí de lo que se sentía en Azkaban, y era una pena verlo así.

PATRONUS (Remus Lupin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora