Llevaba varios días escuchando a Sara insistir en que debíamos ir a otro partido.
Me negaba. Rotundamente.
Lucas se había puesto malo con fiebre y mi madre me había echado la bronca por no estar pendiente de él.
– Ada, ¿puedo poner los dibujos en la televisión?
Miré a mi hermano y asentí mientras iba a la cocina a preparar sopa.
Sara me hizo una videollamada y se lo cogí mientras yo preparaba la comida.
– Pedazo de cerda, me tienes abandonada.
Me encogí de hombros y la miré sonriendo.
– Acabo de quedar con un chico, voy a tu casa y te cuento.– dijo y me colgó.
Reí negando con la cabeza y terminé de hacer la comida.
Llevé un cuenco a Lucas y después me senté a comer.
Estaba terminando cuando tocaron al timbre.
Abrí encontrándome con Sara.
– Madre mía tía, ha sido una auténtica locura.– dijo entrando.
Cerré detrás de mí y la seguí viéndola sentarse y comerse mi comida.
– ¿Has escuchado eso de tocar el cielo? Pues así estaba yo.
– Eh... Sara, no quiero detalles.
– Estás amargada cielo. Necesitas un buen polvo.
La miré abriendo los ojos y le tapé la boca.
– Preferiría que mi hermano no se enterara de todo esto.
Fui al salón y vi que Lucas estaba dormido.
Lo arropé y después fui con Sara a mi habitación.
Me senté en mi silla giratoria y me puse a ver unas fotos que tenía en frente.
Me giré encontrándome a Sara abriendo mis cajones de ropa interior.
– ¿Qué se supone que haces?
– Cariño, tienes que cambiar de productos eh. Así no vas a conseguir mucho.
– Que pesada eres Sara, no quiero conseguir nada.
– Ada, no puedes pasarte el resto de tu vida amargada solo porque un tío haya sido gilipollas por no ver que eres increíble.
La miré fijamente y me crucé de brazos.
– Es obvio que el amor duele, pero cuando encuentras a la persona correcta merece la pena.
Puse los ojos en blanco.
– Los tíos ahora solo te quieren para follar, Sara.
– Pues mejor que me lo pones. ¿Qué tiene de malo echar un polvo? No hay sentimientos de por medio.
Me llevé las manos a la cara y suspiré.
– Tienes dieciocho años cielo. Cuando te quieras dar cuenta vas a darte cuenta de que no has experimentado hasta encontrar a la persona correcta.
– Como si eso existiera.
– ¿Y por qué no? Que tus padres no sigan juntos no quiere decir que todas las parejas del mundo también.
– Sara
– Es la verdad. Vamos a irnos a comprarte cositas monas y esta noche vamos a salir, aunque sea para dar una vuelta.
La miré y me miró haciendo pucheros.
– Imagínate dar un braguetazo y salir con un chico forrado de pasta.
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𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐋𝐄𝐒𝐒 +18 | Pablo Gavi
Teen FictionAda no cree en los cuentos de hadas, ni de princesas aunque puede que no lo tenga fácil cuando se encuentra con Pablo Gavi.