Estaban en la parte de atrás del gimnasio de la escuela, aquel lugar era famoso entre los alumnos por una cosa, una cosa que aprecia a punto de suceder con aquellos labios que se acercaban peligrosamente a los suyos, podía sentir la calidez de su aliento. Cerro los ojos y termino con el poco espacio que aun quedaba entre ambos.
Se besaron.
Aquellos labios eran tan cálidos, tan dulces que poco a poco se fue fundiendo en aquella danza. Sus manos tomaron vida propia y haciendo que el espacio entre ambos disminuyera aún más. Quería sentir aquella calidez.
Se separan por la falta de oxígeno, pero la necesidad llego, quería más, no: necesitaba más. Se acercó y comenzó un recorrido de besos desde su mandíbula hasta llegar a su cuello, sintiendo como se estremecía entre cada beso, aquello no hacia mas que aumentar aun más la temperatura de su cuerpo... ¡Quería mas!
Con un hambre que desconocía comenzó a cambiar los besos por pequeños mordiscos, quería dejar su marca en ese hermoso cuello, quería marcarlo como...
- ¡Tigresa! – Era la voz enfadada de su maestro desde la puerta. – ¡Levántate de una vez!
La adolescente se sentó en su cama con el corazón acelerado, sudaba. No era la primera vez que soñaba con besar a alguien, ya en su adolescencia temprana había tenido ese tipo de sueños, pero era la primera vez que aquel hombre que besaba tenía un rostro... era Po... No solo el rostro, estaba besando y tocando a Po en su sueño. Y cada vez que recordaba aquellos actos su corazón se ponía latir más rápido.
- ¡Tigresa! – Le volvió a gritar su maestro.
Salto de la cama. El agua fría de la ducha al fin lograba que su cuerpo bajara su temperatura. Se quedó bajo el chorro por unos segundos ¿De verdad todo aquello sucedió? Ya hacía años que ese tipo de sueños había desaparecido gracias a la meditación y el autocontrol.
- Tendre que quedarme meditando más de lo habitual. – Se dijo para después cortar el agua y comenzarse a secar.
Llego a la cocina donde la esperaba el maestro Oogway con una sonrisa mientras tomaba una taza de té y comiendo galletas dulces.
Devolvió la sonrisa para después sacar del refrigerador una pequeña pieza de tofu que te la comió de un bocado.
- Bebe un poco. – La invito el anciano acercándole una pequeña taza de té. – Es una nueva infusión que hice.
La chica dio las gracias para después tomar un sorbo, tuvo que ser rápida para disimular la cara de sorpresa y desagrado, el té estaba empalagoso.
- Esta delicioso, maestro. – Dijo dejando la taza en la mesa. – Pero ya es tarde y pronto llegaran por mí.
- No te preocupes, hice mucho así que podrás disfrutarlo por el resto de la semana. – Le regalo una ultima sonrisa antes que la adolescente saliera.
- Tengo que hablar una cosa contigo antes de que te vayas. – La detuvo Shifu a medio pasillo. – Este sábado tienes un torneo de exhibición en el Valle, pero ni yo ni el maestro Oogway podremos asistir, como ya sabes tenemos una reunión en otra ciudad, así que tendrás que irte sin mi ¿Podrás con ello?
- No lo defraudare. – Respondió una pequeña reverencia.
- Eso espero. En tu último torneo tu desempeño no fue el esperado. – Le recrimino. – Lo ganaste, pero dejaste demasiado abierta tu defensa y recibiste más golpes de los que debías.
- He practicado mucho estos días y lo seguiré haciendo, maestro.
Shifu asintió para después irse.
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High School Peace
FanfictionUna versión de Kung Fu Panda donde todos son alumnos de secundarias y humanizados. Po es el nuevo alumno de la secundaria del valle de la Paz, nuevos amigos, aventuras, experiencias y problemas, sobre todo cuando no demora en enamorarse de su nueva...