𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 1

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Yuanfen.

Principio que define esos amores que nacieron predestinados.
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Esos días se destiñeron.

Incluso después de conocer tu aroma.
Tan diferente al mío.

En la profundidades de la eternidad que dejaste atrás.

Incluso el azul sigue aquí.

Incluso el azul sigue aquí.

No hay oración o palabra que pudiera alcanzarte.

Sin importar que tan cerca estén de ti.

De un color como si fuera un amor silencioso.

O como si fuera un verano bajando por una mejilla.

Tengo una maldición atorada.

En el fondo de mi garganta para ti.

¿Nos veremos de nuevo, verdad? Dice la inaudible voz.

Ao No Sumika- Tatsuya Kitani.

Suguru Geto.

La primera vez que conocí a Satoru Gojo fué en el instituto de Hechicería, ya había oído de él de antes, pero nunca lo había visto en persona, estaba nervioso.

Conocer a un hechicero de mi edad que lo concideraba prodigio era estresante, no sabía si le caería bien. Yo era un categoría especual también.

Podía tragar Maldiciones y controlarlas a mi gusto, aunque suene "genial" era asqueroso, era como tragar un trapo con vómito. Te ardía la garganta, te pudría por dentro. Lo hacía, pero no dejaba que eso me lleve, yo era un hechicero, debía ser fuerte para proteger a los débiles. Ese era mi pensamiento.

Después de vencer a los osos de Yaga volví a tragar a mis Maldiciones para voltear a verlos, tanto Shoko como tú estaban sorprendidos.

-¡Que genial! Es asqueroso pero genial -opinaste acercándote- ¿entonces comes Maldiciones? Asombroso.

No te asustó. Ni te dió asco, era la primera vez que me pasaba, me sentí cómodo, por primera vez me sentí a gusto con alguien.

Sin saberlo estaba cayendo encantado por esos ojos celestes que brillaban más que ninguno otro.

Estaba cayendo por él.

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Sin darme cuenta, cuando las clases iban pasando entre los entrenamientos y las misiones nos fuimos haciendo más amigos, no pasó mucho cuando comenzamos a coordinarnos para atacar, éramos un dúo perfecto, con Shoko con su Técnica Inversa prácticamente éramos el.mejor equipo de primero.

En uno de los entrenamientos con Yaga te lastimaste el pie y me ofrecí a cuidarte.

-Deberiad poner más atención a tus pies, Satoru- lo regañe.

-hay por favor, ¡¡quien podría atacar mis pies!! Ese oso hizo trampa.

Te ayude a llegar a la enfermería dónde te pusieron hielo y te dejaron con órdenes de estar en cama, lo que no me pude resistir a consentirte un poco, te traje dulces, mantas y nuestros videojuegos portátiles para pasar la tarde jugando y peleando por eso mientras reíamos.

Tu risa era lo que más amaba, era tan bella, tan cálida, además de tu rubor y tus ojos brillando, era una adicción para mí, que aunque no lo mostraba, haría todo lo que fuera por ver y oírla.

Sin darme cuenta, en cuanto más la oía, más hablaba contigo, más tiempo pasábamos juntos, la calidez de mi pecho crecía, mi piel.se erizaba con tú voz y mi corazón se aceleraba.

Sin saberlo caia enamorado ante Satoru Gojo.

Maldición.

𝓜𝓪𝓷𝓲𝓱𝓵𝓪𝓹𝓲𝓷𝓪𝓽𝓪𝓹𝓪𝓲.  || 𝓖𝓸𝓳𝓸 𝔁 𝓖𝓮𝓽𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora