Lucas jugaba un partido hoy, así que tras haber limpiado un poco en casa, me duché, me vestí y salí para coger mi coche y poder ir a La Masía.
Cuando llegué aparqué y fui hasta la puerta.
Había unos guardas de seguridad que impedían el paso.
Fui a pasar cuando uno de ellos me bloqueó el paso.
– ¿Su identificación, por favor?– murmuró.
– ¿Qué identificación? Vengo a ver a mi hermano pequeño.– dije.
– Sí no tiene identificación no puedo dejarla pasar.
– ¿Qué? Mi hermano está ahí dentro.
Me dio un pequeño empujón y entonces sentí que alguien me agarraba del hombro.
Me encontré con Gavi, quien se acercó a los guardias y estos al verle le dejaron entrar.
– Ah. Esa chica viene conmigo. Es mi mujer.– murmuró.
Los guardas me miraron mientras yo abría los ojos como platos.
Los guardas se apartaron para cederme el paso y entonces me acerqué a Gavi.
– ¿A qué ha venido eso?– murmuré mirándolo.
– A nada. Eres mi mujer.
– No estamos casados.– solté.
– ¿Quieres que nos casemos? Solo tienes que pedírmelo, preciosa.
– No pienso casarme.
Me miró sonriendo y entonces entramos sin problemas.
Nos sentamos y vi a Lucas calentando.
Él en cuanto nos vio dejo la pelota y vino corriendo hasta nosotros.
– Hola pequeñajo, ¿qué tal?– preguntó Gavi.
– Guay.– murmuró.
– ¿Estás nervioso? Juegas contra el Madrid.– dije mirándole.
Mi hermano negó con la cabeza y después me miró.
Sonreí y le coloqué un poco el pelo.
– Por cierto, tata, ¿puedo irme contigo esta noche?–preguntó.
Lo miré fijamente y luego le agarré de los hombros.
– Pues claro que sí Lucas.
Mi hermano sonrió y entonces después de hablar con Gavi entre susurros se marchó corriendo para volver al calentamiento.
– ¿De qué cuchicheabais?– pregunté.
– Ada, son cosas de hombres, no seas chismosa.
Abrí la boca totalmente sorprendida y lo miré fijamente.
– Por cierto, estás preciosa.
Sonreí y miré al frente intentando ponérselo un poco más difícil.
– ¿Vas a ignorarme?– preguntó.
Intenté aguantarme la sonrisa.
– ¡Ada!
Abrí los ojos al escucharle subir el tono.
La gente empezó a mirarle.
– ¡¿Vas a ignorarme ahora?!
– Gavi.– murmuré.
– ¡Con todo lo que hemos vivido!
Me abalancé contra él y puse una de mis manos en su boca, tapándosela al instante.
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𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐋𝐄𝐒𝐒 +18 | Pablo Gavi
Novela JuvenilAda no cree en los cuentos de hadas, ni de princesas aunque puede que no lo tenga fácil cuando se encuentra con Pablo Gavi.