Malentendido.

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Tigresa había vuelto el miércoles a la escuela. Shifu le la había obligado a cuidarse por un par de días, mas que nada por ser una sugerencia bastante persistente por parte de Oogway. Como era de esperarse no había dado muchos detalles de esos días en casa, simplemente se limitó a pedirles los apuntes a Víbora en la mayoría de materias menos en matemático y física que en esas materias Grulla era mucho más detallado.

- Sabes... - Comenzó Víbora mirándola mientras transcribía los apuntes a su cuaderno. – Po se veía triste los otros días.

- ¿Le había sucedido algo? – Pregunto la pelirroja sin levantar la mirada de su trabajo.

- Creo que extrañaba a alguien... - Siguió jugando su amiga.

- Oh. – Fue todo lo que soltó mientras miraba fijamente el cuaderno. - ¿Qué dice aquí? – Le preguntó apuntando a una línea.

- Puentes de hidrogeno. – Leyó levemente molesta, tendría que tomar otra dirección. - ¿Cómo va tu pierna?

- Normal. Tengo aun algo de dolor leve, pero ya la puedo flectar.

- ¿Y nos extrañaste estos días?

- ¿Cómo hacerlo si me llamaban todos los días?

- Si, pero no es lo mismo una llamada de unos minutos que hablar, reírnos juntos y recibir el tacto... - Se detuvo recordando la mescla de silenciosa y esquiva con cualquier contacto físico que era su amiga. – Buen punto. – Rectifico. – Al final no me dijiste como sobreviste el domingo.

- Tuve ayuda. – Soltó y volvió a apuntar algo en el cuaderno.

- ¿Ayuda? – Pregunto ignorando el cuaderno. - ¿Quién te ayudo?

- ¿Quién más que...? – Se detuvo ¿Sería bueno decir que fue Po? Bueno, ¿Por qué aquello sería malo si son amigos y el chico siempre se metía en sus asuntos? Pero era algo que quería dejar solo para sí misma y alejarlo de los comentarios maliciosos y de doble lectura que podía hacer su amiga. – Zeng.

- ¿Zeng? – Pregunto incrédula.

- Si, Zeng. El tipo que de vez en cuando venía ayudar a Shifu con la correspondencia cuando éramos niños y que ahora una vez a la semana viene a ayudar con la limpieza y a entregar panfletos del palacio. ¿Te acuerdas de él?

- Claro que sí. Sobre todo, lo mucho que odiaba cuidar de las heridas de los demás, siempre reclamaba que él era ayudante no enfermero y que la sangre lo mareaba.

- Fue solo comprar un poco de comida. Además, mi herida no sangra. Solo fue un pequeño favor que le pidió Shifu.

- Así que le dijiste a Shifu el sábado de tu lesión. Sino no veo manera de que pudiera contactar con Zeng a tiempo...

- Solo le dije que quede adolorida del torneo.

- Así que ahora Shifu es un maestro comprensible que cuida de ti.

- Siempre cuida de mí. – Replico molesta.

- Si, pero a su manera. Y en esa jamás está el que alguien te consienta en algo.

- Solo fue a comprar unas sopas instantánea y tofu, tampoco que me preparara un platillo delicioso y picante para después ayudarme con los masajes que necesita mi rodilla. – Insistió molesta cerrando los cuadernos. – Gracias, ya tengo todo lo que necesito.

Se despidió para después tomar sus muletas y salir de allí.

Víbora se quedó con más preguntas que respuestas en su mente. Lo de Zeng era raro, pero eso ultimo había sido algo demasiado especifico. Tigresa le debía estar guardando alguna especie de secreto y ella como buena amiga lo iba a descubrir.

High School PeaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora