- Ya pueden irse a cambiar. – Anuncio el profesor Temutai después de tocar el silbato. – Fue una buena sesión de ejercicios.
Po se dejó caer. Ese día lo habían tenido corriendo prácticamente toda la clase, después de no poder encestar ni por accidente el balón en el aro de basquetbol los primeros 30 minutos de la clase.
- Al fin. – Exclamo desde el suelo mientras Mono y Mantis lo ayudaban a levantarse.
- Casi lo olvidaba, el próximo viernes comenzaremos con la unidad de natación en la piscina olímpica que al fin terminaron de arreglarla, así que traigan su traje de baño institucional. – Grito mientras los alumnos caminaban en dirección a los vestidores. – Estaremos un mes con clases de nado, para que se preparen.
Po que al fin ya se había puesto de pie palideció de pronto y casi se volvió a caer ¿Piscina? ¿Traje de baño? ¿Sería posible lesionarse en menos de una semana para tener un justificativo para educación física? ¿Este sería su fin?
Todo había sido tan lindo en esa escuela, pero todo lo bueno tenía un fin y ese sería el suyo. Tendría que volver a esconderse en las sombras, con su cuaderno como único amigo, tendría que...
- ¿Po? – Intento llamar su atención una voz que escucho a lo lejos. - ¡Po! – Le gritaron casi al oído y lo zarandearon bruscamente haciendo que por fin volviera a la realidad.
- ¿Tigresa? – Vio los ojos ámbar de su amiga. Miro a su alrededor y noto que estaban en el cuarto de la chica - ¿Cuánto tiempo ha pasado?
- ¿Desde que pareces perdido en otro mundo? Un día al terminar la clase del profesor Temutai. – Respondió la chica volviendo a tomar asiento en su escritorio. – Te estaba preguntando si habías traído la información sobre la guerra chino-japonesa.
El chico reviso su mochila, pero esta estaba completamente vacía.
- No, lo siento. - Se disculpó pasándose las manos por la cara. Ya había perdido un día, necesitaba pensar en algo rápido para evitar ir a la piscina.
- Primera y última vez, la próxima te rompo el brazo. – Lo amenazo molesta mientras se ponía a escribir.
- ¿Romperme el brazo? – Repitió en voz alta teniendo una pequeña epifanía. - ¡Rómpelo ahora! – exclamo acercándose a ella y extendiéndole su brazo derecho. – No, espera. Mejor este. – Lo cambio al izquierdo.
- Po ¿Todo en orden?
- Claro. – Respondió el chico con su jovialidad habitual. – Aunque no estoy tan acostumbrado al dolor ¿No tendrás un cinturón o algo que morder para así no gritar y llamar la atención de todos? Aunque si te sabes alguna técnica para que me desmaye y después me lo quiebras sería aún mejor.
Tigresa se levantó en silencio, lo tomo del brazo con bastante fuerza apretándole un nervio haciendo que el chico sintiera algo parecido a una descarga eléctrica seguida por un intenso dolor que lo hizo comenzar a aletear en un vano intento de que lo soltara.
- Detente... - Suplico cayendo de rodillas por el dolor.
- ¿Todo en orden? – Volvió a preguntar. – Te recuerdo que soy una maestra y te puedo generar bastante dolor sin romper, ni dejar marca alguna. – Aumentó la fuerza. – Puedo seguir así todo el día. Tú decides.
- ¡No! – Grito el chico aleteando del dolor. – No está todo bien.
Tigresa lo soltó y lo quedo mirando con los brazos cruzados sobre el pecho esperando una explicación.
- No lo entenderías. – Contestó el chico sentado en el suelo mirando hacia cualquier lado de la habitación.
- Pruébame.
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High School Peace
Fiksi PenggemarUna versión de Kung Fu Panda donde todos son alumnos de secundarias y humanizados. Po es el nuevo alumno de la secundaria del valle de la Paz, nuevos amigos, aventuras, experiencias y problemas, sobre todo cuando no demora en enamorarse de su nueva...