El día a día de Gojo en un mundo extraño.

¿Qué te crees que estás haciendo?

La escuela imponía lo suyo.

—¡Conseguimos llegar a tiempo...!—dijo Midoriya, el cual se había cambiado a su uniforme escolar. Ambos se habían detenido ante el inmenso edificio de la U.A, sorprendidos por su tamaño. Gojo le dio unas palmaditas en la espalda.

—Es enorme... ¿Cuánto crees que invirtieron para construir esto? ¿Apostamos algo?—propuso Satoru, recibiendo un cortante "no" como respuesta.

Se veía como una escuela prestigiosa, aunque ¿que se esperaba de un sitio que se especializaba en la educación heroica? No poseía el estilo tradicional al cual Gojo estaba más acostumbrado. No se parecía en nada a su casa, que claro, ya quedaba muy lejos.

—¿Por qué tiene forma de "H"? ¿Para qué sirve la parte de en medio?

Midoriya observó el alto edificio y se volvió hacia Gojo.

—No está bien asumir cosas antes de conocer su función, Satoru.

—Oh, lo que tú digas, fan-boy. De todos modos, ¿cuál era el examen de hoy?

—¿Has venido sin saberlo?—le preguntó Midoriya estupefacto—. Agh... bueno, no es raro. Al fin y al cabo así eres. La parte práctica se hace ahora, por la mañana y la escrita por la tarde, a eso de las tres. ¡No lo olvides!

—Okey, okey, entendido. ¡Gracias!

Midorya dejó escapar un suspiro y miró al cielo.

—A veces desearía estar tan relajado como tú...

—¿Por qué? ¿En qué piensas?

—No debería decirlo en voz alta, pero... — se acercó a Gojo, el cual tuvo que agacharse para poder escucharle—No tuve tiempo de probar el poder que All Might me dio, ya sabes, el pelo— hizo un movimiento en la parte superior de su cabeza, imitando las antenas All Might—. Me lo comí, pero no sé si hizo algo...

Gojo observó a Midoriya. Emitía una masa de energía dorada desde dentro. Los poderes de All Might se habían transferido con éxito.

—Nah, no te preocupes. Ha funcionado. Confía en mí—le susurró Satoru de vuelta—. ¿Te dijo cómo activarlo?

—Me dijo que apretara el tra-

—¡APÁRTATE, DEKU!

Su conversación fue interrumpida por un grito perteneciente a alguien que ambos conocían muy bien.

—¡Oh, Kacchan!—Midoriya lo saludó mientras que Gojo se echó a un lado para observar desde lejos.

—¡Quítate de mi camino o estás muerto, tú también pelo blanco!

—¡Buenos días y buena suer-

Antes de que Midoriya pudiera terminar su oración, Bakugou ya había pasado junto a él enfurruñado.

—te...

—Caray, que mal temperamento— Gojo le sacó la lengua.

Midoriya observó cómo Bakugo se marchaba y suspiró profundamente.

A diferencia de hacía diez meses, Gojo notó que el chico había conseguido tener más confianza a la hora de hablar con Bakugou. Era capaz de mantener conversaciones sin tartamudear o hacer muecas de miedo.

—Su desarrollo debe haberle influido...—murmuró.

—No sé lo que estás pensando, pero tienes la cara de "Esto todo gracias a mí".

—Nah, imaginaciones tuyas.

Pudo escuchar a su alrededor algunos susurros sobre el incidente con villano del lodo, principalmente sobre Bakugou. A Gojo le alegró que no mencionasen ni a él ni a Midoriya.